La pagoda japonesa que se ve desde la autopista

13266106_1313077882068953_5346505137007754827_n

Ni restaurante ni casa de té. Por décadas, esta edificación de estilo asiático generó la curiosidad todo aquel que se movilizara por la autopista y sus alrededores

Para LA NACIONPaula Iked

“¿Una casa de té, un restaurante? “. Por más de tres décadas, la construcción -conocida como la “pagoda” de la calle Echeverría- generó curiosidad y también misterio en quienes recorrían la Autopista Ingeniero Pascual Palazzo, la Panamericana.

El edificio, imponente, ocupa parte de una zona del partido de Vicente López llamada Quinta Güemes (que perteneció, efectivamente, al doctor Luis Güemes, nieto de Martín Miguel de Güemes). “El casco principal estaba al lado de la pagoda, donde hoy se instaló la empresa Bayern”, aseguran.

El Templo Tenrikyo
El Templo TenrikyoPilar Camacho

El terreno cambió de dueño en 1991, cuando fue adquirido por la Gran Iglesia Tenrikyo, aunque las obras comenzaron dos años después. Poco a poco, el edificio fue descubriendo su particular estilo. La construcción demoró diez años.

“Todo estuvo a cargo de la Gran Iglesia Tenrikyo a la que pertenecemos”, señala el japonés Masaaki Nakamura. Es uno de los 300 tenrikyanos -tal como se denomina a los fieles del Tenriismo- en la Argentina. Se trata de una religión moderna nacida en la ciudad de Tenri, prefectura de Nara, Japón reconocida por la secretaría de Culto y Civilización que, por primera vez en su historia, acaba de nombrar a un argentino como máxima autoridad en el país. El jefe espiritual, llamado “Kyokaicho san” o “Kaicho san” (maestro) es Fernando Masiuk.

"Pocos me conocen como Fernando Masiuk, para todos acá soy ‘Kaicho san’, soy el Encargado, la autoridad máxima en este lugar”, comenta el argentino, jefe espiritual de Tenrikyo en Argentina
«Pocos me conocen como Fernando Masiuk, para todos acá soy ‘Kaicho san’, soy el Encargado, la autoridad máxima en este lugar”, comenta el argentino, jefe espiritual de Tenrikyo en ArgentinaPilar Camacho

Un argentino, jefe espiritual

“Aquí son pocos los que me conocen por mi nombre -explica el argentino Fernando Masiuk-. Para todos acá soy ‘Kaicho san’, el Encargado, la autoridad máxima en este lugar”. El reverendo, de 42 años, recibe a LA NACION pocos días después de su ceremonia de envestidura. Luce un atuendo tradicional japonés (happi), saluda con un beso e invita a conocer el lugar, ese que tantos comentarios generó a través de tres décadas. “Me gustaría que las personas conocieran más de la Iglesia, el templo, y lo que hacemos”, dice.

-¿Cómo llegó a ser parte de Tenrikyo?

-Este edificio tiene mucho que ver, porque yo era vecino de la zona, de Olivos, y pasaba diariamente por acá. Veía cómo todo se iba edificando poco a poco y también cómo, en un momento, de golpe, la construcción se paró. Pensaba: “¿Y esto qué es?, ¿cuándo va a arrancar?”. Hasta que finalmente se inauguró. Yo tendría veinti tantos años y me acerqué al lugar con una certeza en mi mente: “Cualquier cosa que hagan acá, yo quiero participar”, pensaba.

-¿Estaba al tanto de qué se trataba?

-Empecé a averiguar. Me acuerdo que había una cartelera en la entrada con actividades y pregunté qué puedo aprender acá. Vi que enseñaban artes marciales, pero eso no era lo mío. También daban clases de idioma japonés y, como a mí me gustaba la cultura japonesa, me acerqué por ahí. Después conocí el resto, claro. Cuando uno estudia idioma, quiere profesores nativos aunque hablen mal castellano. Yo quería aprender y empecé a tomar clases con Seiko sensei (maestra), que era nativa y había venido a la Argentina como misionera de Tenrikyo. Y por esas cosas de la vida terminamos casados y con hijos. Ella –señala– es mi esposa, la reverendo Seiko Okano.

