Por zoom y ante periodistas de toda Latinoamérica, el escritor presentó y contó los detalles del ciclo narrativo «Tierra alta» que ya va por el segundo volumen y que tendrá al menos dos más. “Independencia”, la segunda entrega, es autónoma y esta vez se edita por Tusquets. “Un libro muy bestial, pero con un final luminoso”, la definió.En una videoconferencia con periodistas de Latinoamérica, el escritor repasó las líneas principales de su última novela. .
«El policial me permitió reinventarme y me parece maravillosa la humildad del género frente a toda literatura pomposa», sostuvo el escritor español Javier Cercas durante una conferencia de prensa en la que presentó “Independencia”, la segunda parte de la saga policial que comenzó con “Terra Alta”, con la que salió del terreno de la no ficción y ganó el Premio Planeta hace dos años.

Por zoom y ante periodistas de toda Latinoamérica, el escritor presentó y contó los detalles del ciclo narrativo «Tierra alta» que ya va por el segundo volumen y que tendrá al menos dos más. “Independencia”, la segunda entrega, es autónoma y esta vez se edita por Tusquets. “Un libro muy bestial, pero con un final luminoso”, la definió. Se trata de un thriller político ambientado en 2025 en el que una banda chantajea a la alcaldesa de Barcelona con un video sexual filmado en su juventud y donde el mosso d’esquadra Melchor Marín, un policía culto que se alimenta de novelas decimonónicas, regresa para hacerse cargo de la investigación. Entonces, la “independencia” del libro apunta a la polisemia: independencia política, pero también económica, moral y física.

“Todas mis novelas son policiales porque siempre hay un enigma, una búsqueda de la verdad. La pregunta central del ciclo Terra Alta es si es legítimo ejercer la venganza cuando la justicia no hace justicia”, reflexionó Cercas en una defensa enérgica del género policial. “Sueño con que la literatura vuelva a ser popular. La literatura de catatumbas es una superstición del último siglo, antes no era así. El Quijote era para la gente.. Lo mejor que le puede pasar a la literatura es volver a ser relevante para muchísima gente”, advirtió.

Independencia, editado por Tusquets.Independencia, editado por Tusquets.Para el escritor, la política “se ha vuelto maquiavélica” porque la rige una idea de que el fin justifica todos los medios y aceptó que la crisis política que se desató en Cataluña en 2017 lo impactó aún más que la pandemia: “La novela surge de mi propia furia, de esa crisis política, es el carburante. Vivo desde los cuatro años aquí y fue muy impactante asistir a esa verdadera historia pre-bélica. No hubo muertos, pero hubo un atentado contra la democracia. Sin la Unión Europea, hubiera sido peor”.

Cercas retomó la concepción de que una novela la escriben, al fin y al cabo, tanto el autor como sus múltiples lectores y recogió el guante de las devoluciones que ha tenido en estos primeros días tras el lanzamiento de su nueva novela: “Muchos me dicen que hice un retrato muy duro de la elite catalana. Yo les aseguro que no es duro, que es realista”.

Sostuvo que está en sintonía con el protagonista, Melchor Marín, a quien usó para exorcizar sus demonios: “A Melchor Marín lo define la furia. Él es mi parte oscura, mi parte maldita. La literatura le da expresión a una furia que si aflorara, nos destruiría. El tema de la novela no es la crisis en Cataluña, ese el carburante. En un mundo feliz no habría novelas. Poesía tal vez sí, pero malísima”.

Lejos de sentirse contrariado con la idea de que la literatura tenga cierta utilidad, sostuvo que leer y escribir “nos permiten cuestionar nuestros encasillamientos y nos llevan a, como se dice ahora, empatizar también con los monstruos, dominar a la parte maldita”. Y agregó: “Creo que la literatura es útil porque como el sexo, es una forma de placer y autoconocimiento”, definió.

Al ser consultado sobre por qué no abordó la crisis de Cataluña desde la no ficción como lo había hecho en “Anatomía de un instante”, “Soldados de la Salamina” o “El monarca de las Sombras”, Cercas aseguró que lo hizo “para no apoltronarse”. “Cuando terminé `El monarca de las sombras´, sabía que terminaba con algo. No quería repetirme. Los escritores tendemos a apoltronarnos, a ser imitadores de nosotros mismos. Necesitaba reinventarme”, recordó y advirtió que “lo que ocurrió en Cataluña fue devastador para el Cercas ciudadano, pero fue genial para el escritor”.

El autor retomó a Borges para completar la idea: “Como decía Borges, voy huyendo de mí mismo. Todo escritor debería hacer esto, evitar adaptarse. Un escritor que no corre riesgos es un escribano”.

Un clima de cierta solidaridad entre policías y de fraternidad entre hombres sobrevuela el texto. “Eso me emociona profundamente. El trabajo del escritor es solitario y de una competitividad feroz. Por eso huyo del mundo literario. A los cuarenta, cuando me convertí en un escritor reconocido y me empaché de eso, no conozco esa solidaridad”, reconoció y, según su hipótesis, ese sentimiento sí existe entre los los soldados o los policías porque lo que está en juego es la vida y no la literatura. Después, traspoló el razonamiento a lo femenino.

Si bien la novela está situada en un futuro próximo, los meses de 2025, hay solo dos menciones al coronavirus en toda la novela y Cercas sostuvo que eso fue adrede. “En la vida cotidiana de la novela no se habla del virus porque creo saber cómo funciona la historia. Esto que pasa ahora nos resulta excepcional pero no lo es. La gripe española mató igual cantidad de gente que la primera guerra mundial y no fue un tema usado para la ficción. La pandemias no tienen quien las escriba”, reflexionó y contó que a pesar de los millones de muertos y enfermos que la pandemia ha dejado a su paso, en el registro de lo personal no lo ha cambiado. “No he viajado, he podido quedarme en mi casa leyendo y terminando el tercer volumen del ciclo Terra Alta. Yo sé que suena horrible cuando lo digo pero es real”, confesó, compenetrado con el trabajo del escritor que se ha lanzado a la aventura de construir una saga compleja que, aún cuando se inscribe en la ficción, no se desentiende de los desafíos de la coyuntura histórica.

Fuente: Télam