Sexo durante la pandemia
Pandemia e intimidad. Juan Carlos Kusnetzoff y la cuarentena: “El deseo sexual se nutre por la ausencia”. El médico sexólogo del Hospital de Clínicas habló del sexo durante la pandemia de coronavirus. De la ausencia de deseo al riesgo de contagio.
La pandemia del coronavirus transformó todos nuestros hábitos. Y durante los casi siete meses que llevamos de aislamiento, las relaciones sexuales no fueron la excepción. Pero, ¿qué pasó? ¿Qué motivó la disminución de los encuentros sexuales? El doctor Juan Carlos Kusnetzoff, médico sexólogo del Hospital de Clínicas José de San Martín, explicó el porqué de ese cambio.
“El deseo sexual ha disminuido en la cuarentena. Esto ocurre porque el deseo sexual se nutre por la ausencia; no por la presencia. Así, la presencia del otro con el encierro se ha exacerbado. La sexualidad cambió y esto salió nítidamente a la luz. Cambió básicamente por el simple efecto del terror, del miedo a infectarse y morir. Es así que las personas hoy prefieren gozar de la vida, quizás en muchos casos una vida que nunca tuvieron, frente al sufrimiento certero de la posibilidad de la muerte por venir”, afirmó Kusnetzoff.
Según el comunicado del Hospital de Clínicas, si ya es peligroso tener relaciones sexuales con una pareja habitual o con la persona con la que se convive, ese peligro se exacerba con los encuentros ocasionales. “Por todo lo antes mencionado, los encuentros ocasionales son mucho más peligrosos. Pero, tengamos en cuenta siempre la existencia de seres audaces e intrépidos que se excitan con el peligro”, aclaró Kusnetzoff al respecto.
Sexo en pandemia: cómo reducir los riesgos
Según el especialista, lo más recomendable es “la cuarentena. Lo mejor es evitar ese encuentro, reducir al máximo prudente las relaciones sexuales”. Sin embargo, Kusnetzoff aclaró también que “la abstinencia puede, a la larga, afectar: malhumor, ansiedad y depresión, suelen detectarse”.
En ese sentido, aconsejó que si la decisión es tener relaciones sexuales, “usar siempre preservativo desde el comienzo mismo de la relación; usar barbijo siempre; higienizarse obsesivamente las manos antes, durante y después; y, si fuera posible, bañarse antes y después de la relación sexual”.
¿Y qué hay del cada vez más popularizado sexo virtual? Para el sexólogo, la comparación entre sexo real y sexo virtual es imposible. “Creer que algo como el sexting o sexo virtual pueda sustituir una relación sexual piel a piel es mínimamente una fantasía. Pienso que es un delirio afín al periodismo comercial”, enfatizó. Al mismo tiempo, añadió que “la relación sexual es culminar satisfactoriamente una trascendencia social. Una relación masturbatoria carece de eso. Es una satisfacción biológica evidente, pero carente de trascendencia social”.
Fuente: Clarín