Alimentación en épocas de bajas temperaturas

Comenzó el invierno y hay que prestarle mayor atención a la necesidad de una alimentación saludable para fortalecer el sistema inmunológico. Sobre qué alimentos debemos consumir en épocas de bajas temperaturas, opinó para Télam la Lic. María José Amiunes, nutricionista especializada en pacientes con enfermedades de riesgo cardiovascular ( colesterol alto, diabetes, hipertensión). @nutricionamiunes

Por Lic. María José Amiunes

Llegó el invierno y con esta época del año ocurren algunos cambios desde la alimentación y actividad física que no favorecen a nuestro sistema inmunológico.

Al comenzar el frío, una de las cosas más comunes que ocurren es estar más tiempo adentro, los días se vuelven más cortos, y por lo tanto la actividad física empieza a disminuir. Movernos todos los días un poquito tiene efectos positivos en nuestro peso, en nuestros huesos y articulaciones, en la absorción de minerales, como también en conservar la masa muscular que previene de muchas enfermedades. Movernos no solo tiene un impacto positivo en nuestra salud física, sino también mental y emocional. Por ese motivo, te sugiero poder moverte como mínimo 30 minutos diarios en este invierno.

Y los cambios también suceden en la alimentación y nuestras elecciones en la comida. Venimos de comer ensaladas, frutas, tomar mucha agua, comer liviano, y de repente el cuerpo parece que nos pide más calorías, más combustible para pasar estos días y esa ensaladita no alcanza.

En realidad las frutas y verduras siempre son la mejor opción en cualquier estación del año: tienen vitaminas, minerales, antioxidantes, fitoquímicos y fibra, que mejora muchísimo nuestra salud y refuerza nuestro sistema inmunológico.

Sin embargo, las comidas frías cuestan más en esta época para algunas personas; por eso, te propongo que puedas incorporar verduras a través de sopas caseras, además podés cocinar vegetales al wok, al vapor, a la plancha o al horno. Podés realizar ensaladas tibias, donde incorpores una verdura cruda, por ejemplo hojas de rúcula, lechuga o tomates, y alguna verdura cocida calentita como brócoli, zapallo o repollitos de Bruselas por ejemplo. Podés incorporar verduras en guisos, wok, estofados, ricos y salsas, tartas, revueltos, soufflé.

Las frutas también suelen ser un grupo de alimentos desplazados en esta época del año, por eso te sugiero tener una frutera visible y las frutas siempre disponibles para que sean opción de toda la familia. También podés incorporarlas en jugos, licuados con leche o agua o bebidas vegetales, en ensaladas agridulces. También podes realizar budines, pancakes o compota de frutas, como postre para matar antojo dulce.

Las verduras de estación en invierno son: acelga, achicoria, apio, batata, berro, brócoli, cardo, coliflor, cebolla de verdeo, chaucha, escarola, espinaca, hinojo, nabo, nabiza, puerro, rábano, radicheta, remolacha, repollo, repollitos de Bruselas, zanahoria, zapallo, calabaza.

Y las frutas de estación son: banana, ciruela, durazno, limón, mandarina, melón, membrillo, naranja, palta, pelón, pera, pomelo.

Siempre es más saludable elegir alimentos de época.

El agua es otro alimento un tanto olvidado en el invierno; el frío nos hace olvidar la sensación de sed y no consumimos lo indicado. Podés sumar infusiones calentitas a lo largo del día, como mate cebado, té de hierbas. Pero nada reemplaza el consumo de agua potable, de 2 a 3 litros todos los días. Te recomiendo tener alguna botellita viable y cerca, para no olvidarte. No esperes a tener sed para ingerir agua, ya que la sed es el primer signo de deshidratación.

Además, algo que sucede en el invierno es pasar más tiempo adentro y menos expuestos al sol. Es necesario exponernos al sol, en horarios adecuados para mejorar y favorecer la absorción de la vitamina D.

Fuente; Télam