Pasos básicos para que padres y madres puedan guiar a los chicos

Un ingeniero especializado en IA y una psicóloga reflexionan cómo acompañar a niños y jóvenes. Cuál es la edad mínima fijada por la Unesco para que los chicos la usen.

La inteligencia artificial en casa: 4 pasos básicos para que padres y madres puedan guiar a los chicos

La inteligencia artificial abrió un nuevo panorama en la forma de vivir. Al ser una tecnología emergente, hoy sólo podemos estimar parte de sus alcances en la vida cotidiana de infancias y adolescencias. ¿Qué pueden hacer padres y madres?, ¿es mejor prohibir el uso de chatbots en casa?, ¿se puede usar éticamente?

Lo primero es entender de qué hablamos cuando hablamos de inteligencia artificial (IA). El MIT, la universidad más importante en los campos de ingeniería e innovación tecnológica, la define como «la capacidad de los ordenadores para imitar funciones cognitivas humanas como el aprendizaje y la resolución de problemas”. Parte de la IA ya estaba presente en los asistentes de voz o los GPS desde hace años. Lo que distingue este nuevo momento en su desarrollo (con chats como ChatGPT) es su capacidad generativa.

La IA que ahora mismo se desarrolla, la generativa, además de imitar muy bien estas facultades humanas, puede sintetizar información y crear contenido: imágenes, textos, música, vídeos y códigos a través de ‘prompts’ (comandos sencillos dados por un usuario).

El director de capacitación docente de ORT Argentina, explica  que si los asistentes previos ya usaban parte de la tecnología (en reconocimiento facial o de voz, por ejemplo), “tenían capacidades bastante más limitadas, realizando acciones preconfiguradas en base a su programación específica”.

“Desde el año 2019, en los foros internacionales en donde se debaten políticas públicas vinculadas con la educación, se comenzó a promover la incorporación de la IA en los sistemas educativos. De hecho, las Naciones Unidas, para su Agenda 2030, señalan la importancia de preparar a las personas para vivir, estudiar y trabajar en un mundo fuertemente atravesado por estas tecnologías emergentes”, indica Cwi.

Paso 1: entender cómo funcionan antes de que los chicos las usen

“Los padres tenemos que perder el miedo al Chat GPT (u otros) y saber manejarlos para poder acompañar a los chicos”, advierte a Clarín la autora y psicóloga especializada en orientación a padres Maritchu Seitún.

La IA generativa ofrece grandes oportunidades, como ocurrió antes con los buscadores o, antes de éstos, con las enciclopedias. “Es fascinante la idea de contar rápidamente con bibliografía y otros recursos que llevaría años recabar por medios ‘humanos’, y poder usar ese tiempo en crear, imaginar, sacar conclusiones”, explica la psicóloga. Pero, agrega, para evaluar sus ventajas y desventajas es necesario entender cómo funciona.Que los chicos no nos "enseñen" de tecnología, sino que nos encuentren preparados y aprendan de nosotros. Foto: ilustración ShutterstockQue los chicos no nos «enseñen» de tecnología, sino que nos encuentren preparados y aprendan de nosotros. Foto: ilustración Shutterstock

Cwi explica que, hasta el momento y en términos simples, la IA generativa de un chatbot como Chat-GPT responde a un algoritmo que ha sido entrenado con miles de millones de piezas de lenguaje, encuentra patrones y predice la probabilidad de que una palabra siga a otra para responder a esos ‘prompts’ que un usuario le pide.

“Las familias tienen un rol clave, ofreciendo oportunidades para que los niños y jóvenes, al interactuar con las inteligencias artificiales generativas desarrollen miradas críticas que les permitan reconocer que, a pesar de expresarse con un lenguaje similar al humano, la IA no mantiene una “conversación” (aunque lo parezca)”, advierte el ingeniero.

Paso 2: supervisar su uso limitado y sólo a partir de la edad recomendada

Así como en ciberseguridad se recomienda siempre que madres y padres hagan una pregunta clave: ¿Qué hiciste hoy en Internet?, transmitir que los bots conversacionales inteligentes recolectan datos y, muchas veces, sugieren tomando como base nuestros propios patrones de navegación es fundamental. Más aún si se tiene en cuenta que en Argentina, en promedio, los chicos acceden a su primer dispositivo móvil a los 9 años.

En septiembre del año pasado la Unesco publicó una guía de orientación de políticas sobre IA generativa en la educación e investigación en la que insta a los gobiernos a crear marcos regulatorios y fija como edad mínima para su uso los 13 años.No dar datos personales es uno de los consejos de seguridad al usar chatbots de IA generativa. Foto: ilustración ShutterstockNo dar datos personales es uno de los consejos de seguridad al usar chatbots de IA generativa. Foto: ilustración Shutterstock

Kamila, una nena de sexto grado que cumplirá esta edad en tres meses, ya usó un chat generativo en varias ocasiones, pero no todos sus maestros le hablaron de ello en clase. Su madre, Carolina Brazón, asistente de marketing digital, cuenta a este medio que ella misma recurre al ChatGPT para algunas labores de su trabajo.

