«La República» de Villa Crespo
La República de Villa Crespo: hace casi 90 años siguió el ejemplo de La Boca y buscó ser independiente
Entre desfiles pomposos e invitados famosos como Benito Quinquela Martín y Juan de Dios Filiberto, una noche de diciembre de 1935 nacía La República de Villa Crespo
Para LA NACIONJessica Blady
Todo comenzó en La Boca, aunque no hay exactitud sobre las fechas ni los verdaderos desencadenantes. Algunos aseguran que los hechos en cuestión sucedieron en 1876, pero hay fuentes que especulan que pudieron ocurrir entre 1882 y 1888. Entre las versiones que pasaron de generación en generación, la más ‘pintoresca’ asegura que a finales del siglo XIX, un grupo de genoveses –”un comité de defensa del barrio”, según algunas fuentes; “huelguistas de origen italiano”, según otras– decidió bajar la bandera argentina de un mástil ubicado en Vuelta de Rocha (Caminito) para enarbolar un blasón que anunciaba el nacimiento de La República Independiente de La Boca.
La primera república barrial porteña
No hay fuentes oficiales ni crónicas en los libros de historia, solo dichos que se transmitieron de boca en boca por más de cien años, y algunas tradiciones barriales que llegan hasta nuestros días. Una nota periodística de Caras y Caretas, escrita por Blas Vidal en 1904, se hace eco de la hazaña de este grupo de vecinos que dio origen a un movimiento separatista de carácter político-electoral para reclamar la autonomía administrativa del barrio; agrupación que fue mutando “desbaratada por la intervención de un grupo de italianos que quisieron torcer en otros sentidos los verdaderos motivos de la primera reunión, deseosos de que La Boca fuera una especie de sucursal de la Bella Italia en el Río de la Plata”.
El nuevo ‘estado separatista’ buscaba emular el modelo de la República de San Marino, Mónaco y Andorra; y cuenta la leyenda que el propio Julio Argentino Roca –seguramente en su función de ministro de guerra de la nación, si nos guiamos por las fechas– debió apersonarse hasta el lugar, “tirar unos sablazos” y ponerle fin al conflicto insurgente que duró entre tres y cinco días; para sumar más colorido a la anécdota.
En homenaje a la hazaña genovesa y a aquella extraña bandera flameante, el 13 de diciembre de 1907 se fundó la I República de La Boca, una de las varias asociaciones civiles, culturales y recreativas que llevarían esta denominación a lo largo del tiempo. Básicamente, entidades constituidas como una micronación, con un fin social y de puro entretenimiento, lideradas por ciudadanos boquenses –no se permiten ‘extranjeros’ de otros barrios– con títulos rimbombantes y honores ficticios, que emulan los de un verdadero estado. La Boca fue la Primera República Barrial Porteña. ¿La segunda? La República de Villa Crespo.
El barrio de San Bernardo
Como muchos barrios porteños, Villa Crespo nació como centro industrial, a partir de la fundación de la Fábrica Nacional de Calzado, el 3 de junio de 1888. Un emprendimiento apadrinado por el intendente municipal Dr. Antonio F. Crespo, que le terminó dando su nombre a la zona, por aquel entonces, comprendida entre la actual Avenida Raúl Scalabrini Ortiz (originalmente ‘Camino del Ministro Inglés’), la Av. Warnes (originalmente ‘Camino de Moreno’), la Av. Corrientes y la Av. Juan B. Justo, cuya traza estaba ocupada por el hoy entubado Arroyo Maldonado.
La creciente industria marroquinera atrajo la mano de obra inmigrante, mayoritariamente italiana, que se asentó junto a sus familias a orillas del arroyo y dio origen a La Villa de Antonio F. Crespo. El joven poblado pronto sumó una plaza, una alcaldía, la escuela y una seccional policial. Ocho años después se construyó la Parroquia San Bernardo, santo patrono del barrio, elegido por los trabajadores en honor a Salvador Benedit Eyherabide, gerente de la fábrica, pionero en la realización de obras comunitarias y ‘padre espiritual’ de Villa Crespo.
Entre las entidades más antiguas y vigentes de este barrio de la comuna 15 encontramos la Biblioteca Popular Alberdi –conocida originalmente como Biblioteca Popular de San Bernardo–, fundada el 8 de julio de 1910; la Liga Argentina Médica Asistencial (antes Liga Contra la Turberculosis), del año 1919; el Club Fulgor de Villa Crespo, fundado el 1° de octubre de 1933; y la famosa República de Villa Crespo, que tuvo su acto inaugural el 14 de diciembre de 1935, en el piso superior del viejo Club Social San Bernardo.
