Cumplió 103 años y se lo celebraron “como a una quinceañera”

  • La jujeña Catalina Peloc tiene una familia de casi 200 personas.
  • «Para nosotros es el festejo más importante; su cumpleaños y Navidad», cuenta Romina Santero, una de sus nietas más jóvenes.
  • Las tradiciones de una familia que, por encima del presupuesto, celebra la vida de su matriarca.

Llegar a los 100 años no es algo que pueda contar cualquiera, pero Catalina Peloc, o “Doña Cata”, puede presumir de ello. Nacida el 19 de julio de 1921 en Pucará, Jujuy, esta matriarca celebró su cumpleaños 103 en la casa donde vive hace siete décadas, en Ciudadela, esquina Los Olivos, en Florencio Varela.

Con 13 hijos, 49 nietos, 104 bisnietos y 28 tataranietos, los festejos tienen una mezcla de nostalgia, asombro, agradecimiento mucha logística. Romina Santero (36), una de sus nietas más jóvenes, contó a Clarín cómo la familia se prepara —con más de un mes de antelación— para homenajearla. El año pasado, Clarín Zonales y otros portales noticiosos del conurbano bonaerense contaron que hasta hubo un toro mecánico, regalo de una pariente que no podía llegar a la fiesta desde otra provincia.

Este año, dice Santero, la crisis limitó algunas posibilidades, pero no la creatividad y el propósito de la fecha: compartir con Doña Cata, honrarla y festejar su vida. “El 19 se le cantó el cumpleaños y el 21, que fue domingo, fue la fiesta. Para nosotros es el festejo más importante; éste y Navidad. Todos contribuimos con lo que podemos, traemos comida, nos vemos. Y ella se emociona mucho, juega con nieve espuma, sonríe… yo la admiro mucho a mi abuela”, cuenta su nieta.

Catalina Peloc llegó a Buenos Aires con su marido, Pedro Origüela, como tantos matrimonios desde el interior del país en busca de más y mejores oportunidades en la década del 60. Se habían casado en noviembre de 1952, en Salta, donde se conocieron.Catalina Peloc y su marido, Pedro Origüela, en su juventud. Foto: gentileza Romina SanteroCatalina Peloc y su marido, Pedro Origüela, en su juventud. Foto: gentileza Romina Santero

Con los años, Cata y Pedro montaron un kiosco que luego se transformó en papelería y pequeño almacén. Los vecinos que estudiaron en la Escuela Número 31 los recuerdan. Romina cuenta que su abuelo levantó la casa familiar «con sus propias manos».

Los hijos de Catalina crecieron, llegaron nietos y bisnietos a ampliar la familia Origüela Peloc. Sin embargo, igual que muchos adultos mayores, a Catalina la tercera edad no le impidió llevar las riendas de su familia con energía. Con más 90 años, se subía emocionada a un micro y viajaba horas para visitar a su hermana a Salta.

Pese a todo, cuando se vive más de un siglo, también hay pérdidas incalculables. En 2012, murió uno de sus dos hijos varones, Fabián, en un accidente de tránsito. En 2016, a su esposo le detectaron cáncer. Pedro murió ese año, dos días antes de Nochebuena.Catalina Peloc, en su casa en Florencio Varela, el día de su cumpleaños 103. Foto: gentileza Romina SanteroCatalina Peloc, en su casa en Florencio Varela, el día de su cumpleaños 103. Foto: gentileza Romina Santero

“Yo la admiro a mi abuela porque pasó por tantas cosas, la muerte de un hijo; cuatro años después, la muerte de mi abuelo, que era su amor, su vida era atenderlo a él y a nosotros —dice Romina—. Mi abuela no sabe leer ni escribir, pero siempre quiso un mejor futuro para nosotros, siempre con ganas de salir adelante, imaginate criar 13 hijos… Y vos la ves con esa sonrisa, con esas mismas ganas de vivir”.

