Casos de muerte súbita de chicos en la escuela

Broken heart

En una semana se dieron episodios en Salta, La Plata y Córdoba. A los chequeos periódicos y la capacitación en RCP se suma el Covid.

Un chico de 10 años murió el martes pasado en una clase de educación física en Salta. Fue apenas tres días después de la muerte de una adolescente de 14 años en La Plata, durante otra actividad escolar. Los dos se descompensaron y llegaron al hospital sin vida. No trascendió que tuviesen una enfermedad de base diagnosticada. Una semana antes, una alumna chaqueña de 11 años había sufrido un paro cardiorrespiratorio en un viaje de estudios a Córdoba.

Los tres casos ocurrieron en un ámbito educativo y se habla de muerte súbita. Si bien se trata de episodios aislados, despertaron cuestionamientos masivos. ¿Son necesarios más exámenes para los alumnos? ¿Alcanza con un apto físico? ¿Cada cuánto? Además, ¿el Covid y el long Covid en niños, niñas y adolescentes amerita prestarle más atención a sus corazones? En el peor de los escenarios, ¿las y los docentes están capacitados para realizar RCP?

En el medio de tres tragedias, resaltan dos cuestiones urgentes: la prevención de la muerte súbita y la huella de las enfermedades cardiovasculares en la población más joven de Argentina.

Según las Estadísticas Vitales de 2020, por Síndrome de muerte súbita infantil, exclusivamente, ese año hubo 91 muertes en menores de 5 años. Como explican desde el Ministerio de Salud de la Nación, el problema de clasificar las causas de muerte en las estadísticas es relativamente simple cuando actúa una sola. «Sin embargo, en muchos casos contribuyen dos o más procesos patológicos».

La práctica tradicional es la de seleccionar una de estas causas para ser tabulada. Y eso, indefectiblemente, hace que un menor porcentaje de muertes llegue a la celda de muerte súbita.Más de 40 mil personas mueren por año de muerte súbita. Capacitarse en técnicas de reanimación ayuda a reducir esta cifra. Foto Shutterstock.

Más de 40 mil personas mueren por año de muerte súbita. Capacitarse en técnicas de reanimación ayuda a reducir esta cifra. Foto Shutterstock.

Cuándo se habla de muerte súbita

Estrictamente, sólo es súbita una muerte cuando: es natural (no por accidente, suicidio, homicidio o previsible por una enfermedad) y rápida. Desde que comienza el cuadro hasta que la persona fallece, transcurre cerca de una hora. Según la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), por año hay más de 40 mil casos en el país.

Hay una Ley de Muerte Súbita. La 27.159, sancionada en 2015 y reglamentada hace menos de un mes. Establece que los espacios de alta concurrencia tengan desfibriladores. ¿Cuánto falta para que estén en las escuelas o predios deportivos? ¿Quién enseñará a distinguir cuándo hay que usarlos?

Antes de esos finales trágicos, hay datos preocupantes sobre enfermedades cardiovasculares y muertes tempranas. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, publicada en 2019, muestra que el exceso de peso estuvo presente en el 41,1% de la población de 5 a 17 años.

La importancia de los chequeos periódicos

Enrique Berner es especialista en Pediatría y Adolescencia y director del posgrado de Adolescencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Para él, en el primer año de vida los controles de Salud deben realizarse cada tres meses. Después del segundo año, cada seis u ocho meses y, en adelante, «un control anual es suficiente».

«Con los exámenes clínicos y de todo el cuerpo podemos pesquisar fundamentalmente que no se esté desencadenando una pubertad precoz. Así como la adultez temprana, es por el sobrepeso y porque se van generando alteraciones cardiovasculares», dice a Clarín.Contar con desfibriladores, otra de las claves. Foto: Shutterstock.

Contar con desfibriladores, otra de las claves. Foto: Shutterstock.

