Relacionarse con personas nocivas puede dañar nuestra salud
Los vínculos nocivos pueden ocasionar menor confianza en uno mismo, tristeza y enfermedades físicas más importantes.
Todo ser humano vive inmerso en diversos vínculos con otras personas con las cuales comparte formas de pensar, sentir, necesidades, afectos o intereses.
Quien se vincula con otro tiende a esperar reciprocidad: dar y recibir afecto, escuchar y ser escuchados, comprender y ser comprendidos.
Nadie resulta inmune ni indiferente a estos vínculos personales (sean buenos o malos) que constituyen un aspecto básico de la vida y que siempre repercuten en la salud y el bienestar o malestar cotidiano.
Por lo tanto, las relaciones interpersonales juegan un papel clave, desde el nacimiento, en el desarrollo integral de la personalidad como en los beneficios o perjuicios que ocasionan.
Los vínculos constituyen un aspecto básico de la vida y siempre repercuten en la salud. Foto ilustración Shutterstock.
En consecuencia, es prudente cuidarse de aquellas personas que por sus características inducen vínculos que pueden producir daño –de manera evidente o silenciosa–, sean familiares, pareja, amigos, vecinos o compañeros de trabajo.
Es importante cuidarse de quienes:
1) Siempre critican o descalifican.
2) Son autoritarios y controlan y exigen al otro.
3) Se victimizan para generar culpa o pena.
Es prudente cuidarse de las personas que por sus características inducen vínculos que pueden producir daño. Foto Shutterstock.
4) Se quejan de su mala suerte.
5) Intentan manipular.
6) Generan pesadumbre.
7) Envidian lo que tienen los demás.
8) Se presentan como desdichados aunque no hacen nada para cambiar.
9) Descargan sus tensiones, angustias y tristezas en el otro.
10) No escuchan, solo exigen ser escuchados.
Las relaciones interpersonales juegan un papel clave, desde el nacimiento, en el desarrollo integral de la personalidad como en los beneficios o perjuicios que ocasionan.
Norberto Abdala, médico psiquiatra
La medicina ha demostrado que si una persona sostiene vínculos que lo lastiman o irritan, éstos modelan su cerebro de una manera totalmente opuesta a quien es bien nutrido emocionalmente por quienes comparten su vida cotidiana.
Por lo tanto, se puede afirmar que el diseño del cerebro humano es también fruto de la calidad de los vínculos personales ya que estos organizan sus circuitos cerebrales, las diferentes redes neurales y su rendimiento.
Los vínculos nocivos pueden ocasionar enfermedades reconocidas por su relación con el estrés como cefaleas y migrañas. Foto Shutterstock.
También existe una nítida conexión entre una relación que daña y el aumento de las hormonas de estrés que producen cambios en algunos genes que controlan a las células del sistema inmunológico, responsables de proteger al organismo contra bacterias, virus y células malignas.
Algunas investigaciones demostraron que quienes soportan vínculos personales conflictivos son 2,5 veces más propensos a resfriarse, ubicando así a este tipo de relaciones en el mismo rango de importancia que la carencia de vitamina C o el insomnio crónico.
¿Qué otros efectos pueden ocasionar los vínculos nocivos? El listado es variado: sensación de cansancio, falta de energía, menor confianza en uno mismo, angustia, tristeza, malestares físicos como tensiones o contracturas musculares y enfermedades físicas más importantes y reconocidas por su relación con el estrés (cefaleas, migrañas, hipertensión arterial, gastritis, colon irritable, fibromialgia).
Es importante encarar un tratamiento psicoterapéutico (con apoyo farmacológico) para evaluar y eventualmente modificar las razones por las cuales se toleran relaciones personales frustrantes e insatisfactorias.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/relacionarse-personas-nocivas-puede-danar-salud_0_30CykqO3D6.html