Criar con amor en los primeros años
La empatía, el respeto, el cariño y la comunicación efectiva son claves en esta etapa. Qué estrategias implementar en casa para una crianza libre de violencias
Muchos besos, abrazos, caricias y juegos. También risas compartidas, canciones, miradas cargadas de dulzura y la lista sigue. Estos gestos y actitudes crean un ambiente de seguridad, confianza y amor, esencial para el desarrollo integral de los niños.
Y, aunque el respeto, el cariño, la paciencia, la escucha activa y la empatía, sean inherentes a la palabra crianza, hay hogares en los que estos pilares no están garantizados. Por eso, en los últimos años surgió el concepto de crianza respetuosa, un modo de pensar y construir vínculos saludables con los hijos, en especial, los más pequeños.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a crianza respetuosa? Según define UNICEF, es un modo que parte “del trato respetuoso desde la educación, cuenta con mejores probabilidades para ser efectiva, saludable, adecuada y promover, no solo los aprendizajes necesarios, sino el bienestar psicológico de los hijos e hijas”.
“La crianza respetuosa se trata de una crianza libre de violencia, ya que esta, en todas sus formas perjudica la salud física y emocional, el desarrollo cognitivo, la autoestima y debilita y dificulta las relaciones interpersonales”, define Alejandro Morlachetti, especialista en Protección de Derechos de UNICEF Argentina, en diálogo con Infobae.
Según el experto de UNICEF, «el contacto piel a piel, los abrazos, los espacios de encuentro y juegos» son fundamentales para la crianza respetuosa
“Las funciones que cumplen las madres, padres y personas cuidadoras son innumerables, dado que van variando según la edad, características y necesidades de cada niña y niño”, agrega Morlachetti.
Y aporta acciones cotidianas clave para llevar a la práctica la crianza respetuosa: “El contacto piel a piel, con abrazos, canciones y arrullos; a través de juegos según cada edad, en el propio hogar o en espacios comunes, como las plazas; poner límites amorosos y respetuosos; y generar espacios de encuentro como la lectura de cuentos, los disfraces, compartir la comida en familia, participando en las tareas de cuidado del hogar”.
En esta línea, UNICEF acaba de lanzar el portal “Crianza Cuidada”, conideas, consejos e información confiable para acompañar a quienes crían y cuidan a niños de cero a siete años. A su vez, la iniciativa brinda guías de descarga libre y gratuita, con un trabajo sobre tres ejes: palabra, juego y vínculo.
Para la OMS, el cuidado cariñoso y sensible de los hijos entre la población, acelera la prevención del abuso y la negligencia (Imagen ilustrativa Infobae)
“Lo importante de la crianza respetuosa es darles a las infancias el lugar que se merecen, tratándolas, nada más y nada menos, que como personas”, dice a Infobae Jimena Le Bellot, médica pediatra, autora del libro Criando con amor.
Por su parte, Leslie Villansante Salcedo, licenciada en Psicología, psicoterapeuta con enfoque humanista en trabajo con población menores de edad y padres, y miembro del Colegio de Psicólogos de Perú, en diálogo con Infobae, apunta que “los pilares fundamentales de la crianza con amor son la intencionalidad, es decir, cuidar con un verdadero interés, no solo hacerlo por cumplir; el amor, que implica apreciar como único a ese niño y desear su bienestar; la comunicación, la capacidad de escuchar activamente, el respeto y el tiempo de calidad”.
“El ejercicio de una crianza respetuosa es una invitación constante a reflexionar acerca de las propias prácticas y de los distintos aspectos, etapas y desafíos que nos presenta la crianza”, sostiene Morlachetti.
La importancia de los primeros años de vida
La crianza respetuosa influye en el bienestar emocional y psicológico y tiene consecuencias para toda la vida (Getty Images)
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los primeros años de vida representan una de las oportunidades más importantes para generar un apego y una relación saludables entre los padres y madres y los hijos.