"Me acequé al lugar con la idea en mi mente: 'cualquier cosa que hagan acá, yo quiero participar'. Así el argentino Fernando comenzó a estudiar idioma japonés, con la misionera Seiko quien más tarde se convertiría en su esposa
«Me acequé al lugar con la idea en mi mente: ‘cualquier cosa que hagan acá, yo quiero participar’. Así el argentino Fernando comenzó a estudiar idioma japonés, con la misionera Seiko quien más tarde se convertiría en su esposaPilar Camacho

-¿Un jefe espiritual se puede casar y tener hijos?

-Sí, justamente, la familia es la base de esta religión. Se puede ser soltero y profesar la religión igual, pero la familia es el núcleo social más chico que se podría tener, ya que el tenriismo apunta a lo social, a lo global, y no a lo personal. Hoy yo tengo un hijo de quince años, otro de nueve y una hija de trece. Los tres viven acá, participan de las ceremonias, pero van al colegio y hacen sus cosas. ¿Si se espera de ellos un comportamiento ejemplar? Sería lo ideal, pero no es así (ríe).

El templo de Panamericana

“En el terreno original había una casita donde vivía una descendiente de Güemes. Hoy, una parte de esa construcción se utiliza como doyo de judo”, explica Nakamura
“En el terreno original había una casita donde vivía una descendiente de Güemes. Hoy, una parte de esa construcción se utiliza como doyo de judo”, explica NakamuraPilar Camacho
La vista de la Panamericana desde lo alto del templo
La vista de la Panamericana desde lo alto del temploPilar Camacho

“Lo primero que uno piensa cuando ve el lugar, además de ‘es una casa de tées que se trata de un templo budista, porque de Tenrikyo poco se sabe. Es una de las cinco religiones más grandes del Japón, además del busdismo y el sintoísmo”, afirma el reverendo.

Las tres sílabas que forman la palabra Tenrikyo tienen un significado particular. “Ten” quiere decir Universo; “Ri” es Principio y “Kyo” significa Enseñanza. La religión nació en Japón en 1838, cuando Dios se reveló a través de Oyasama (una mujer, Nakayama Miki) con el deseo de enseñar el camino de la salvación a toda la humanidad.

“Nosotros creemos en un solo Dios, que es el mismo Dios para todas las religiones, lo único que varía es el tema de la cultura y el tiempo”, explica. El Encargado detalla que la religión desembarcó en la Argentina en 1976, que está inscripta como “Asociación Religiosa Tenrikyo de Buenos Aires” en el Registro Nacional de Cultos, y que el majestuoso edificio que se vislumbra desde la Panamericana es su Templo.

-¿Cómo fue la construcción?, ¿quién compró el terreno y llevó adelante la obra?

-El lugar es un resultado, no un comienzo. El resultado de la llegada, en 1976, del maestro Shin como misionero, quien vivió en Fuerte Apache, fue instructor de artes marciales y se abrió camino, primero en su casa y luego alquilando lugares para dar a conocer la religión. A medida que aumentaban los creyentes, se fueron creando casas misioneras, pequeñas filiales. Fue allí cuando se buscó un lugar y se encontró éste, aunque él no pudo juntar el dinero para comprarlo. Pero nosotros dependemos de una Gran Iglesia que está en Kyoto, Japón, (lo que para los católicos sería un especie de Arzobispado) que comprendió que en la Argentina había un gran futuro. Los creyentes de Japón ayudaron con un Osonae -una “ofrenda sincera para Dios”- que permitió pagar el terreno y la construcción.

En el techo del templo se luce la insignia (kamon) de la familia Nakayama, la de la fundadora de Tenrikyo
En el techo del templo se luce la insignia (kamon) de la familia Nakayama, la de la fundadora de TenrikyoPilar Camacho

-La llaman “la pagoda japonesa de Panamericana”. ¿Trajeron las piezas desde Japón?

