Los graves efectos de las terapias de conversión de homosexuales

foto AML

“Algo se quebró dentro tuyo”

“Hay que restaurar tu interior para cambiar tu conducta”

“Dios ama al homosexual, pero condena la homosexualidad”

“Los homosexuales no pueden ser felices”

Texto de Paula Soler

Aunque te haga feliz, no podés bailar esa música”. “No muevas así las manos y no camines de ese modo”. “No veas más a esas amistades, te hacen mal”. “Y, por sobre todas las cosas, no sientas eso que sentís, no sientas ese amor ni atracción”. Nicolás Bugnot tenía 18 años cuando le hicieron creer que si cumplía esas órdenes podría “sanar”. Comenzó a ir a campamentos de masculinidad y a terapia con un psicólogo que le prometía que podía “rectificarse”, “restaurarse”, “convertirse”, “sanarse”. La homosexualidad no era una opción dentro de la comunidad evangelista a la que pertenecían él y su familia. Le aseguraban que la voluntad de Dios era que tuviera una vida heterosexual. “No solo son tu entorno o tu familia los que te juzgan porque sos homosexual, es Dios. Y Dios, cuando te sentís tan solo, es lo único que te queda. Si encima te dicen que también te niega, la vida es solo angustia”, cuenta Bugnot, quien entre 2008 y 2015, fue sometido a las denominadas “terapias de conversión” o “restauración” para cambiar la orientación sexual e identidad de género de personas homosexuales, lesbianas, gays, bisexuales y trans. Fue una época tortuosa para Bugnot, pero logró salir de ese sistema a tiempo. Hoy es feliz con su vida, está en pareja y es un apasionado de la música. “Cuando estuve en el campamento, si me pedían que escalara el Everest para dejar de ser homosexual, lo hacía. Me decían que lo que yo sentía era antinatural, que estaba fallado y que tenía que volver a lo que debía ser”, repasa. Lejos de ser un recuerdo oscuro de otros tiempos, lo que vivió Bugnot es una práctica vigente en la Argentina. Pese a que son ilegales, se esconden bajo la fachada de terapias psicológicas, retiros, campamentos o grupos espirituales de sanación. Todos ofrecen lo mismo: un “quebrantamiento de la identidad” para dar lugar a una “restauración”. habló con personas que pasaron por esos grupos, engañados o empujados por sus entornos, logró identificar organizaciones que ofrecen estas “restauraciones”, y confirmó su existencia con una decena de referentes de organismos de derechos humanos y de la comunidad LGBTQ+.

foto AML
foto AML

El psicólogo le prometía que podía “rectificarse”, recuerda Nicolás Bugnot

Un hombre habla en un zoom sobre la cantidad de homosexuales que hay en el país y plantea que son “personas perdidas” que necesitan “ser restauradas”. Llama a responder “con compasión” a quienes están “afectados por la homosexualidad”. Así introduce el pastor Gustavo Schneir el tema de las prácticas de conversión. Los organismos internacionales que las cuestionan las describen como “esfuerzos de cambio de orientación sexual y de identidad de género” o Ecosig. Ese streaming, de septiembre de 2022, es parte de un encuentro organizado por la Juventud Evangélica Bautista Argentina (JEBA), bajo el título “Conflicto de identidad”.

El pastor Gustavo Schneir habla de “personas afectadas por la homosexualidad”

Son tres los pastores que disertan en ese espacio virtual y dan a entender que se perciben como exhomosexuales. A Schneir, le sigue Mauricio Montion, referente de las terapias de conversión en el país y líder del llamado ministerio de restauración, un grupo religioso de Córdoba. Montion promete ayudar a quienes “quieran restauración” y sientan “atracción hacia el mismo sexo” con una serie de pasos a cumplir.

El líder del llamado ministerio de restauración, Mauricio Montion, plantea la necesidad de ayudar a quienes sienten atracción por personas del mismo sexo

El llamado ministerio de restauración está muy activo. Para julio anuncia la charla “Lidiando redentoramente con la AMS”, sigla que significa atracción hacia el mismo sexo. Asistir a los retiros cuesta hasta 900 mil pesos. Hace unos días, se convocó a un encuentro en Chile. “Son bienvenidos todos los que luchen con relaciones, emociones y una sexualidad desalineada”, dice la invitación. Diego Sauan, quien se presenta como psicólogo y pastor de “Senda de Vida” y del grupo “Mano fuerte, Brazo extendido”, analiza ante los jóvenes que lo escuchan vía zoom la importancia de titular correctamente las actividades. “Durante años les pusimos ´atracción al mismo sexo indeseado´, pero el LGTB nos persigue”. Afirma que “recuperarse es tomar la identidad de hombre”. Uno de los asistentes le pregunta cómo actuar si una persona homosexual se consagra a Dios, pero no quiere cambiar. “El único que convence de justicia, de pecado, de juicio, de homosexualidad, de basura, de adicción y de ideología es el Espíritu Santo”, responde.

