Lesiones provocadas por dientes y prótesis en mal estado

Un estudio argentino, del que participó un referente de la OMS, mostró el rol de lesiones provocadas por dientes y prótesis en mal estado.

Ni análisis de laboratorio, ni estudios invasivos. La clave para la detección del cáncer bucal está en el ojo entrenado del especialista, que puede advertir con solo revisar la boca del paciente lesiones de preocupación.

Esas lesiones -premalignas o malignas- pueden ser causadas por múltiples factores de riesgo, pero hay dos a los que se vinculan la mayoría de los casos: tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.

De hecho, se estima que 3 de cada 4 tumores de cabeza y cuello (el cáncer bucal pertenece a ese grupo) aparecen como consecuencia de la combinación de fumar y la ingesta elevada de alcohol.

Pero hay un factor que puede ayudar a potenciar o acelerar el riesgo derivado del uso o consumo de esas sustancias: los dientes o prótesis en mal estado, que pueden generar irritación mecánica crónica, incluso sin que la persona que la sufre lo note.

Así lo comprobó un importante estudio realizado en Argentina por especialistas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Hospital de Alemán de Buenos Aires, que contó entre sus autores a Saman Warnakulasuriya, director del Departamento de Cáncer Bucal de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un factor olvidado

El cáncer bucal es el más frecuente entre los de cabeza y cuello: representa el 44% de los casos -entre el 4% y 5% de la incidencia de todos los tipos de tumores en el país-, seguidos por los que se localizan en la laringe (33%) y la faringe (23%).

Cada año se detectan en Argentina 3.000 nuevos casos de cáncer bucal. La mayoría se diagnostican en estadios avanzados, cuando las chances de éxito del tratamiento son más reducidas.

Que las piezas dentales o las prótesis en mal estado influyen en la aparición del cáncer bucal no es una idea nueva, es algo que se sabía hace un siglo atrás, rememoró en diálogo con Clarín Eduardo Piemonte, líder del trabajo publicado en Clinical Oral Investigations, una de las revistas científicas referentes en la materia.

«En Argentina siempre se lo siguió considerando un factor de riesgo muy importante, pero en el resto del mundo la atención se desvió hacia el tabaco, luego al alcohol, y nunca se consideró seriamente al trauma sobre las partes blandas de la boca. Fue un tema que no se siguió estudiando y quedó como rezagado«, comentó Piemonte, que integra el Departamento de Medicina Bucal de la UNC.

¿Qué aporta este estudio?

Evidencia que muestra que «el trauma generado por prótesis en mal estado, por piezas dentarias en mala posición, o que tengan bordes filosos y que lastiman o rozan durante mucho tiempo las mucosas de la boca (lengua, mejillas, labio), pueden favorecer que luego en ese lugar se instale el cáncer«, explicó a este diario Laura Werner, especialista en Estomatología del Departamento de Odontología y Cirugía Buco-Maxilo-Facial del Hospital Alemán.

Lo que hizo la investigación realizada en Argentina fue rescatar del olvido a ese factor potenciador del riesgo y estudiar qué rol juega en el desarrollo del cáncer bucal.

Estudiar la irritación mecánica crónica

Para eso, reclutaron una muestra integrada por 212 adultos de 63 años de media, que fueron divididos en dos grupos: el primero, conformado por personas con cáncer bucal y el otro (el grupo del control) por individuos sanos. Fueron seguidos durante una década, entre 2009 y 2019.

«Tomamos personas con cáncer bucal y sin cáncer y evaluamos los factores de riesgo a los que estuvieron expuestos; nos centramos fundamentalmente en tabaco, alcohol y la irritación mecánica crónica«, indicó Piemonte.

El consumo de tabaco fue reportado por un 44.3% de los participantes del grupo con cáncer y por casi la mitad (48,1%) del grupo control. Mientras que la mitad del primer grupo consumía alcohol y solo un tercio entre las personas sin diagnóstico oncológico.

En tanto, casi tres de cada cuatro personas con cáncer bucal (73,6%) sufría irritación mecánica crónica. Las dentaduras postizas mal ajustadas y los dientes rotos que raspan la lengua fueron los traumas más comunes asociados a ese cuadro. En el grupo control, la proporción fue mucho menor: solo uno de cada tres presentaba esa condición.

¿El trauma bucal produce cáncer?

«El trauma no tiene la capacidad por sí solo para producir cáncer, pero es un acelerador, un agravante, un potenciador de otras causas», subrayó Piemonte, que es profesor de la Facultad de Odontología de la UNC.

«La persona está expuesta a múltiples causas que pueden llevar al cáncer -continuó-. El tabaco y el alcohol son dos de ellas, pero hay muchas otras más. Entonces, aunque el paciente no fume ni tome alcohol, si hay trauma bucal, el riesgo aumenta

Riesgo duplicado

En relación al tabaco, Piemonte ofrece datos que dan cuenta de la influencia de la irritación mecánica crónica como «potenciador» o «acelerador» del efecto del cigarrillo, que hasta puede llegar a duplicar el riesgo.

«Las personas con cáncer, que fuman, pero no tienen trauma bucal, han fumado, en promedio, unos 400 mil cigarrillos a lo largo de su vida -dijo-. Mientras que las que tienen cáncer, fuman, y presentan trauma bucal, fumaron menos de la mitad.»

«Es decir, el trauma actúa reemplazando o potenciando el efecto del cigarrillo», analizó.

