Afecta a un millón de argentinos. Es la primera causa de ceguera y sus síntomas avanzan de manera silenciosa. Cómo prevenirla.

Los «días de» tienen varias utilidades. Entre ellas, poner en escena cuestiones relevantes sobre las cuales la población debería estar informada.

Por eso, en vísperas del Día Mundial del Glaucoma, es oportuno hablar de esta enfermedad, que es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo.

Este dato, que puede sonar desalentador, puede ser en realidad motivador si se tiene en cuenta otro: el glaucoma es la primera causa de ceguera prevenible.

Por esto, los especialistas hacen hincapié en las pautas de prevención. «Aunque no contamos con estadísticas o registros precisos, se estima que en el país hay más de 1 millón de personas con la enfermedad, pero con un elevado grado de subdiagnóstico, que asciende al 50%. Esta es una situación sobre la que es importante tomar medidas cuanto antes para conservar la salud visual y la calidad de vida de la población», dijo Marcos Geria, presidente de la Asociación Argentina de Glaucoma (ASAG),

Qué es el glaucoma

El glaucoma es una enfermedad ocular que deteriora paulatina e irreversiblemente la visión. Esto ocurre porque se daña el nervio óptico, que es el responsable de enviarle imágenes al cerebro.

Germán Bianchi, médico oftalmólogo, jefe de trasplante de córnea en Clínica Nano, explica que es una neuropatía oftalmológica cuya principal manifestación es, generalmente, la hipertensión ocular, que sucede producto de una alteración en el balance del fluido que ingresa y egresa de la parte anterior del ojo, conocida como cámara anterior.

Entre los tipos de glaucoma que existen, Bianchi menciona el agudo, y el crónico o “de ángulo abierto”. El tipo padecido guarda relación con el tamaño de la cámara anterior del ojo: “Si es pequeña, el tipo es de ángulo estrecho, que es el ángulo anatómico por donde drena el fluido intraocular, y provocará glaucoma agudo”.

En tanto, el glaucoma crónico está asociado al paso del tiempo, ya que la presión intraocular aumenta en ojos con una cámara amplia de manera progresiva (puede llevar hasta décadas).

“También hay casos más complejos, en los cuales, además, intervienen el iris y el cristalino (la lente interna del ojo) y que dan lugar a glaucoma pseudo-exfoliativo”, detalla.

También “hay situaciones en donde se producen malformaciones ya en el nacimiento, que determinan los glaucomas congénitos y los glaucomas infantiles”.

Por último, menciona que también puede presentarse glaucoma por efectos adversos de medicamentos, como los corticoides.

¿Quiénes tienen más riesgo?

El glaucoma puede afectar a cualquiera, pero hay quienes presentan más riesgo, informan Bianchi y Anahí Lupinacci, coordinadora de la Sección Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.

  • Los mayores de 40 años (en la Argentina, padecen glaucoma más del 3% de los mayores de 40 y el 7% de los mayores de 75 años, indican desde la institución).
  • Los familiares directos de pacientes con glaucoma,
  • Las personas que sufrieron traumatismos en los ojos
  • Los pacientes que usan o usaron corticoides.
  • Pacientes con hipermetropías y las miopías altas
  • Pacientes con diabetes

¿El glaucoma tiene relación con la hipertensión?

Al estar vinculado a la presión ocular, muchas personas pueden preguntarse si esta enfermedad se vincula con la presión alta, es decir, la hipertensión. Bianchi es categórico: “el glaucoma no tiene relación directa con la hipertensión arterial”.

“Dentro del ojo hay una glándula que se llama cuerpo ciliar que produce el humor acuoso, que es el líquido que circula dentro del ojo. Cuando se tapa la salida de ese líquido o se produce de más hay un desbalance, que es la causa del glaucoma”, señala.

En tanto, “la hipertensión arterial se da por el endurecimiento de las arterias a nivel general, son dos cosas distintas”, diferencia, y aclara: “El glaucoma no tiene nada que ver con lo que es el sistema cardiovascular, que es el que provoca la hipertensión arterial”.

