8M “La deuda es con nosotras”
El sistema patriarcal perpetúa la desigualdad. ¿Cuáles son los principales reclamos de mujeres y diversidades?
Un femicidio cada 26 horas, violaciones a la luz del día, maltratos, discriminación, abusos de todo tipo. ¿Por qué las mujeres siguen sufriendo semejante nivel de violencia? Porque la sensación de superioridad de los varones persiste, como saber que cuentan con inmunidad. Hay operadores judiciales que consideran que la violación en grupo a una joven es un «desahogo sexual», o le regalan un juicio abreviado con condena leve a un padre que violó a su hija desde los 12 y la dejó embarazada tres veces.
La violencia es resultado directo de la desigualdad histórica, que sigue dejando a las mujeres en un nivel de inferioridad que condiciona su desarrollo y recorrido de vida. Las tareas domésticas y de cuidado las siguen dejando adentro de sus hogares, o perjudicando sus estudios y carreras. La tasa de actividad de las mujeres está alrededor del 50%, contra el 70% para los varones. Y sus salarios son un 30% más bajos que los de los varones.
Así, una vez más, este 8M, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, mujeres y disidencias harán un nuevo paro y movilización en todo el país exigiendo que se cumplan sus derechos, que se termine la violencia, la desigualdad y el patriarcado. La reunión central será a las 16 frente al Congreso. Y habrá marchas en todas las ciudades del país.
«La deuda es con nosotras», es el lema principal. «Este 8M paramos y nos manifestamos en contra de las injusticias y las violencias, que toman a ciertos cuerpos como botín. La fuerza de nuestra organización, de nuestro movimiento, permite que la respuesta no sea aislada ni individual, sino en búsqueda de una reparación colectiva», dicen desde NiUnaMenos.
08/03/2021. Agrupaciones feministas marcharon al Congreso. (Foto Lucia Merle)
2022: ¿Por qué aún no se logró la igualdad?
«Porque estamos bajo el dominio todavía inclaudicable del sistema patriarcal, que es como una piedra granítica, tiene alta metaestabilidad. Como sugería una gran feminista española Celia Amorós, es de enorme estabilidad transhistórica. Su composición fundamental es la hegemonía masculina y una caracterización de segunda ciudadanía para las mujeres. No logramos la igualdad por la persistencia del sistema patriarcal que jerarquiza a los sexos haciendo dominante la condición masculina», dice a Clarín Dora Barrancos, historiadora y socióloga feminista.
«Vivimos en un mundo profundamente desigual. No solamente en materia de género sino también de clase, de etnia. Es imposible pensar que vamos a alcanzar la igualdad de género omitiendo la existencia de todas las demás desigualdades que nos atraviesan», asegura la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.
«A lo estructural se le suman los contextos, como más de 30 años de políticas neoliberales en el mundo y con intermitencias en nuestro país, que han construido mayores desigualdades sociales, y entre ellas la de género. Y la pandemia agravó esa situación», opina Estela Díaz, ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires.
«En los dos últimos años se trastocaron los mecanismos de desarrollo en todo el mundo, y esto afectó sobre todo a las mujeres y a los más pobres. En 2020 las mujeres prácticamente tuvieron que retirarse del mercado laboral y aún cuesta volver a los niveles prepandemia, y las que vuelven lo hacen a los mismos lugares de desigualdad de 2019 -afirma Mercedes D’Alessandro, Directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía-. La pandemia no hizo más que profundizar la brecha. El world Economic Forum dice que la pandemia hizo retroceder 30 años a las mujeres«.
08 03 21 Ultima marcha por el Día de la Mujer al Congreso Foto Juan Manuel Foglia
«La deuda es con nosotras»
Desde hace años las mujeres hacen paro y marchan para pedir la concreción de sus derechos, el fin de la violencia y la desigualdad. A pesar de ciertos avances, las resistencias se vuelven hostiles y en algunos terrenos hay retrocesos. A los viejos reclamos se suman otros.
«Los reclamos de hoy son múltiples, aunque hemos ganado muchísimos derechos. No podemos soslayar la idea, sobre todo, que en los últimos 20 años ha habido en nuestro país una vorágine de conquista de derechos. Las dos últimas realizaciones son haber obtenido la ley IVE, la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que es un paso cuántico inigualable para la autonomía de las mujeres y de las personas gestantes. La otra gran ley es la conquista única en América Latina por la que el Estado se compromete a un cupo de personas trans para trabajar en todos los órdenes que constituyen el Estado», asegura Barrancos.