¿Qué quiere decir? Que incluso fumando menos, si el estado bucal no es bueno, «el riesgo es igual a si fumaras muchísimo», resaltó Piemonte. «Y esto aplica también para el alcohol».

La combinación de irritación mecánica crónica y alcohol incrementa un 53% el riesgo de desarrollar cáncer bucal, informó la UNC.

Por eso, si todas las personas deben mantener una buena salud oral, aquellas que fuman o toman alcohol deben prestarle más atención todavía, destacó Werner.

«Nuestro estudio demuestra que la irritación mecánica crónica, es decir, aquella que está por mucho tiempo en la boca, está significativamente asociada al cáncer oral y el riesgo es mayor cuando la persona consume alcohol y tabaco», alerta la médica.

Cáncer bucal y VPH

Los tumores de cabeza y cuello, entre ellos el cáncer bucal, son más frecuentes a partir de los 50 años.

En los últimos años se ha observado un aumento en la incidencia en pacientes jóvenes, menores de esa edad, particularmente carcinomas de orofaringe (de garganta) asociados a infección por VPH (Virus Papiloma Humano), vinculada sobre todo a la práctica de sexo oral sin protección.

«Hace unos años hubo como una moda de pretender atribuir al VPH todos los cánceres que no eran producidos por tabaco o por alcohol. Y luego se vio que no era así«, afirma Piemonte.

Según el especialista, el VPH tiene un rol importante en el cáncer de garganta, pero un «rol moderado» en el cáncer de boca. Solo uno de cada cinco casos de cáncer oral se relacionarían con la infección por VPH.

El último trabajo dirigido por Piemonte no evaluó al VPH como factor de riesgo, pero sí lo han estudiado en trabajos anteriores.

«El VPH es un virus que no tiene capacidad para penetrar por sí mismo adentro de la mucosa bucal, pero cuando hay trauma sí lo puede hacer«, indicó.

«Entonces el trauma actúa facilitando la penetración del virus. Puede ser incluso en circunstancias accidentales, no hace falta que sea durante mucho tiempo. Y además la irritación es como si ‘activara’ al virus,  lo que facilita su expresión», advierte.

¿Cómo se detecta el cáncer bucal?

«El cáncer bucal se detecta mediante la observación de la mucosa por una vista experta, como la del estomatólogo, que puede sospechar de la presencia de un cáncer y en ese caso realizará una biopsia para confirmar o no su diagnóstico presuntivo», respondió Werner.

El hecho de que el cáncer bucal se origine en el epitelio (es decir, la parte más superficial), lo hace muy accesible a la inspección de la cavidad bucal, dijo.

Cáncer bucal: síntomas y señales de alarma

Más allá del consulta odontológica, que puede ayudar a detectar lesiones de preocupación, las personas pueden estar atentas a señales de alarma en la boca.

«El paciente puede sentir dolor, aunque el cáncer de boca generalmente no duele en estadios iniciales», dice Piemonte.

Algunas de las señales que ameritan una consulta son manchas rojas o blancas en la lengua, en la cara interna de los labios, en las mejillas, en el paladar. También asperezas o bultitos.

«La mayoría de las veces esos cambios son benignos, pero en un porcentaje no despreciable, son cáncer o alguna otra enfermedad importante», advierte.

En ocasiones, el roce de un diente o de una prótesis es tan suave que la persona no alcanza a sentir molestia o dolor, pero la irritación se genera igual, lo que aumenta el riesgo.

¿Cómo influye el diagnóstico temprano en el pronóstico del paciente?

La detección temprana del cáncer bucal mejora notablemente su pronóstico, enfatizó la médica del Hospital Alemán. Las estadísticas indican que, detectado en forma precoz, el éxito del tratamiento es superior al 85%.

«Hay que tener en cuenta que el cáncer bucal como cualquier otro cáncer del organismo, si está diagnosticado en estadios avanzados puede llevar a la muerte del paciente, por lo que su prevención es sumamente importante.»

Además, cuanto más pequeña sea la lesión, su tratamiento será menos invasivo. Y repercutirá menos en las funciones de la boca: hablar, masticar, deglutir saliva o alimentos.

«Y teniendo en cuenta que es uno de los cánceres visibles, también obtendremos un beneficio estético», añadió.

Cómo se trata el cáncer bucal

El cáncer bucal generalmente se trata con cirugía, pero también el paciente puede recibir radiación. Además existe un tipo de cáncer bucal que se trata con quimioterapia, apuntó Werner.

Prevención del cáncer bucal: tres mensajes

En relación a la prevención y el diagnóstico temprano, Piemonte destaca tres mensajes.

El primero es que el cáncer de boca existe. «Muchas veces el paciente con cáncer bucal, si tuvo un tumor pequeño, se curó y no cuenta mucho. Y fue muy grave, es probable que haya quedado con dificultades para socializar. Son pacientes que quedan ocultos, por eso no se conoce tanto».

En segundo lugar, subraya que cualquier cambio que se detecte en la boca, que dure dos o tres semanas y no evolucione, no mejore espontáneamente, debe ser revisado por un odontólogo o por un especialista (estomatólogo), «porque en un pequeño porcentaje de los casos puede ser alguna enfermedad grave».

«Y por último insistir en que el abandono del tabaco y del exceso de alcohol, como un buen estado bucal, son conductas que disminuyen la posibilidad de desarrollar cáncer bucal».

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/prueban-factor-subestimado-acelera-riesgo-cancer-bucal-detecta-previene_0_0fTUuiq2Qg.html