-No sería una pagoda, sino un templo japonés (shinden). Efectivamente, la planificación vino desde Japón, pero el resto se hizo todo acá. Lo desarrolló un arquitecto argentino que viajó a Japón para estudiar cómo son las construcciones. Pero, como en Japón los templos son mayormente de madera y con otro tipo de tejas, le fueron encontrando la vuelta… Les llevó años. Desde Argentina se mandó un detalle del tipo de materiales que tenemos y las forma de trabajar, para que los adaptasen. Recién ahí, desde Japón devolvieron el plano final con todos los materiales y las técnicas a usar.

-¿Los templos de Tenrikyo deben tener una forma especial?

-Suelen tener estilos de construcción similares. Aunque este espacio es muy grande, el predio tiene diez mil metros cuadrados, mientras que en Japón muchos templos son casas. Resultó un desafío particular, muy distinto a lo que solían planificar. Lo que sí, el de acá por ejemplo, está orientado a la sede en Tenri, que llamamos Ojiba.

La ceremonia (Tsutome) comienza con la entrada del Kyokaicho san (maestro). Los participantes visten trajes especiales llamados Kyofuku. El interior del templo todo es de estilo japonés
La ceremonia (Tsutome) comienza con la entrada del Kyokaicho san (maestro). Los participantes visten trajes especiales llamados Kyofuku. El interior del templo todo es de estilo japonésPilar Camacho
En el templo se realizan dos ceremonias diarias, así como una mensual, el segundo domingo de cada mes
En el templo se realizan dos ceremonias diarias, así como una mensual, el segundo domingo de cada mesTenrikyo Argentina

-¿Cómo es la rutina diaria en el lugar?

-Mi familia y yo vivimos aquí, en las casitas que están construidas en el fondo. Cada mañana con mi esposa nos despertamos a las 4:30, nos ponemos un traje blanco y limpiamos todo lo que es el Templo. Preparamos todo para la primera ceremonia. Tenemos dos diarias, a las 6:30 y a las 18, además de las ceremonias mensuales. Oficiamos con movimientos y danzas sagradas, y presentamos nuestras ofrendas: comida, frutas y verduras.

-Dentro de la iglesia, ¿hay alguna restricción?

-A diferencia de otras religiones, en Tenrikyo nosotros tenemos una madurez espiritual propia, cada fiel puede mantener su filosofía. Es como una guía, nada es obligado. No es que si comés carne los domingos estás pecando, o que si no haces tal cosa te vas al infierno. En realidad, no creeemos ni en el paraíso ni en el infierno. Se trata de no hacerle mal a otra persona, así son nuestros parámetros de creencia.

"Esta religión la fundó una mujer, en una época donde, encima, la cultura en Japón dictaba que el hombre lo hacía todo, Una mujer luchó para que se escuchase la voz de Dios y, para nosotros, eso es muy importante"
«Esta religión la fundó una mujer, en una época donde, encima, la cultura en Japón dictaba que el hombre lo hacía todo, Una mujer luchó para que se escuchase la voz de Dios y, para nosotros, eso es muy importante»Pilar Camacho

-Evidentemente, tienen sus trajes característicos.

-Usamos túnicas, kimono y “hakama”(un plantalón largo con pliegues). Mujeres y hombres por igual. Acá adentro nos vas a ver con este “happi” (traje tradicional) y en las ceremonias sí me pongo un traje, que es negro con detalles en blanco.

Tenrikyo en Argentina

Cuenta el jefe espiritual que “a los dos años de comenzar a estudiar acá, nos casamos. Volvimos a Japón y nos casamos allá. Decimos que ‘volvimos’ y no que ‘fuimos’, porque en nuestra religión el Ojiba (en Tenri, Nara) es como la cuna de la humanidad, ahí nacemos. Así que volvemos a nuestro origen, esa es otra gran diferencia con otras religiones. Vivimos allá un tiempo, y en 2017 nos mudamos a San Rafael, Mendoza, donde abrimos una casa misionera. Ya luego nos vinimos a Buenos Aires, fue cuando el encargado anterior enfermó, escuchamos el llamado”.

-¿Cómo llega uno a convertirse en Encargado?, ¿hay algún tipo de votación?