De acuerdo a la máxima entidad sanitaria, “apoyar la crianza y el cuidado cariñoso y sensible de los hijos entre la población, acelera la prevención del abuso y la negligencia, así como sus costosas repercusiones en la salud mental y física a todo lo largo de la vida”.
Morlachetti aporta datos alarmantes: “En Argentina, 6 de cada 10 niñas y niños experimentaron violencia física y/o verbal por parte de su madre, padre o principal cuidador; y laexposición a la violencia comienza en los primeros años de vida y en el propio hogar”. A su vez, el experto de UNICEF agrega que los distintos tipos de violencia traen serias consecuencias para la vida de los niños.
“Desde el respeto podemos ayudar a que crezcan y se desarrollen seguros, y felices. Esto les permitirá enfrentar la vida con la suficiente autoestima y fortaleza para atravesar las diferentes situaciones que les toque vivir”, señala. En este sentido, las intervenciones destinadas a promover prácticas parentales positivas también pueden mitigar los efectos de la violencia comunitaria y de otras influencias negativas.
Distintos estudios señalan que los bebés y niños criados con amor tienen mayor desarrollo emocional y cerebral, según la pediatra Jimena Le Bellot (Imagen Ilustrativa Infobae)
Para Le Bellot, “la crianza respetuosa es importantísima en los primeros años de vida”. Según detalla, “hay múltiples estudios que señalan cómo un bebé pequeño criado con amor, con mimos, con afecto, al que le hacen upa o responden a su llamado cuando llora o cuando lo necesita tiene cierto desarrollo emocional y cerebral, muy distinto al de un bebé que no recibe ese afecto y esa atención”.
La pediatra explica que desatender a los niños ―y no dar amor― “genera en el cuerpo hormonas relacionadas con el estrés, que impactan muy negativamente en el desarrollo cerebral, preparándolos para la huida, el escape e influyendo negativamente en el aprendizaje y en la socialización”.
Villansante Salcedo hace una analogía interesante: “Criar con amor es como construir con buenos materiales unos excelentes cimientos que, al pasar de los años, verás que valió la pena”, y apunta cuál es el impacto de estas acciones simples y poderosas en los primeros años de vida. “Una crianza con amor y respeto influye directamente en la manera de ver al mundo, porque el núcleo familiar es el principal lugar donde un niño aprende a socializar”, sostiene.
Y agrega: “También influye en cómo se relaciona con los demás, en sentirse seguros y con confianza, en la capacidad de poner límites, de demostrar interés y en la construcción de la personalidad”.
Consejos para una crianza respetuosa en un mundo acelerado
La escucha activa, el afecto y el respeto son algunos de los pilares de la crianza respetuosa (Imagen ilustrativa Infobae)
Con frecuencia, la convivencia, la sobrecarga en las tareas de cuidado y las preocupaciones económicas pueden generar estrés, malestar y angustia. Estas situaciones pueden derivar en gritos, enojo e incluso maltrato dentro de la familia, sin saber cómo detener la escalada de tensiones. Entonces, ¿cómo hacer ante los desafíos que impone la rutina diaria?
Para generar un buen clima y poner en práctica la crianza respetuosa, Morlachetti apunta distintas alternativas:
- Reconocer esas situaciones que nos generan cansancio, malestar y enojo. Preguntarnos: ¿Cómo se generan? ¿Podemos cambiarlas? ¿Se pueden conversar en familia?
- En la medida de lo posible, evitemos acumular tensiones para no transmitirlas a niños, niñas y al resto de la familia.
- Hablarnos a los gritos solo genera más estrés y enojo. Es más fácil que el resto sepa lo que pensamos y necesitamos si hablamos e intercambiamos opiniones.
- Si sentimos enojo, antes de gritar, hagamos una pausa y luego intentemos contestar de una manera más tranquila.
- Si alguna situación nos supera, podemos apoyarnos en otras personas de la familia, amistades o alguien del barrio, para que pueda escucharnos, contenernos y ayudarnos a pensar cómo resolver el problema.
- Preguntemos a nuestras hijas e hijos qué les pasa, cómo se sienten. Hablando pueden reducir ciertas tensiones.
