Apuestas online: afecta a 4 de cada 10 jóvenes en todo el país
- El relevamiento se hizo en 360 localidades de las 24 provincias.
- Incluyó más de 9.000 entrevistas a hombres y mujeres de 15 a 29 años.
- Tres de cada cuatro apostadores reconoce que puede convertirse en una adicción.
La alarma, esta vez, sonó en Chivilcoy, uno de los 135 partidos bonaerenses, ubicado al norte de la Provincia y donde viven menos de 100.000 habitantes. Docentes de la ciudad transmitieron su inquietud a funcionarios por las apuestas online en los colegios. «En los recreos, pero también en el aula», aclararon como para que se entienda, rápido, que hablaban más de una adicción que de un entretenimiento.
Ese alerta, a fines del año pasado, fue el disparador para un relevamiento con pocos antecedentes en el país. Tres especialistas vinculados a la política y la comunicación (los licenciados Constanza Alonso, Fernando Cabani y Martín Romeo) encararon un estudio («Apostar no es un juego») que llegó a 360 localidades de las 24 provincias del país.
Fueron entrevistados, voluntariamente, más de 9.000 hombres y mujeres de entre 15 y 29 años, con la ayuda de universidades, ONG, gestiones municipales y provinciales, y dirigentes de diferente extracto partidario. Un abanico amplio que les da contexto y genera preocupación por los resultados, que serán presentados el próximo lunes 30 en la facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Algunos datos del informe que adelanta Clarín, para entender la masividad y profundidad del problema:
1) Casi la totalidad de los adolescentes y jóvenes escucharon hablar de apuestas online.
2) 4 de cada 10 apuesta actualmente o apostó recientemente. Afecta claramente más a los hombres que a las mujeres.
3) 3 de cada 4 apostadores le dedican hasta 2 horas diarias.
4) Un 30% de los apostadores ha experimentado ansiedad o estrés por el hecho de no haber podido realizar una apuesta.
5) La mayoría de los apostadores (60%) consideran que ganan por efecto del azar, sobre todo aquellos que apuestan en casinos.
6) Pero 1 de cada 5 considera que el resultado depende de sus conocimientos en el deporte, disciplina o equipo apostado; al respecto, especialistas se refieren a la ilusión de dominar los resultados.
7) En promedio, los adolescentes y jóvenes apuestan el equivalente a 2 de cada 3 pesos que reciben de sus padres y madres para afrontar gastos cotidianos.
8) Los montos apostados mensualmente varían significativamente dependiendo de las edades, del género, del nivel educativo, de la condición de ocupación, de la condición de permanencia en establecimientos educativos y del estrato socioeconómico del hogar de residencia.
9) Se mueven en un ambiente donde predomina el clima de apuestas. 3 de cada 4 conoce amigos, amigas o allegados que realizan apuestas en línea.
10) El extendido entorno de apostadores es un factor de riesgo para quienes aún no han apostado o para quienes, incluso apostando, pretenden dejar el hábito.
El informe no se detiene en casos extremos. Pero los hay. Hace dos semanas, La Nación publicó una historia que estremecía. Un joven de 23 años, rugbier, con amigos, novia, que trabajaba y estudiaba, se suicidó endeudado por apuestas online. Su mamá es psicóloga y reconoció que nunca detectó la gravedad de los síntomas de su ludopatía, pese a que tenían una relación fluida y afectuosa.
Los dos grandes grupos de apuestas online
Para entender el fenómeno, primero hay que dividir a las apuestas online en dos grandes grupos. Los casinos online, que replican los juegos de las salas presenciales; y las apuestas deportivas. En este último caso, la diversidad de posibilidades para apostar es infinita: desde un resultado de un Boca-River, a si una jugadora de la liga afgana pateará al arco durante el encuentro que tiene el fin de semana.
«La gran diferencia con un casino tradicional, es que te requería ir a un lugar, tenía horarios. Vos acá podés apostar 24 horas sin moverte de tu casa«, advierte Romeo a Clarín. Y agrega otro condimento: «Además, al no tener que poner los billetes en el momento de la apuesta, es como cuando comprás con tarjeta de crédito y te parece que no estás gastando».
Un punto central, obviamente son los controles. O más bien la falta de ellos. En las sitios de apuestas legales (los que terminan con «.bet.ar») hay más limitaciones para certificar que los que apuesten efectivamente sean mayores de edad. «Algunos sólo te piden que vos digas si sos mayor y toman eso como una declaración jurada. Tendría que haber, como en otras aplicaciones, el control biométrico de la cara», amplía Romeo. Desde uno de los sitios legales aseguran que los controles allí son mucho mayores: «Hay que certificar DNI y foto, entre otras cosas. Y se certifica con el Renaper».
Pero lo más preocupante, coinciden los actores, es el mundo de sitios ilegales, con poco o nulo control, donde se pueden encontrar ludópatas de 11 ó 12 años. Y la Argentina, como en muchos otros flagelos, corre de atrás (y pésimamente).
Se trata de un país, además, «ideal» para que se extienda el juego online. Como en Brasil, la tradición futbolera ayuda a la expansión. No sólo por la afición de los potenciales clientes, sino también porque los clubes encontraron en estos sitios de apuestas fuentes de ingresos nuevos como en su momento implicó la televisación.
Boca y River son dos ejemplos. A Boca lo esponsorea Betsson. Cuando firmaron el contrato a mediados de 2023, se hablaba de unos 7,5 millones de dólares por 18 meses. River tiene la publicidad de Codere; primero pactó mostrarla en las mangas y ahora la exhibe en el frente. En este caso, se habla de 12,5 millones de dólares por cuatro años.
¿Otro (mal) ejemplo? Uno de los máximos ídolos actuales de los chicos, Emiliano «Dibu» Martínez hace la publicidad de Bplay, otra de las principales casas de apuestas. El mensaje es para que no apuesten los menores de 18, pero el debate supera esa limitación. Como ocurrió en su momento con los cigarrillos, algunos proyectos en el Congreso exigen prohibir la publicidad de las apuestas online en cualquier formato.
Uno de los objetivos es, justamente, que a partir de este informe el tema tome mayor volumen en el Parlamento y se unifiquen propuestas.
El tema incluyó días atrás un pedido del Papa, que quedó algo perdido en medio de la polémica por sus dichos sobre la política social y la represión de marchas por parte del gobierno de Milei. Francisco les reclamó a las figuras que influyen en los jóvenes que dejen de prestarse a estas campañas.
Algunas jurisdicciones, como las dos Buenos Aires, intentan avanzar contra los sitios ilegales y los bloquean. También se han denunciado a influencers como el cantante L-Gante, la actriz Flor Vigna o el periodista Flavio Azzaro por publicitar estos sitios. «No es fácil. Muchas de estas plataformas ni siquiera están acá. Por ahí las tenés en Albania, donde rige otra legislación. Entonces cambian de denominación allá y vuelven a operar en la Argentina», cierra Romeo.