Al mismo tiempo, la auscultación –la técnica para escuchar los ruidos del cuerpo– y la toma de la presión arterial, «también orienta, cuando hay antecedentes familiares, hacia que pueda haber o no alguna patología de cuidado».

La muerte súbita no tiene síntomas previos, es inesperada. Por lo tanto, lo cierto es que adoptar un estilo de vida saludable y realizar consultas cardiológicas son acciones fundamentales para reducir las posibilidades de que ocurra. En los extremos de la vida, tanto en bebés como en adultos mayores, pueden existir episodios de muerte súbita.

¿Qué se previene puntualmente con los chequeos en los chicos? Los factores que podrían ser desencadenantes de una muerte súbita o, en sí, de alguna enfermedad cardiovascular. Muchas afecciones cardiológicas, por ejemplo, son totalmente asintomáticas.

«Prevenimos, sobre todo a los 6 y a los 8 años, la obesidad y el sobrepeso. Que ya empiezan a marcarse a esa edad. También el síndrome metabólico, que es uno de los indicadores más importantes de enfermedad cardiovascular en las edades tempranas», responde Berner.

Tampoco pide desatender los controles oculares y auditivos y da especial atención al cumplimiento de las vacunas de calendario, que se dan entre el quinto y sexto año de vida para el ingreso a la escuela.

¿Qué exámenes médicos deben realizarse desde la primaria?

«Pasados los seis años y hasta la pubertad, evaluamos con el examen físico y una evaluación endocrinológica. Con eso alcanza. El examen físico, cada seis meses o una vez por año. Es necesaria la ocultación cardíaca y la toma de la presión, además de la clásica evaluación de la columna y ver cómo está desarrollando madurativamente», dice.

A partir de los 11, empieza otra etapa. Con otros controles.

El debate sobre el electro anual

«Cuando se pega el pico de empuje puberal, ahí es el momento de empezar con los controles cardiológicos más específicos: electrocardiograma, eco doppler y control con un especialista cardiólogo, según corresponda. Porque el cuerpo ha crecido, el corazón ha crecido y pueden haber alteraciones que ya empiecen a visibilizarse», distingue.

¿Hay un subdiagnóstico de cardiopatías en los más chicos? ¿El electro se les hace mucho menos de lo que se debería? «Siempre que hagan un deporte recreativo, alcanzará con un control clínico por año. No es necesario un control cardiológico o electrocardiograma todos los años, como se piden muchas veces». 

Siguiendo a la Academia Americana de Cardiología y a la Academia Americana de Pediatría, la recomendación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) es un electrocardiograma con control cardiológico en ese momento del empuje puberal.

Si se trata de un deporte de alto rendimiento, que demanda un esfuerzo mayor, también demanda un control mayor. Desde los 15 o 16 años, se indica en esos adolescentes un estudio más sofisticado: una ergometría con eco doppler. En el resto, solo por hacer educación física, fútbol o tenis de forma amateur, no.

«No tendría sentido sobrecargar así al sistema de salud», apunta el médico y pide que se unifique el certificado que se solicita para la escuela y el que se pide para hacer educación física. «Debería ser uno al año, año calendario, 365 días. No según el ciclo lectivo».

Quienes tienen, por ejemplo, una miocardiopatía congénita, sí deben realizarlo anualmente. En Italia, donde la miocardiopatía es frecuente por genética, los alumnos tienen un electro al año.

¿Qué pasa con los que tuvieron covid?

Berner dice que es necesario que se controlen el corazón, 30 días después del alta. «Como el Covid muchas veces puede dar impacto a nivel de la fibra muscular cardíaca, en los adultos y en los adolescentes es recomendable hacer un chequeo cardiológico post covid. Para ver que está todo en orden».

Antes que salir corriendo a pedir turno, el especialista pide a padres y madres no entrar en pánico por los casos de muerte súbita.»Si los chicos están controlados periódicamente, aunque tengan factores hereditarios, el riesgo de muerte súbita tiende a disminuir».