“En Argentina, 6 de cada 10 niñas y niños experimentaron violencia física y/o verbal por parte de su madre, padre o principal cuidador», sostiene Morlachetti y destaca el rol de la crianza cuidada para su prevención (Marcy Maloy/Getty)
“Se pueden poner límites amorosos con la palabra, con los gestos, con el cuerpo, con la presencia, y con las emociones. Por ejemplo, ante estallidos de gritos, llantos, patadas y revolcadas por el piso, es importante mantener el mismo tono de voz, con palabras, de manera clara y concreta”, agrega el experto de UNICEF y subraya que “hay situaciones en las que lo positivo es decir que no, poner límites y enmarcar el espacio seguro”.
Fomentar una crianza afectiva implica, entonces, establecer una comunicación abierta, donde los niños se sientan seguros para expresar sus sentimientos, y dedicar tiempo de calidad para fortalecer el vínculo familiar. Es esencial practicar la escucha activa, mostrando interés y empatía, y demostrar cariño y afecto a través de palabras y gestos que fortalezcan su seguridad emocional.
A su vez, al definir límites claros, se ayudan a comprender las consecuencias de sus acciones de manera respetuosa. Ser un ejemplo positivo y validar sus emociones refuerza su autoestima, mientras que el refuerzo positivo celebra sus logros. Enseñar herramientas de resolución pacífica de conflictos y fomentar la independencia permite a los niños desarrollar confianza y habilidades para la vida.
La demostración de afecto es una de las características fundamentales de la crianza respetuosa (Marko Geber/Getty)
Le Bellot también aporta consejos a los padres. Para la pediatra es importante que los cuidadores “se escuchen a sí mismos y, sobre todo, que puedan escuchar a sus hijos”.
La experta va más allá: “No solo escuchar cuando nos hablan, sino escuchar con los ojos, cuando los vemos. Cómo están, qué necesitan, mirarlos y acompañarlos, sin dejar de escucharnos a nosotros mismos, que también importamos y tenemos nuestros deseos y necesidades”.
Por su parte, Villansante Salcedo aconseja escuchar. “Es importante, aunque parezca que ya lo conoces todo sobre el asunto. Permite que tu hijo te explique desde su propia experiencia su versión de las cosas”, apunta.
A su vez, la psicóloga da cuenta de las situaciones de enojo o molestia y qué hacer al respecto: “Cuando estamos molestos y a punto de decir o hacer algo producto del enojo, a veces lo mejor es no hacer nada. Los padres también necesitan tiempo para calmarse, autorregularse y respirar. Y partiendo de ahí tomar mejores decisiones”.
Los desafíos del amor
Los expertos señalan que los principales desafíos de la crianza respetuosa son los propios modelos de crianza y los mitos cotidianos (Getty Images)
“El principal desafío que se van a encontrar las familias va a ser la propia experiencia de crianza, así normas sociales que reproducen la idea de que los golpes son una forma de enseñar o que constituyen un ‘derecho de los padres y madres’ frente al que no hay que intervenir”, afirma Morlachetti.
Le Bellot señala que los desafíos de la crianza respetuosa vienen de la mano de los mitos cotidianos. ¿Cuáles? Según detalla, son “mitos como ‘déjalo llorar para que se le expanda el pulmón’ o ‘No le des bola siempre que llore porque te está tomando el tiempo’. ‘Si le haces mucho upa o le das mucho amor, lo vas a hacer dependiente’”.
“Todas esas frases que seguramente escuchamos ―y lamentablemente más de una vez―son mitos”, define la pediatra y suma: “Son cosas que se decían, pero que ya está comprobado que no es así. Actuar con amor y respeto, a pesar de escuchar esas frases, es el mayor desafío de hoy en día”, considera Le Bellot.
Solo queda abrazar y mimar para la sociedad del futuro.
Fuente: https://www.infobae.com/tendencias/2024/06/02/criar-con-amor-en-los-primeros-anos-desafios-y-consejos-para-dar-un-giro-afectivo-al-resto-de-la-vida/