Las señales del TDAH
La sigla define al “trastorno por déficit de atención e hiperactividad” e impacta en la escolaridad y socialización de los chicos. Los especialistas destacaron que la consulta a tiempo desde los primeros síntomas puede cambiar el destino de quienes tienen esta condición
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta a millones de niños en el mundo y a menudo continúa en la edad adulta. Esta condición incluye una combinación de problemas persistentes, como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo. Los niños con TDAH también pueden presentar baja autoestima, dificultad para relacionarse o menor rendimiento escolar.
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Se trata de un problema frecuente, con una prevalencia de entre el 4 y el 5% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otro lado, de acuerdo al DSM-5 (2014), la prevalencia del trastorno se sitúa en torno al 5% de niños en edad escolar y al 2,5% en la edad adulta.
La doctora Silvia Ongini (MN 69.218), psiquiatra infanto-juvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas de la UBA explicó a Infobae: “A veces se tiene temor a acudir a un profesional de la salud mental o a un pediatra para preguntarle por estas ‘dificultades de conducta’, como son llamadas genéricamente. En realidad, son manifestaciones de un niño o niña que no la está pasando bien y un diagnóstico temprano es fundamental para aliviar esos padecimientos”, sostuvo.
Cómo se manifiesta el TDAH
El trastorno se presenta de tres maneras: predominio de falta de atención, predominio de hiperactividad con impulsividad o mixto. Se da debido a una predisposición genética, factores neurobiológicos, fisiológicos y/o epigenéticos.
«“A veces se tiene temor a acudir a un profesional para preguntarle por estas ‘dificultades de conducta’. En realidad, son manifestaciones de un niño o niña que no la está pasando bien y un diagnóstico temprano es fundamental para aliviar esos padecimientos”, sostuvo la doctora Silvia Ongini (Getty)
De acuerdo a la especialista, afecta lo social y lleva a que la persona tenga baja autoestima “porque se da cuenta de que no rinde como los demás, que pasa a ser la ‘molestia’ de la clase o la casa, que no puede jugar con sus pares. Esto hace que sufra, que se sienta menos y que la pase mal. Es un loop que genera mayor ansiedad y mayor desatención”.
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Para que una persona sea diagnosticada con TDAH, dijo la experta, tiene que reunir ciertas características, que se detectan muchas veces en sus primeros años de vida y se ven en la escuela, en el hogar y en otros ámbitos:
1. Dificultad para prestar atención a detalles en tareas a realizar
2. Dificultad para mantener la atención incluso en actividades recreativas
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3. No escuchar o “estar en otro mundo” aunque no haya algo que esté distrayendo
4. Dificultad para terminar tareas o cumplir consignas
5. Dificultades para organizar las actividades, poner en orden sus materiales, lo que lleva a que pierdan objetos, en muchos casos importantes
El TDAH se detecta muchas veces en los primeros años de vida y se ven en la escuela, en el hogar y en otros ámbitos
6. Enojarse y frustrarse mucho si tienen que hacer cosas que no les gustan, lo cual potencia la desatención
7. Distraerse con mucha facilidad con cualquier estímulo externo
8. Olvidarse de acciones cotidianas como, por ejemplo, apagar la luz por más que se le repita que lo haga
9. Dificultad para planificar. A veces toman decisiones impulsivamente y desde lo emocional porque les cuesta planificar
10. Hiperactividad. Mueven manos y/o pies de un lado a otro sin un propósito determinado
Según explicó Ongini, para evitar confusiones con otro tipo de trastornos es importante acudir al pediatra o a un profesional de la salud mental cuando ya se notan algunos de los síntomas. “Varias de estas características se comparten con otras afecciones que pueden ser emocionales, como la ansiedad o la depresión, y/o que pueden estar interfiriendo en funciones cognitivas como la atención y también generando hiperactividad”.
El tratamiento debe ser interdisciplinario, psicológico, psicopedagógico, con entrevistas vinculares (padres, hijos) y psicofarmacológico, si es necesario (Gettyimages)
Cómo se trata el TDAH
El tratamiento es multimodal. Por un lado, según explica Ongini, es necesario brindar herramientas a quienes tienen el trastorno:
– En la casa, ayudar a que tengan una rutina o estructura. Esta les ayuda a completar las tareas, los gratifica y les permite sostener y ejercitar la memoria y la atención, que pueden enfocarla en otras cosas.
– En la escuela, adaptar los contenidos para que no requieran procesos largos que les cueste sostener, produciendo un aumento en su frustración.
– Darles herramientas o acompañamiento, incluso muchas veces requieren maestras integradoras o adaptación curricular.
– Limitar el uso de las pantallas y fomentarles la lectura de cualquier libro de cuentos adecuados a la edad. También es importante que los adultos destinen tiempo a jugar con ellos.
Atención deficiente, falta de control de la conducta, retraso del lenguaje y déficit en la función ejecutiva son algunas de las consecuencias del uso excesivo de pantallas en los chicos (Freepik)
En otros casos, los profesionales sugieren acudir a fármacos. Al respecto, Ongini afirmó que “cuando se necesita la medicación, se notan claramente las mejoras. Favorece la atención porque ayuda a filtrar todos los demás estímulos en el ambiente para que pueda facilitar la atención y concentrarse en aquello que necesitan atender. Les contribuye mucho al rendimiento y eso también influye en su autoestima, sin generar dependencia”.
Pantallas, padres y madres en la mira
Desde hace años, los pediatras vienen alertando sobre el uso de los dispositivos. “Se asocia con atención deficiente, falta de control de la conducta, retraso del lenguaje y déficit en la función ejecutiva”, señala una publicación de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Coincidentemente, Ongini explicó que genera una adaptación para una atención breve: “Los dispositivos les dejan a los niños todo servido en bandeja. Les dan estímulos cambiantes muy rápido y no les exigen tener atención sostenida durante un periodo considerable como para poder comprender y realizar una tarea, lo cual es funcional a esta dificultad de sostén de atención por un periodo adecuado”.
Sin embargo, la especialista del Departamento de Pediatría del Clínicas advirtió que “es cada vez más frecuente encontrar que vienen padres o madres con sus niños muy chiquitos por distintos motivos y que los ponen con un celular para que se queden tranquilos en el consultorio”.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2023/08/17/cuales-son-las-10-senales-del-tdah-segun-un-informe-del-hospital-de-clinicas/