Vivir con dislexia
Es una dificultad de aprendizaje en la que la capacidad de un niño para leer o escribir está por debajo de su nivel de inteligencia. Se tiende a usar este término de manera amplia ante cualquier problema de lectura. Hablando con propiedad, la dislexia es la dificultad para leer causada por un impedimento cerebral relacionado con la capacidad de visualización de las palabras. En lenguaje médico se llama ceguera congénita de las palabras; los maestros la suelen denominar impedimento para leer.
La gente con dislexia suele invertir las letras cuando trata de escribir una palabra aunque sepan deletrearla. También suelen escribir algunas letras al revés o invertidas. La lectura es difícil porque no pueden distinguir determinadas letras o las invierten mentalmente. Aunque hasta hace poco se calificaba a los niños con dislexia como «incapacitados para aprender», la mayoría pueden aprender y sus problemas no están relacionados con la inteligencia. De hecho, muchos disléxicos son muy inteligentes y algunos alcanzan un éxito extraordinario.
Causas
No hay ninguna seguridad sobre lacausa de la dislexia. Se cree que el origen es una falta del sistema nervioso central en su habilidad para organizar símbolos gráficos.
Síntomas
Los niños y adultos con dislexia pueden presentar algunos de estos síntomas:
- Dificultad para leer oraciones o palabras sencillas. Suelen presentarse problema frecuentes con palabras cortas como del o por.
- Invierten las palabras de manera total o parcial, por ejemplo casa por saca.
- Escriben la misma palabra de distintas maneras.
- Invierten las letras, por ejemplo p por b, o d por b.
- Tiene dificultadas para ver que una palabra está mal escrita.
- Cometen errores de ortografía raros, como merc por comer.
- Copian las palabras mal aunque están mirando cómo se escriben.
- Conocen una palabra pero usan otra, como gato por casa.
- Tienen dificultades para distinguir la izquierda de la derecha.
Las personas con dislexia tienen dificultades para distinguir determinadas letras del alfabeto.
Prevención
Diferentes estudios han demostrado que la dislexia tiene un carácter hereditario; a pesar de esto, con una intervención adecuada, se puede mejorar la velocidad lectora hasta niveles funcionales.
Diagnóstico
Si su hijo tiene dificultades para leer, el pediatra debe examinarle la vista, el oído y la capacidad motriz para detectar algún problema. Si no existe ningún trastorno en estas áreas, debe llevarlo a un especialista en lectura y/o a un psicólogo infantil. El doctor examinará al niño en busca del problema físico o emocional que origina sus dificultades para leer. El psicólogo o el especialista en lectura le hará pruebas de diagnóstico referidas a lectura, escritura y memorización. Estas pruebas permiten verificar el diagnóstico de dislexia.
Tratamientos
Una vez se ha diagnosticado dislexia un tutor en fonética puede elevar al niño hasta el nivel de lectura apropiado para su inteligencia. Se debe informar al maestro del niño y pedirle que sea comprensivo. Existen versiones de exámenes adaptados para estudiantes con dislexia. La dislexia puede superarse cuando está correctamente diagnosticada y se la trata con paciencia y fuerza de voluntad. Las dificultades en la educación suelen ser el resultado de un diagnóstico equivocado y la consiguiente frustración del niño al sentirse incapaz. Busque las áreas en las que el niño se destaca y ponga el énfasis en ellas.
Un niño puede tener problemas para leer, pero ser un genio en matemáticas, música u otros campos. Los ordenadores y las nuevas tecnologías son herramientas de aprendizaje especialmente útiles para los niños que tienen dislexia, ya que permiten desarrollar habilidades para escribir que de otra manera no se podrían lograr. Muchos niños disléxicos son capaces de compensar sus desventajas con relativa facilidad; sin embargo, suelen tener más dificultades para superar el problema emocional de sentirse incapaces.
Lo más importante es que sea paciente con su hijo y lo ayude a entender que él no tiene ninguna culpa. Con aplicación y técnicas especiales la mayoría de los niños con dislexia pueden disfrutar de la lectura y leer bien. Los disléxicos van a cometer siempre muchos errores al escribir, pero pueden leer normalmente e incluso por encima del nivel promedio. Una máquina de escribir o una computadora pueden ayudarlos a mejorar su escritura. Muchas escuelas ofrecen la alternativa de exámenes orales para los niños con dislexia.
Entre un cinco y un ocho por ciento de los niños escolarizados en educación primaria y secundaria presentan dislexia, un trastorno neurológico por el que la capacidad para leer o escribir está por debajo del nivel de inteligencia de la persona. Según un informe del Instituto de Salud de Estados Unidos, hasta un 15 por ciento de la población podría sufrir este problema, ya que muchas personas estarían sin diagnosticar. “El impacto social que tiene que soportar una persona disléxica es muy grande”. En niños y niñas “estas dificultades pueden desencadenar trastornos emocionales como ansiedad, baja autoestima y fracaso escolar, mientras que en el caso de los adultos, puede llevarles a reducir sus expectativas profesionales”, explica la experta.
Sin embargo, es posible identificar este trastorno en casa, conociendo una serie de indicadores de progreso que los niños deben haber superado según su franja de edad; si un escolar falla en alguno de estos indicadores, podríamos estar ante un caso de dislexia. En este sentido, es muy importante hacer un seguimiento de los avances del niño en el colegio y “estar alerta de los informes escolares y los avisos de los profesores, pues para los padres es difícil conocer el nivel académico de su hijo al no poder compararlo con el resto de la clase”, advierte la experta.
Un niño de 5 a 7 puede tener dislexia si:
- No es capaz de relacionar grafía y sonido.
- No consigue identificar los sonidos que componen las palabras.
- No sabe reconocer palabras que empiezan con la misma letra, por ejemplo: mamá, mapa, mantel.
- No puede leer y deletrear palabras sencillas ya aprendidas.
- Tiene serias dificultades para aprender los días de la semana y los números del 1 al 10.
- No tiene capacidad para rimar palabras: gato-pato, beso-queso.
Un niño de 7 a 9 años puede tener dislexia si:
- No mejora su velocidad lectora a esa edad.
- No se sabe las tablas de multiplicar.
- Comete errores ortográficos naturales o básicos.
- No es capaz de construir discursos escritos bien estructurados.
- Utiliza con frecuencia “eso” o “esa cosa” en vez de usar palabras específicas para referirse a objetos y cosas.
Estos indicadores son signos de alerta. Cuando los padres identifican alguno de estos problemas, es aconsejable consultar con un especialista que pueda precisar si se trata de un caso de dislexia o de otro tipo de trastorno. López Sala explica que, a la hora de diagnosticar dislexia se deben tener en cuenta los antecedentes familiares, la motricidad del niño y su destreza en las relaciones sociales, la adquisición de hábitos y el uso del lenguaje.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psicologicas/dislexia.html