El regreso a clases con barbijo
Tratando de reconocerse detrás de los barbijos y acostumbrándose a la distancia, los chicos de la Escuela 18, «Yapeyú», en el barrio porteño de Villa Crespo, volvieron este miércoles las aulas tras once meses de educación virtual.
Con timidez, tratando de reconocerse detrás de los barbijos y acostumbrándose a eso de mantenerse lejos de los amigos, los chicos de la Escuela 18, «Yapeyú», en el barrio porteño de Villa Crespo, volvieron este miércoles las aulas tras once meses de educación virtual.
Bautista empezó hoy tercer grado y, según dijo su mamá, estaba tan ansioso que se despertó a las seis de la mañana. «Estaba nervioso, extrañaba venir a la escuela», contó Bautista parado en la puerta de la escuela con su delantal blanco, barbijo y unas cartulinas rojas que le asomaban desde la mochila.
Romina, su mamá, agregó: «Estoy contenta que pueda ver de nuevo a sus compañeros y a la señorita, está muy entusiasmado, esperemos que le dure».
En esta nueva normalidad, la imagen de entrada de los colegios cambiaron. Ya no hay chicos corriendo en la puerta, ni padres hablando en la vereda de enfrente. Apenas queda un saludo a lo lejos, un choque de codos y los chicos que, con timidez, intentan aprender los nuevos códigos.
Como indica el protocolo elaborado por el Gobierno porteño, alumnos y alumnas deben ingresar de a uno para que les tomen la temperatura y continuar con el segundo paso: limpiarse los pies en una alfombra sanitizante y colocarse alcohol en gel de un «totem».
La escuela «Yapeyú» tiene unos 240 alumnos de jardín y primaria que hasta el año pasado asistían a jornada completa. Y aunque desde hoy la presencialidad será sólo de cuatro horas es una de las escuelas que sí pudo cumplir con el objetivo del Gobierno porteño de garantizar al menos una jornada simple todos los días para todos los alumnos.
Liliana Carrizo, la directora, explicó que «cada escuela ,a partir de sus recursos edilicios y humanos, tiene una organización diferente , hay que considerar espacios, cantidad de docentes a cargo».
«Lo que hicimos nosotros es ver la cantidad de metros cuadrados sugeridos por el Ministerio de Educación para cada aula y ahí ver cuántos chicos podrían ingresar respetando el distanciamiento», contó, al tiempo que agregó que, «todo lo que tiene que ver con la organización, lo hicimos con el personal».
La Yapeyú es una de las 2.117 escuelas de la Ciudad que hoy volvieron a abrir sus puertas tras el cierre forzado por la pandemia de coronavirus que las obligó a la educación a distancia en el inicio del ciclo lectivo del año pasado.
En el cronograma diseñado por el Gobierno porteño, los que regresaron a las clases presenciales fueron los alumnos y alumnas de jardín maternales y de infantes desde los 45 días hasta los 5 años, los primeros tres grados del nivel primario y educación especial, y 1º y 2º año de los colegios secundarios.
Cecilia es mamá de Santiago, de 2 años, quien ya había comenzado en la escuela el año pasado. «Santi estaba muy contento porque quería volver a la escuela, quería volver a ver a sus compañeros», contó Cecilia quien explicó que, a su hijo, «le toca venir todos los días cuatro horas» y que el colegio les aseguró que «el protocolo se cumple y que los chicos van a estar cuidados».
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202102/544818-barbijo-y-timidez-presentes-entre-los-chicos-en-el-regreso-a-clases.html