Brazón sabe cómo funciona y lo consultó para explicarle un concepto matemático a su hija: “No sabía cómo explicarle algo, no soy muy buena dándome a entender con matemáticas, así que buscaba una forma que fuese más sencilla para explicarle a ella las cosas”. Resultó.

Cwi indica que en el nivel secundario de la institución en la que trabaja los estudiantes empiezan a explorar cómo funcionan “los sistemas de recomendaciones que, basados en IA, nos sugieren qué música escuchar, qué series ver o qué productos comprar”. Un adolescente que comprende “el detrás de escena” de su experiencia como usuario y comprende cómo se entrena a estos sistemas podrá cuestionar y cultivar un enfoque crítico sobre lo que la pantalla le muestra.

Este abordaje más abierto es aconsejable a partir de la adolescencia. El ingeniero aclara: “El uso de estas tecnologías no parece evitarse prohibiendo o desalentando su uso en contextos educativos”. De hecho, Cwi hizo exactamente lo contrario y estudió durante todo 2023 cómo aprovechar la herramienta para su nuevo libro La I.A llegó a la escuela. Explorando con los chatbots en el aula (Editorial Noveduc).En vez de prohibir su uso en adolescentes, se puede supervisar.Foto: ilustración ShutterstockEn vez de prohibir su uso en adolescentes, se puede supervisar.Foto: ilustración Shutterstock

Para el autor, el colegio puede volverse un ambiente ideal para que los estudiantes experimenten con IA si además cuentan con la guía y supervisión de adultos preparados en estas tecnologías.

Paso 3: usar esta tecnología como asistente, no suplente

En todo caso, Cwi reconoce que la gran pregunta: ¿cómo evitar que los alumnos deleguen en la tecnología estas actividades?, es el nuevo desafío para los sistemas educativos.

“En ORT, impulsados por la Dirección de la escuela, estamos explorando las potencialidades y limitaciones que ofrece ChatGPT como herramienta para diversificar y personalizar los trayectos de aprendizaje de los estudiantes —afirma—. El desafío es lograr que nuestros estudiantes reconozcan el valor de usar estas tecnologías como un apoyo o andamiaje para la realización de sus tareas, no como sustitutos a los que delegar sus trabajos”.En EE.UU. se promovieron herramientas para detectar textos generados por IA pero su precisión es baja en muchos casos. Foto: ilustración ShutterstockEn EE.UU. se promovieron herramientas para detectar textos generados por IA pero su precisión es baja en muchos casos. Foto: ilustración Shutterstock

Por su parte, Seitún señala: “Los docentes tendrán que preguntar de forma que fuercen a los chicos a sacar conclusiones, integrar conceptos, imaginar, crear, y que no puedan responder sólo con la información que les brindó la IA”. La defensa oral de un contenido podría ser una buena forma de aplicar este principio; el año pasado se promovieron herramientas que prometían detectar textos generados por IA, pero se encontró que su eficiencia es baja y poco confiable.

Alessandra Hernández, editora y madre de una joven de 15 años, cuenta a Clarín que no le gustaría que ésta dependa demasiado de esa herramienta. “El año pasado ella me consultó si podía utilizarlo para que le sugiriera cómo organizar el tema de un ensayo. Me dijo que no le sirvió mucho la información porque tenía datos confusos que ella tuvo que corroborar, pero le funcionó para darse cuenta de lo que no debería hacer”, relata.

Y, aunque su hija descartó el chatbot como herramienta de estudio en aquel momento, la tecnología ha seguido mejorando. En enero de este año OpenAI, la empresa que creó ChatGPT, presentó mejoras en su actualización y afirmó que “el nuevo modelo está diseñado para ser un oyente más atento” y la base de datos ahora llega hasta abril de 2023.

Paso 4: aclarar que la IA no está libre de sesgos y prejuicios

Aunque se trate de máquinas y sistemas, los patrones que incorpora la IA son humanos. La tecnología no está exenta de reproducir o amplificar discursos discriminatorios o prejuiciosos, advierte Mario Cwi.

“Los algoritmos se entrenan con datos recopilados de Internet, reflejando los valores sociales, prejuicios y estereotipos que allí pueden encontrarse. Además, las personas que diseñan los algoritmos y programas también pueden contribuir a reproducir ciertos sesgos cuando priorizan consideran o ignoran ciertos atributos por sobre otros (género, edad, nivel socioeconómico, por ejemplo)”, detalla el ingeniero.Conversar con los adolescentes para que cuestionen e investiguen lo que consumen es fundamental. Foto: ilustración ShutterstockConversar con los adolescentes para que cuestionen e investiguen lo que consumen es fundamental. Foto: ilustración Shutterstock

Cultivar en los chicos un escepticismo razonable por lo que ven o escuchan ahora formará parte de su propia formación digital. Identificar juntos los sesgos cuando se interactúe con las inteligencias artificiales generativas (de textos o de imágenes) contribuirá a que ellos construyan su sentido crítico y se preparen para lo que siga.

Fuente: https://www.clarin.com/familias/inteligencia-artificial-casa-4-pasos-basicos-padres-madres-puedan-guiar-chicos_0_hbxPu6sZQF.html