Evitar los riesgos del BPA en botellas de plástico
España acaba de prohibir el uso de este compuesto en los envases. Hablamos con investigadoras en salud ambiental.
El bisfenol A (también conocido por su sigla BPA) está en la mira del mundo. España acaba de prohibir su utilización en envases de alimentos, algo que ya estaba vetado en Francia desde 2012. A la par, crece la evidencia científica de sus efectos nocivos para la salud.
Se trata de un compuesto orgánico que se utiliza como aditivo en la elaboración de muchos productos industriales. Entre ellos, los plásticos.
El problema principal de esta sustancia es su capacidad de «pasar» al organismo a través de los alimentos que están contenidos en recipientes plásticos. Esto se acentúa cuando se calienta el alimento o se lo expone a altas temperaturas.
«Cuando el recipiente lo calentás, (el bisfenol A) se desprende y se incorpora al alimento o a la bebida que está en ese recipiente», explica a Clarín Analía Ferloni, del Programa de Investigación en Salud Ambiental del Hospital Italiano.
Las botellas descartables no se deberían reutilizar. Foto Shutterstock.
Esta sustancia, una vez que ingresa al organismo, tiene la capacidad de actuar como una hormona. Y puede producir diferentes efectos contraproducentes para la salud.
«Actúa como un disruptor endócrino. Esto mimetiza la acción que tienen las hormonas del cuerpo. Se vio que está relacionado con la obesidad, pero también con algunos tumores relacionados con lo hormonal, por ejemplo, el cáncer de mama«, dice Ferloni.
Este equipo viene estudiando el tema desde el año 2009. Uno de sus trabajos indagó en la presencia de bisfenol A en mujeres gestantes asistidas en un hospital porteño. Concluyó que el 90% de las embarazadas tenían niveles de BPA en su orina.
Prohibido en mamaderas
En Argentina, existe una única regulación. En el año 2012, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió la fabricación, importación y comercialización de mamaderas que contengan bisfenol A.
«Cuando estos materiales se calientan en determinadas condiciones, existe el riesgo de que pequeñas cantidades de BPA se desprendan de los recipientes que contienen alimentos y bebidas, pasando a estos productos, y pudiendo ser ingeridas», decía la Disposición 1207.
Los utensilios de loza y metal, en vez de plásticos, favorecen la salud y el medio ambiente. Foto: Shutterstock.
«Habría que ver qué control se está haciendo en la normativa que ya lleva 10 años», lanza Silvana Figar, médica epidemióloga y coordinadora del área de investigación de Salud Ambiental.
Explica que algunas mamaderas, que se están poniendo a disposición de poblaciones más vulnerables, son muy baratas. «Nos queda la duda de si están controladas por algún mecanismo estatal», sostiene.
El dilema de las botellas
Para chequear la toxicidad de las botellas de plástico existe un código. Son unos triangulitos que tienen, adentro, distintos números. Los podemos encontrar en las etiquetas o en la base de los objetos.
Durante la entrevista -que se hizo por videollamada- esta cronista se sorprendió porque su botellita color fucsia, que le habían vendido para llevar al gimnasio y que ya reutilizó cientos de veces, tiene el número 1 grabado en la base.
«Si dice un número 1, se trata de una botella de un solo uso. Hay plásticos que se aconseja, directamente, no reutilizarlos», le advirtieron las especialistas.
La clave está, entonces, en aprender a identificar los diferentes tipos de plásticos. Esto ayudará a elegir, a la hora de comprar, los que sean libres de bisfenol A.
«Los que son seguros (para reutilizar) son el 2, el 4 y el 5», agregan las expertas en salud ambiental. Y sugieren que, idealmente, optemos por las botellitas de vidrio.
¿Recipientes al microondas?
«No se calientan los tápers en el microondas», lanzaron las especialistas sin titubear, ante la consulta sobre un hábito muy frecuente en oficinas y hogares. Lo mismo vale para las bandejas descartables que ofrecen los buffet o locales de comida al peso.
Para las viandas de los niños solemos usar contenedores de plástico. Foto Shutterstock.
«Los plásticos que son seguros son los que te venden como que se pueden utilizar para el microondas. Nosotras, en general, aconsejamos que no (se utilicen)», siguen las expertas. En su lugar, proponen elegir otros materiales, como vidrio o loza.
«Hay situaciones en las que, quizás, no queda otra. Ha pasado que, por ejemplo, que en un colegio no aceptan otra vianda que no sea de plástico. Ante esa situación, están los que son más seguros», agregan.
Además, hay que evitar exponer al calor del sol recipientes plásticos que contengan alimentos o líquidos, como los botellones de agua o bebidas.
Lo último: tickets de compra
El canal de noticias TN, en un trabajo del periodista Jason Mayne, informó este lunes que los tickets térmicos de la Argentina son 90 veces más tóxicos que los que se usan en Europa, debido a su gran presencia de bisfenol A.
Se refieren a las «cuentas» que nos entregan en los distintos comercios (supermercados, cajeros automáticos, entre otros) cuando hacemos las compras. Muchas de ellas están realizadas con papeles térmicos.
“Los trabajadores que están en contacto permanente con este tipo de material deberían utilizar guantes”, sugirió el autor del estudio, Javier Montserrat, científico de la Universidad Nacional General de Sarmiento e investigador del Conicet.
Recomiedan calentar la comida en recipientes de vidrio o loza, y nunca en plásticos, que pueden liberar BPA. Foto Shutterstock.
Consultadas sobre la novedad del asunto, las especialistas del Hospital Italiano responden que «nosotros lo conocemos, el tema es que la población no lo conoce: no sabe lo que es el BPA, no sabe dónde está». Y coinciden: «estos tickets, que son los que se borran con el tiempo, tienen BPA».
Entonces, ¿qué hacemos?
La doctora Figar explica que su equipo trabaja sobre intervenciones poblacionales, no sobre intervenciones individuales. Porque, para ella, cuando el foco está puesto en las acciones de las personas puede provocar angustia.
«A una madre que trabaja ocho horas y deja al niño en la guardería le queda toda la carga a ella de cómo cuidar a ese niño ante esta situación», ejemplifica.
«Nosotras abogamos a que se pueda construir una mesa de gestión participativa con otros actores sociales, que tienda a las políticas públicas y la regulación de las mismas, para hacer intervenciones poblacionales. Y quitarle la carga a cada paciente que viene al consultorio», concluye la epidemióloga.
Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/bisfenol-evitar-riesgos-bpa-botellas-plastico-recipientes-tickets-compra_0_AiyMXqUFjr.html