Las causas de la muerte súbita

«En Argentina hay entre 40 y 45 mil muertes súbitas por año. Una cada 15 minutos. Afecta a varones y mujeres de todas las edades», dice a Clarín Mario Fitz Maurice, cardiólogo y director del Consejo de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

Entre quienes tienen más de 35 años, la primera causa es la cardiopatía coronaria. En los más jóvenes, las principales causas son congénitas. La miocardiopatía arritmogénica ventricular, la hipertrofia ventricular y las canalopatías.

«Por eso es tan importante, antes de hacer gimnasia en los colegios, que los chicos se realicen exámenes clínicos. Desde esos electrocardiogramas, si hay dudas, se pasa a un ecocardiograma, para evaluar la indemnidad de la estructura cardíaca. Para ver si se puede desencadenar una arritmia. Más del 85% de los casos de muerte súbita es la fibrilación ventricular. Hace que el corazón deje de latir y empiece a temblar», explica.

La importancia de la RCP

Otro de los planteos por los tres casos, casi en cadena, de muertes repentinas de alumnos, fue la capacitación o no para la Reanimación Cardio Pulmonar (RCP). Y si la presencia de un desfibrilador hubiese cambiado el final de estas historias.

«La única manera de actuar ante una fibrilación ventricular (NdR: no quiere decir con esto que los tres casos hayan sido por esta causa) es hacer RCP y utilizar un desfibrilador. Si se realiza dentro de los 3 minutos, la posibilidad de que esa persona llegue con vida al hospital es cercana al 70%», sentencia Fitz Maurice.

¿Cuán capacitados están los alumnos, docentes y profesores para hacer RCP y, a futuro, como reglamentó la ley, para utilizar un desfibrilador?  ¿Cuánto falta para que estos dispositivos estén en colegios y predios deportivos?

«La capacitación es baja en RCP. La mayoría de los colegios no lo enseñan. Esas maniobras mantienen la oxigenación, los desfibriladores salvan vidas antes de que llegue la ambulancia, con suerte tras 15 minutos, y sea tarde. Dentro de un año empezarán a verse los DEAs (Desfibrilador Externo Automático) en ámbitos escolares. Que tendrán sus instrucciones y capacitación. Faltan cuestiones administrativas y que todas las provincias se adhieran», dice a Clarín Jorge Bombau.

Es un médico que durante años luchó para que se reglamente la ley de muerte súbita y los colegios y clubes estén cardioasistidos. Su hijo Beltrán, de 14 años, murió de esa manera en una competencia deportiva en el Club de Amigos.

«La muerte súbita en edad pediátrica es en un 85% de causa cardiovascular. Quien padecía una afección de forma asintomática o con síntomas, como mareos, síncope, palpitaciones. O por antecedentes de familiares con muerte súbita», describe a Clarín el pediatra Diego Montes de Oca, miembro de la SAP.

Más allá de lo hereditario, la obesidad, gran desencadenante de la diabetes y la hipertensión, tiene un impacto directo en el estado general de la salud cardiovascular de los más jóvenes.

Para Montes de Oca, así como para Berner, para prevenir el riesgo de muerte súbita «es clave poder detectar a los niños que presentan patologías del corazón asintomáticas, tanto estructurales como eléctricas».

No cree que los chicos deban ir a un cardiólogo más de lo que van pero sí que tengan un control clínico de cabecera. Algo que no sucede y se acude más a las guardias pediátricas. Eso no es prevenir. 

A prevenir la obesidad, el sedentarismo y las enfermedades cardiovasculares se dirigen los objetivos de la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, que comenzará a verse en las góndolas desde el 20 de agosto. Con sellos negros de advertencia en cantidad de azúcares, sodio y grasas. También, sin personajes y famosos en productos destinados al consumo de las infancias y la prohibición de vender alimentos y bebidas con etiquetado negro en los ámbitos escolares y alrededores.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/casos-muerte-subita-chicos-escuela-nuevo-factor-riesgo-tener-cuenta_0_gXk6L3PZVM.html