¿Qué es la comunicación no violenta?
La comunicación no violenta es una forma de expresar ideas, emociones y necesidad sin recurrir a la imposición o la agresividad. Te enseñamos todo lo que debes saber sobre ella.
La comunicación no violenta (CNV), también conocida como comunicación colaborativa o comunicación compasiva, es un término creado por Marshall Rosenberg a mediados de 1960 y consolidado por él mismo en las décadas posteriores. Su libro Comunicación no violenta, un lenguaje de vida resume muy bien los principales postulados de su teoría, una que bebe del océano de la terapia centrada en la persona.
Esta modalidad de comunicación tiene múltiples aplicaciones en el día a día. La idea capital que sostiene al concepto señala que la mayoría de los conflictos surgen debido a alteraciones en la forma de comunicar las necesidades humanas. Esto debido a que se opta por comunicar ideas y sentimientos con un tinte violento, manipulador y agresivo. Te enseñamos cuáles son las características e importancia de este tipo de comunicación.
Características de la comunicación no violenta
La comunicación no violenta (CNV) es un concepto muy amplio que ha sido abordado intensamente por Rosenberg y otros autores. Por tanto, sus características son muy variadas, aunque podemos resumir sus postulados teniendo en cuenta dos categorías: sus componentes principales y los modos en que se puede aplicar. Veamos con detalle a qué se hace referencia en cada caso.
Componentes de la CNV
Los componentes de la CNV son los pilares sobre los cuales se sostiene la teoría de Rosenberg. No son más que las variables que las personas deben tener en cuenta para materializar este tipo de comunicación. Se distinguen cuatro componentes:
- Observación: son todas aquellas cosas que puedes ver u oír y que se consolidan como el estímulo de tus reacciones. A través de la observación valoras los hechos de forma objetiva, por medio del proceso de evaluación. Desde una perspectiva neutra, la persona identificará los estímulos que lo llevan a desarrollar determinadas ideas, sentimientos y emociones.
- Sentimientos: reúne el conglomerado de la experiencia emocional que han sido o no satisfechas. El objetivo para desarrollar una comunicación no violenta consiste en identificar y catalogar dichos sentimientos y emociones.
- Necesidades: hace referencia a los anhelos, las aspiraciones y los deseos que se ocultan detrás de los procesos comunicativos (específicamente, por supuesto). Las necesidades pueden ser individuales, pero también forman parte de una experiencia humana compartida. Por ejemplo, la necesidad de atención, de amar y de ser escuchado.
- Solicitudes: para materializar las necesidades desarrollamos lo que en la teoría de la CNV se conoce como peticiones o solicitudes. Se distinguen de las demandas o las imposiciones, cualidades exclusivas de la comunicación violenta. Como no podría ser de otra manera, se basa en la receptividad de escuchar un “no” como respuesta.
Modos de aplicar la CNV
Las cuatro categorías anteriores forman el cimiento de la teoría de la comunicación no violenta. Como ya hemos expuesto, y veremos con detalle en el próximo apartado, existen muchas formas de materializarla en la realidad. Se distinguen de esta manera tres modos de aplicar la CNV:
- Autoempatía: alude a los sentimientos de compasión, solidaridad y comprensión que desarrollamos hacia nosotros mismos. Lo hacemos en relación con nuestros sentimientos y necesidades. A menudo en el proceso de exploración e identificación de estos surgen sentimientos de culpa o de rechazo. Estos deben ser superados por entendimiento y transformación en caso de que proceda.
- Recibir empáticamente: así como debemos ser empáticos con nosotros mismos, también debemos serlo con los demás. Implica conectar con los sentimientos y las necesidades de los demás, comprender estas variables y qué las han desencadenado. Sin un rasgo empático en este plano, la conversación puede tornarse violenta, agresiva o indiferente hacia los demás.
- Expresiones honestas: aunque muchos lo han interpretado de esta manera, la CNV no implica ocultar necesidades o sentimientos por el bien de los demás. Esto deriva en la frustración, e incluso traumas. Es muy importancia ser honesto, ya que lo contrario sería establecer una comunicación con base en la mentira. Siempre y cuando se tengan en cuenta todas las variables anteriores, se puede tener un diálogo con base en la verdad.
Importancia de la comunicación no violenta
La importancia de la comunicación no violenta alcanza muchos aspectos, tan variados que es imposible resumirlos todos en este lugar. Sin embargo, es suficiente apuntar algunas de las formas en las que su impacto se siente para dar cuenta de su importancia. Por ejemplo, existen evidencias de que la CNV es una herramienta para trabajar con niños que tienen problemas emocionales o de comportamiento.
Un grupo de investigadores aplicó un programa de CNV en pacientes esquizofrénicos para mejorar las habilidades comunicacionales y controlar sus síntomas negativos (como la anhedonia social) con resultados positivos. También se ha comprobado su efectividad al momento de reducir los estresores sociales y la angustia empática. Además de todo esto, los expertos aseguran que es un técnica idónea para la resolución de conflictos.
Para aludir a un uso práctico alejado de todos los demás, algunos expertos han usado la comunicación no violenta para lograr una mayor concienciación de los procesos de conservación ambiental. No es una estrategia milagrosa que promete resultados positivos en todos los contextos, pero sí una que debe considerarse en todo tipo de interacción en la que medie el diálogo con dos o más personas.
La CNV la puedes usar con tu pareja, amigos, familiares, colegas y desconocidos. En la universidad, el trabajo y en tus interacciones sociales. La puedes usar de manera presencial o cuando conversas con alguien por Internet. Se trata de un concepto muy maleable que se adapta a muchos contextos y a todas las edades. No dejes de apostar por ella si quieres darle la espalda a la violencia, la imposición y la actitud de orden.
Fuente: https://muysalud.com/mente/comunicacion-no-violenta/