-El Kaicho san anterior asumió en 2014 y estuvo hasta el año pasado. Se es Encargado hasta que se diga ‘ya no doy más’, y el cambio no fue porque estaba viejo, sino que le detectaron un cáncer en estado cuatro y se lo trató en Japón. Desde allí dirigía virtualmente hasta que el jefe de la Gran Iglesia pensó que ya era hora de cambiar, y así el Encargado nos consultó si queríamos seguir y dijimos que sí.

Los oficiantes y fieles realizan una danza con movimientos armoniosos. "Más del 90% de los que asisten a este templo son argentinos"
Los oficiantes y fieles realizan una danza con movimientos armoniosos. «Más del 90% de los que asisten a este templo son argentinos»Tenrikyo Argentina
El Templo se divide en dos partes: el Shinden (altar) y el Sanpaijoo (lugar donde se hace sanpai, o saludo a Dios). Tres altares presiden el lugar. “Uno está dedicado a Dios, otro a la fundadora y el de la izquierda, más pequeño, a los antepasados. Todos los días ofrendamos comida, verduras y frutas en las ceremonias"
El Templo se divide en dos partes: el Shinden (altar) y el Sanpaijoo (lugar donde se hace sanpai, o saludo a Dios). Tres altares presiden el lugar. “Uno está dedicado a Dios, otro a la fundadora y el de la izquierda, más pequeño, a los antepasados. Todos los días ofrendamos comida, verduras y frutas en las ceremonias»Tenrikyo Argentina
"En la ceremonia se elevan plegarias cantando en idioma japonés mientras los ayudantes tocan instrumentos típicos"
«En la ceremonia se elevan plegarias cantando en idioma japonés mientras los ayudantes tocan instrumentos típicos»Tenrikyo Argentina

– ¿Cómo fue la reacción de la familia, amigos, vecinos del lugar ante algo tan distinto?

-Es verdad que las personas suelen reaccionar a lo distinto. Yo mismo era un escéptico de las religiones y hasta los 15 años fui católico e hice todas las cosas que se hacen por tradición. Pero con nosotros pasó todo lo contrario. La gente que llega acá, muchas veces por curiosidad y muchas otras por el “boca en boca”, se acercó siempre con mucho respeto.

-Muchos de los cantos y oraciones que realizan durante las ceremonias son en japonés, ¿participan solo japoneses?

-Al revés, más del 90 por ciento son argentinos. Por ejemplo aquí, los únicos japoneses son mi esposa y una familia de misioneros que vinieron para ayudarnos. En Brasil, Tenrikyo es muy grande, pero en Buenos Aires hay muchos nikkei (descendientes de japoneses) pero no siguen este camino. Muchos de los que japoneses que vienen es porque ya eran de familia tenriikiana.

"Es una religión bastante joven. No fue hace tanto, en 1838, que Dios le pide permiso a la familia para tomar el cuerpo de MIki Nakayama, nuestra fundadora. A partir de ahí ella comienza a ser Oyasama"
«Es una religión bastante joven. No fue hace tanto, en 1838, que Dios le pide permiso a la familia para tomar el cuerpo de MIki Nakayama, nuestra fundadora. A partir de ahí ella comienza a ser Oyasama»Pilar Camacho
Manzanas miniatura en el predio de Tenrikyo. Además, cuentan conbambúes, árboles de ginko, de sakura y de ume. También kaki, fruta apreciada en Japón
Manzanas miniatura en el predio de Tenrikyo. Además, cuentan conbambúes, árboles de ginko, de sakura y de ume. También kaki, fruta apreciada en JapónPilar Camacho

El jefe espiritual invita a recorrer el lugar. No solo el interior del templo (tsutome), sino también el exterior, con una vista sin igual de la Panamericana donde incluso cuentan con un moderno ascensor exterior para aquelllos que no puedan acceder por las escaleras. El kaicho san atraviesa el parque, un pequeño pedazo de Oriente ideado por el bonsaísta Hideo Sugimoto, con sus bambúes, árboles de ginko, de sakura y de ume (albaricoque japonés, con el que cada año preparan umeshu, un licor tradicional) y también de kaki, fruta apreciada en Japón.