Una noche para recordar
Una crónica de la época, recopilada por la Junta de Estudios Históricos de Villa Crespo, indica que la noche del 14 de diciembre de 1935 nacía la segunda República Barrial de la Ciudad de Buenos Aires en el Club San Bernardo, ubicado en el primer piso del mismo edificio donde hoy se encuentra el Café San Bernardo, fundado en 1912: uno de los pocos bares notables que todavía permanece abierto en la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en la Avenida Corrientes 5436.
La iniciativa partió de un grupo de vecinos que decidió crear esta entidad festiva, a imagen y semejanza de La República de La Boca; principal invitada a la celebración, que duró hasta bien entrada la madrugada y contó con grandes figuras del arte y villacrespenses de prestigio como Juan de Dios Filiberto y Luis Perlotti. Entre los presentes se encontraba Benito Quinquela Martín, en calidad de ‘Almirante del Riachuelo’, y el profesor Remigio Iriondo, ‘Almirante del Maldonado’.
En medio de los festejos multitudinarios (no faltó ningún vecino), el Dr. Nicolás Bontá asumió como primer presidente de la República de Villa Crespo. El mandatario “partió en su mateo a las 22hs. desde el Club San Bernardo, acompañado por su séquito, dirigiéndose al encuentro con su par de la II República de la Boca, Don Víctor Molina, quien había arribado por Triunvirato (hoy Av. Corrientes) y aguardaba con su comitiva, en la frontera villacrespense, en el cruce con la Av. Estado de Israel y su continuación Ángel Gallardo. Encabezaba una inmensa caravana compuesta de carrozas tiradas por caballos y un desfile de las fuerzas de mar y tierra, elegantemente ataviados sus miembros con relucientes disfraces de uniforme, y hasta con banda de música incluida”.
El poeta y tanguero Alberto Vaccarezza tuvo a su cargo el cierre de este acto popular, según dicen, “con un brillante discurso donde hizo hincapié en la necesidad de rendir culto al buen humor y estimular la felicidad de que los hombre vuelvan a ser niños, sin dejar, por eso, de ser hombres”. Esta esencia risueña, enmascarada en una ficticia estructura organizativa que imita al estado nacional, fue parte fundamental del alma del barrio. Con el tiempo, La República de Villa Crespo fue adquiriendo fama y notoriedad, y pronto se sumaron sus hermanas de San Telmo, Barracas (1960) y Mataderos (1964).
La república vigente
Aunque no todos estén al tanto, el espíritu de La República de Villa Crespo sigue brillando en cada rincón del barrio porteño. En los billares del Café San Bernardo, hoy apodado como ‘El Sanber’ por su clientela millennial; en la plazoleta donde se encuentra el mástil y el monumento al maestro Osvaldo Pugliese (en la intersección de avenida Corrientes y Luis María Drago); o en el mural alegórico de la calle Drago al 400, pintado a comienzos de este siglo, que incluye –a pedido de Pedro Linietsky, presidente de entonces– una bandera con cinco franjas, emulando los colores de los aros olímpicos para representar que a Villa Crespo arribaron inmigrantes de los cinco continentes (aunque no está del todo claro si deberían tener en cuenta a la nula corriente inmigratoria de Oceanía).
También se hace sentir en los recuerdos de Arturo Domínguez, boticario y dueño de la Antigua Farmacia Del Águila, cuyo abuelo –Juan Manuel Domínguez– fue el ministro de salud pública de la querida república villacrespense: “En aquellos años era muy común que la farmacia sea un anexo de la vivienda del boticario, sobre todo por las guardias. El farmacéutico era consultado por todo y casi tenía que estar disponible todo el tiempo. Era un poco como el médico de familia en el barrio”, cuenta Arturo en las páginas del libro Villa Crespo, seguirá siendo barrio, publicado por Asociación Civil Rumbo Sur.
Al igual que su hermana xeneize, y alejada de cualquier conflicto, La República de Villa Crespo nació como una entidad festiva. En la actualidad es considerada una continuación de la Junta Promotora Barrial impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en agosto de 2004, y gracias a esta acción, La República de Villa Crespo se constituyó en una entidad formal de existencia legal bajo régimen del Código Civil y Comercial Argentino el 2 de junio de 2006; una ‘refundación’ menos glamorosa que aquella llevada a cabo en 1935 con desfiles, figuras ilustres y los versos de Vaccarezza.
Por Jessica Blady
Fuente: La Nación