Festejar como quinceañera, a los 103

Aunque siempre se festejaron los cumpleaños, Romina cuenta que cuando doña Cata estaba por cumplir los 95 “comenzamos a hacer festejos así más grandes”.

“Los nietos dijimos: ‘mirá si la abuela no está más’ y empezamos a planificarnos para el cumple”. Según esta nieta, es una forma de retribuir el cariño a su abuela.La fiesta de este año de  Catalina Peloc contó con una parte de la numerosa familia. Le hicieron un video tributo. Gentileza: Romina SanteroLa fiesta de este año de Catalina Peloc contó con una parte de la numerosa familia. Le hicieron un video tributo. Gentileza: Romina Santero

Una de las tradiciones que se mantiene hasta hoy consiste en llenar la casa de globos y elaborar unos souvenirs para cada familia. Este año, Romina hizo 35 de ellos.

Camila, la hermana menor de Romina y nieta de Cata, es la encargada de hacerle al menos una de las tortas todos los años. Se sabe que la abuela pone solo una condición: que tenga mucha crema. “A los yernos los carga, cuando se acercan a saludarla los llena de crema, se ríe como una niña, ellos también”, dice Romina.

La otra tradición que tratan de mantener por estos años es la de encargarle un pasacalles, «como a las quinceañeras».Catalina Peloc en su cumpleaños 203 posó con varios de sus nietos, entre ellos, Romina. Gentileza: Romina SanteroCatalina Peloc en su cumpleaños 203 posó con varios de sus nietos, entre ellos, Romina. Gentileza: Romina Santero

A Lucía Cianci, una emprendedora y pintora de Pergamino conocida por su negocio Pasacalles Moro, no le sorprenden los pedidos de quinceaños o de recibidas, son su fuerte y le permiten mostrar su técnica de pintar rostros y caricaturas. Pero cuando Romina la contactó en junio de este año ella no podía creer la edad de la homenajeada. “Este es el pasacalles de la edad más alta que pinté, antes había sido una abuela por los 90”, comenta a Clarín. Cianci les ofreció gratis el pasacalles para sus 104 años y dice que le da mucha ilusión poder hacerlo.De Pergamino a Florencio Varela, el pasacalle de doña Catalina por su cumpleaños 103. Gentileza: Lucía Cianci, IG @pasacalles.moroDe Pergamino a Florencio Varela, el pasacalle de doña Catalina por su cumpleaños 103. Gentileza: Lucía Cianci, IG @pasacalles.moro

El día del cumpleaños, entre varios nietos, lo instalaron en la vereda frente a la casa de su abuela, querían que ella pudiera verlo desde su ventana, porque le cuesta ponerse en pie y se mueve en silla de ruedas.

Este no es el primer pasacalles que tiene doña Cata por su cumpleaños, pero sí es el primero en el que ve su rostro. En 2020, en plena pandemia, a la familia le fue difícil mandar a hacer uno. Claudia, la mamá de Romina, “redibujó” el número del cartel del año anterior, de 98 a 99, para que ella pudiera verlo en su cumpleaños.Desde hace varios años, la familia le regala a doña Cata un pasacalle por su cumpleaños, "como festejar sus quince". Fotos: gentileza Romina SanteroDesde hace varios años, la familia le regala a doña Cata un pasacalle por su cumpleaños, «como festejar sus quince». Fotos: gentileza Romina Santero

Para Romina su abuela sigue siendo una jefa de hogar ejemplar. Recuerda sus empanadas de mondongo y los asados que se hicieron tantos domingos en su casa. Con 103 años, doña Cata ya no cocina, pero sí supervisa, transmite recetas y evalúa el resultado. El otro alimento, el del alma, se lo da la buena compañía: “Siempre estamos con ella, ella nos decía que tenía miedo de quedarse sola, pero estamos, la cuidamos como ella nos cuidó a nosotros”.

Fuente: https://www.clarin.com/familias/cumplio-103-anos-13-hijos-49-nietos-104-bisnietos-28-tataranietos-celebraron-quinceanera_0_EBbO0lFY7c.html