¿Puede prevenirse el glaucoma?

Precisamente en este punto hacen hincapié los especialistas, ya que la prevención se basa en no saltearse controles de rutina, que pueden detectar señales que, de lo contrario, avanzan en silencio.

“Lo peligroso del glaucoma es que la persona no se da cuenta en los comienzos de la enfermedad. Por esta razón, se lo suele llamar ‘el ladrón silencioso de la visión’. Se estima que la mitad de las personas con glaucoma no saben que están afectadas. Sin embargo, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes conserva su visión. De esta manera, se puede prevenir que un paciente llegue a ser discapacitado visual”, resume Lupinacci.

Y aconseja no dejar de controlar la visión: “La mejor estrategia para combatir la enfermedad es ir al oftalmólogo una vez al año, para que sea él quien, con varios estudios, arribe al diagnóstico antes de que sea tarde”.

El examen, que entra dentro lo que son los controles oftalmológicos de rutina, es rápido e indoloro.

“Se observa el fondo de ojos y se toma la presión ocular. En caso de detectar posibles signos de glaucoma, por ejemplo presión ocular alta o algún daño en el fondo de ojo, otros estudios ayudan a arribar al diagnóstico, permiten el seguimiento de la enfermedad, y evalúan la necesidad de iniciar un tratamiento”, continúa la especialista.

“Cuanto antes se diagnostique el glaucoma, menor será el daño sobre el nervio óptico y mayor será la visión que la persona podrá conservar”, subrayó en la misma línea Javier Casiraghi, ex Presidente del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO).

¿Qué impacto tiene hacer ejercicio?

El ejercicio tiene efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la presión ocular, así como sobre su flujo sanguíneo. Puede, por lo tanto, influir en la progresión del glaucoma.

“Ejercicios isométricos o dinámicos, como caminar y nadar, producen una disminución de la presión ocular transitoria en el momento y el período posterior al ejercicio, respectivamente. El efecto de disminución de presión ocular parece ser aditivo al efecto de los medicamentos para el glaucoma”, detalla Lupinacci.

“No obstante -contrapone- las reducciones de la presión inducidas por el ejercicio son todas de corta duración y su relevancia en el tratamiento de largo plazo del glaucoma crónico es incierta”.

Y advierte que por el contrario, ciertos ejercicios como el levantamiento de pesas y los de máximo esfuerzo pueden “paradójicamente aumentar la presión ocular, y dicho aumento puede ser aún más significativo cuando los sujetos contienen la respiración”.

A pesar de todo lo expuesto, concluye que, “teniendo en cuenta los efectos benéficos del ejercicio en la salud y el bienestar en general, los pacientes glaucomatosos son alentados a realizar ejercicios aeróbicos regularmente”.

¿El glaucoma se cura?

Si bien la pérdida de visión ocasionada por el glaucoma no se puede recuperar, su progreso se puede detener mediante gotas que reducen la presión en el ojo. También ciertos láseres específicos para glaucoma, como el SLT, reducen el uso de medicación, detalla la oftalmóloga.

“El tratamiento consiste en disminuir la presión intraocular, que, habitualmente, se realiza con gotas. La patología es crónica y el tratamiento también. Se puede controlar, pero no tiene cura dado que el daño ocasionado al nervio óptico es irreversible. Por eso, es importante la consulta con el médico oftalmólogo”, coincide Bianchi.

Y amplía cuál es la función del láser, considerada la opción más novedosa: “La alternativa al tratamiento con gotas (que es de por vida), es el láser, que se puede realizar para mejorar el drenaje del humor acuoso. Hay diferentes equipos y técnicas, pero todos, básicamente, buscan aumentar el lugar por donde debe fluir el líquido de la cámara anterior para disminuir la presión intraocular”.

“Si las gotas y/o la terapia láser no alcanzan, hay otras opciones quirúrgicas en donde se crean drenajes, de diferentes formas, incluso, con la implantación de dispositivos”, cierra.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/glaucoma-presion-ocular-5-respuestas-dudas-frecuentes_0_01Ljl9n3XT.html