«Pero tenemos muchísimos reclamos que esperamos que algunos que este año los conquistemos, como la Ley Integral de Ciudados, que va a ser fundamental, porque sin la resolución de la problemática acuciante sobre la responsabilidad de los cuidados será muy difícil ampliar la autonomía de las mujeres -sigue-. Esperamos también leyes decisivas en torno de transformaciones en el mercado laboral, que es el lugar donde más se infringen los derechos de las mujeres, donde más ostensible es la discriminación, donde más radiante es la existencia de brechas de todo orden. Necesitamos ampliar el mercado laboral para incorporar a las mujeres en aquellas actividades típicamente masculinas y sobre todo que las mujeres alcancen los mismos niveles de reconocimiento que los varones«.
«Hemos hecho avances trascendentales en materia de derechos e igualdad en los últimos años. Argentina está a la vanguardia en temas como identidad de género, interrupción voluntaria del embarazo, cupo laboral travesti trans, leyes de paridad en distintos ámbitos -repite Gómez Alcorta-. Aunque los períodos neoliberales frenaron esa marcha, cuando se encuentran la voluntad política con la fuerza de los movimientos feministas y de la diversidad, logramos transformar estructuras que creíamos inamovibles. Hoy tenemos un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, algo que soñamos durante mucho tiempo».
«Claro que queda mucho por hacer para terminar con las desigualdades. Las principales demandas se orientan a que todas, todes y todos tengamos las mismas oportunidades en el ejercicio de nuestros derechos. Por eso trabajamos en políticas públicas que impacten positivamente en las condiciones estructurales en las que nos desarrollamos», explica la ministra y habla de los dos proyectos de ley que se enviarán al Congreso: «la ley de licencias igualitarias, que busca equiparar las licencias en las familias para promover la corresponsabilidad en los cuidados, y también ampliar este derecho a monotributistas y familias adoptivas; y una ley integral de cuidados, para visibilizar y jerarquizar el trabajo de quienes cuidan y garantizar los derechos de quienes reciben cuidados».
Para la ministra Díaz, «que la perspectiva de género se incluya de manera transversal en el conjunto de las políticas públicas y programas lleva a transitar otro camino. Falta mucho pero vamos por la reducción, como que haya derecho a la salud y al aborto legal, se ratificó el convenio 190 para erradicar la violencia laboral, se proponen licencias parentales igualitarias. Estamos construyendo una agenda de inclusión, de políticas integrales en el acceso a la vivienda, terminar con las violencias. El camino hacia la igualdad debe estar asociado a construir una sociedad con inclusión».
«un reclamo con mucha fuerza es la democratización del poder judicial. Y también el tema económico. Plantear que la deuda es con las mujeres, es con la igualdad, quiere decir que no hay margen y espacio para políticas de ajuste que impacten en contra de las condiciones de vida cotidiana de las mujeres y de la diversidad sexual y las niñas, niños y adolescentes. Por la responsabilidad que tienen las mujeres en los trabajos de cuidado en la sociedad la agenda de trabajo, económica, social y del poder judicial es prioritaria».
«Lo que vienen repitiendo las mujeres desde hace años con respecto a la desigualdad de los cuidados quedó muy en evidencia en la pandemia, por eso hablamos de la crisis de los cuidados y por eso es tan importante que haya un sistema integral de cuidados y licencias igualitarias, no sólo porque es justo sino porque implica mejores posibilidades de empleo para las mujeres», asegura D’Alessandro.
La funcionaria cita el memorándum con el FMI, donde hay una sección que explica por qué las políticas económicas tienen que tener perspectiva de género, donde se habla de cuidados, empleos y ampliar la protección social: . «Un pilar fundamental de nuestra estrategia de crecimiento es la reducción de las grandes brechas de género en Argentina, las cuales se exacerbaron durante la pandemia», dice el texto, que habla de «la importancia de fortalecer los sistemas de apoyo al cuidado, incluyendo la expansión de programas clave de protección social para la mujer; aumento en el acceso a facilidades de cuidado infantil, vivienda y otros mecanismos de infraestructura social para madres; y promoción de la inclusión laboral a través de programas como Registradas, que ayudan a la formalización del trabajo doméstico (hasta ahora se registraron 33,000 personas)». También habla de promover la inserción de mujeres en sectores estratégicos donde el empleo es dominado por hombres, como la industria, la construcción y tecnología. Y fortalecer el sistema presupuestario de género.
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/8m-deuda-principal-reclamo-jornada-lucha-desigualdad_0_ar3JFMbRL5.html