La tele argentina, según pasan los años
En la Argentina, la televisión se inauguró el 17 de octubre de 1951, con la transmisión de sendos discursos de Perón y Evita desde la Plaza de Mayo, pero se tornó accesible y popular a principios de los ‘60.
Hasta mediados de la década predominaron las series de origen norteamericano. Abundaban las del Lejano Oeste, con sus clásicos muchachitos: los cowboys. Pero poco a poco fueron volviendo a la TV estadounidense algunos libretistas y autores prohibidos por el macarthysmo que le darían un toque inteligente y crítico a las series de humor.
Surgen así Los Locos Adams y El Superagente 86, sátiras de géneros clásicos como el terror y el espionaje, e incluso Batman, con su acidez y surrealismo.
Este auge del humor televisivo tendría un correlato en nuestro país, sobre todo a partir de las producciones de Canal 13. Comedias como La Nena y Dr. Cándido Pérez, Señoras o La familia Falcón, recreaban con un nítido toque local, modelos importados.
Uno de los éxitos más notables fue el de Pepe Biondi en Viendo a Biondi, quien introdujo lo que se transformaría en un clásico de nuestra TV: la creación de slogans, frases y palabras que se incorporarían al habla cotidiana y la mirada cómplice hacia el espectador tan rara e innovadora por entonces como cotidiana por estos días.
Pepe Biondi, figura clave de la televisión argentina. / Archivo Clarín
Esta fue la época de Sábados Circulares de Mancera, el primer programa con una gran producción periodística y técnica que hizo conocer al público argentino a figuras como Joan Manuel Serrat e introdujo la “cámara sorpresa”.
La Feria de la Alegría, un programa de entretenimientos regalaba departamentos y autos, y Carlitos Balá comenzaba a preguntar ¿qué gusto tiene la sal?
Tato Bores ponía en aprietos a los gobiernos de turno con sus incisivos monólogos.
De Olmedo a Titanes en el Ring
A comienzos de los ‘70, proliferaban los programas cómicos como Operación Ja Ja, La Tuerca y Telecómicos. A la hora de la merienda llegaba el Capitán Piluso con Alberto Olmedo y su inseparable compañero, Coquito (Humberto Ortíz).
Capitán Piluso, célebre personaje de Alberto Olmedo. Foto Télam
Los domingos a la noche la cita obligada era Titanes en el Ring con Martín Karadagian, creador de decenas de personajes como La Momia, Pepino el Payaso y un luchador para cada colectividad, desde Tenenbaum, “el campeón israelí”, hasta José Luis, “el campeón español”, sin olvidar a los originarios, representados por el Indio Comanche y sus dedos magnéticos.
Los adolescentes aprendían el paso de baile de moda mirando Alta Tensión y Música en Libertad, y los adultos se informaban viendo El repórter ESSO.
Una de las primeras “series” similares a las actuales fue Cosa Juzgada, con libro de Juan Carlos Gené, Martha Mercader y Calos Somiglina; dirección de David Stivel y un elenco extraordinario, con Federico Luppi, Marilina Ross y Bárbara Mujica. Emitida entre 1969 y 1971, se basaba en hechos judiciales reales.
Notables actores formaron parte de Cosa Juzgada. / Archivo Clarín
Pero la emisión de programas y series de televisión era por entonces y lo será por lo menos hasta los ’80, un remedo del cine y no llegaba a desplazarlo. El televidente era un pasivo espectador pendiente de la programación de unos pocos canales.
La revolución de estos tiempos de plataformas digitales consiste en que las mayores producciones e inversiones se van desplazando al formato serie con sus temporadas y a la posibilidad de que el espectador se transforme en programador, en quien elige el cómo, el qué y el cuándo en detrimento de la llamada televisión abierta y al cable tradicionales.
Influye decididamente también la baja del interés por el vivo.
La oferta es inmensa y para todos los gustos, y la tendencia parece irreversible, elevando la edad promedio de los televidentes de los medios clásicos a la franja superior a los 50 años.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/tele-argentina-pasan-anos-grandes-exitos_0_RQw54j6qs.html