-Un lugar tan grande, ¿cómo se mantiene?

-Los servicios se siguen manteniendo por el Centro Cultural Japonés Tenri y por los fieles. Antes se mantenía con el Osonae, el dinero que aportan los fieles, que es para Dios pero se usa para la Iglesia, pero lamentablemente Argentina no tiene muy buena experiencia con los diezmos y el dinero que se pone se malgasta o se gasta de manera personal y no tanto para la Iglesia. Y si bien ofrendan dinero, es poco para mantener este lugar o mantener una persona, no es posible. De hecho tuvimos este discurso el domingo, tratando de explicarle al argentino qué es el Osonae, porque es difícil. Acá se piensa que es una donación de dinero o una colaboración, cuando en realidad para nosotros es nuestro tiempo que se lo dedicamos a Dios. Porque quizá estoy trabajando afuera ocho horas y no llego a venir a ayudar de la Iglesia, a cortar el pasto, a dar clases, pero quiero agradecerle a Dios que salvó a mi hermana o pedirle que la salve. Entonces, de esas ocho horas que trabajé afuera, voy a dar tres. “Como no puedo ir, voy a dar el equivalente”, es una ofrenda.

El Centro Cultural Japonés Tenri, que funciona dentro del predio. "Hay actividades y clases desde que abríó. Hoy damos judo, karate, origami, kendo, aikido e idioma japonés"
El Centro Cultural Japonés Tenri, que funciona dentro del predio. «Hay actividades y clases desde que abríó. Hoy damos judo, karate, origami, kendo, aikido e idioma japonés»Pilar Camacho
Algunos de los principios de Tenrikyo. "Gratitud, humildad y ayuda mutua"
Algunos de los principios de Tenrikyo. «Gratitud, humildad y ayuda mutua»Pilar Camacho

-El templo parece salido una película, ¿les han pedido el lugar como escenografía?

-Pedir, lo piden. Se han acercado por publicidades y, en algunos casos, se dio permiso para algunas cosas. En este lugar, antes de la pandemia se hacían festivales (bazaa, en japonés), con stands y modo kermés, también se celebraban casamientos, algo podría volver ya que ahora depende de mí. Tenemos una ceremonia mensual abierta, el segundo domingo de cada mes, y quienes quieran también puede acercarse y participar de las ceremonias de las seis de la tarde. Hace años que el templo está, pero pocos saben que este lugar está abierto al público.

El jefe espiritual y su esposa frente al templo de Tenrikyo
El jefe espiritual y su esposa frente al templo de TenrikyoPilar Camacho
El estilo japonés predomina en todo el predio. En el lugar también se dictan clases de idioma y de artes marciales
El estilo japonés predomina en todo el predio. En el lugar también se dictan clases de idioma y de artes marcialesPilar Camacho
Los daruma japoneses, tradicionales figuras del folclore japonés
Los daruma japoneses, tradicionales figuras del folclore japonésPilar Camacho
El atuendo tradicional de las ceremonias de Tenrikyo
El atuendo tradicional de las ceremonias de TenrikyoPilar Camacho
"En Tenri, Nara, estaría lo que en la versión católica  sería donde habita el Papa"
«En Tenri, Nara, estaría lo que en la versión católica sería donde habita el Papa»Pilar Camacho
El librito con los himnos sagrados en japonés, para poder ir siguiéndolos en caracteres romanos
El librito con los himnos sagrados en japonés, para poder ir siguiéndolos en caracteres romanosPilar Camacho
Las banderas de Argentina y del Japón en el dojo. En el medio, el kamon (insignia) familiar de la fundadora de la religión
Las banderas de Argentina y del Japón en el dojo. En el medio, el kamon (insignia) familiar de la fundadora de la religiónPilar Camacho
Una de las casitas originales de la Quinta de Güemes, convertida en dojo
Una de las casitas originales de la Quinta de Güemes, convertida en dojoPilar Camacho

Por Paula Ikeda

Fuente: La Nación