Diego Sauan, quien se presenta como psicólogo y pastor, asegura que “recuperarse es tomar la identidad de hombre”

“Tortura física y emocional”Hace tiempo que los países más desarrollados del mundo dejaron en claro que no había nada que “corregir” en las orientaciones de identidad sexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) quitó a la homosexualidad de su listado de trastornos mentales en 1990. Y en 2019 hizo lo mismo con la transexualidad y el travestismo. Además, la OMS, Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos describen a las terapias de conversión como una forma de tortura física y emocional. Si bien en la Argentina no hay una legislación específica sobre el tema, estas prácticas están prohibidas de manera indirecta por la ley de Salud Mental, de 2010. En su artículo 3, dice: “En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de elección o identidad sexual”. Además, existe un marco normativo para que se respeten los derechos de todas las personas más allá de su orientación, como la ley de Identidad de Género o la de Matrimonio Igualitario. La primera vez que se instaló el tema en el país fue en 2022, en Santa Fe, cuando un joven, Gastón Onetto, denunció a un psicólogo que intentó cambiar su orientación sexual en su adolescencia.El tribunal de ética del Colegio de Psicólogos de esa provincia concluyó que lo que sufrió equivalía a una práctica de tortura. Si bien el profesional no recibió una sanción porque el hecho había prescripto, se sentó un precedente. «No apoyamos esas mal llamadas terapias. La biología no toma en cuenta las identificaciones, los goces, el deseo», indica la presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina, Mirta Goldstein, tras explicar que estas prácticas se basan en un paradigma biologicista de la identidad: hombre – mujer. La Federación de Psicólogos y Psicólogas de Argentina (FePRA) también ha declarado que estas llamadas terapias no tienen validez científica y son contrarias a la ética profesional. “Son abusadoras de la identidad de las personas y coercitivas. Ni siquiera pueden considerarse una mala praxis porque directamente son violatorias de los derechos humanos”, señala Alicia Rotela, presidenta de la Asociación de Psicólogos y Psicólogas de Buenos Aires (Apba), que es parte de FePRA. Desde esa entidad, indicaron: «Promueven la violencia sobre el cuerpo y la salud mental de las personas. Cuando hablamos de identidad de géneros no hay nada que curar y hay todo por respetar”. “Predicamos el poder transformador. se comunicó con el ministerio de restauración para conocer sobre el trabajo que realizan. “No ofrecemos dicho tipo de terapias, ni las apoyamos, ni las avalamos”, aseguraron. Ante la consulta sobre si predican la “transformación” de personas homosexuales, afirmaron: “Somos un grupo religioso cristiano que se dedica a predicar el poder transformador de Cristo”. Desde la Conferencia Episcopal Argentina indicaron que “no se han tomado este tipo de prácticas como parte de la pastoral de la Iglesia”, aunque señalaron que “hay algunos movimientos que de manera personal promueven estos grupos”. Luego, destacaron: “Hoy se trabaja con el magisterio de Francisco en crear puentes, acompañar a todas las personas de igual manera. Crece en muchos lugares una pastoral de la diversidad”. Desde la Asociación de Iglesias Evangélicas afirmaron que sus instituciones no ejercen la terapia de conversión. “Por el contrario, se respeta la decisión de cada persona, que recibe contención emocional, social y espiritual”, respondieron. JEBA y la organización “Mano fuerte, Brazo extendido”, en cambio, no contestaron. Tampoco respondieron ninguno de los pastores mencionados. Controlar el timbre de voz y la forma de caminar“Yo no tenía un problema con mi orientación sexual, pero el psicólogo me hizo creer que estaba enfermo y que me podía curar”, recuerda Onetto, quien hoy tiene 38 años, es psicólogo y vive en Santa Fe. Cuenta que decidió denunciar a su terapeuta en 2018, cuando revivió el horror vivido ante el comentario de un amigo. “Lo habían invitado a un campamento de masculinización. Eran las mismas personas que quisieron trabajar sobre mi identidad”, afirma. Las frases de aquel terapeuta le quedaron grabadas. “Me decía: ´Los homosexuales no pueden ser felices´, ´Dios ama al homosexual, pero condena la homosexualidad´. El discurso de odio que recibís te genera un odio a vos mismo, porque lo conductual se puede reprimir un tiempo, pero no podés dejar de sentir. Esto te da angustia, estrés y podés llegar a pensar que la opción es desaparecer”, explica Onetto sobre el calvario que sufrió y que más tarde volcó en una obra de teatro, La Cura.

foto AML
foto AML
foto AML

Después de atravesar un verdadero infierno, Gastón Onetto volcó sus emociones en una obra en la que además actúa

Los pocos amigos que le habían quedado le decían que ya no sonreía. Y, como aún sentía deseos, el psicólogo le recomendó ir a un campamento de masculinidad. Él se unió a un grupo que se hospedaba en La Falda. “En estos retiros vi gente que se reprimía, chicos que se autolesionaban, se cortaban, que estaban medicados porque habían tenido intentos de suicidio. Y me cayó la ficha. Yo no tenía nada que cambiar”, indica. Cuando comunicó su decisión en la sesión, el terapeuta le respondió que su “salvación” estaba en juego. “Me dijo: ´¿Cómo un ciego va a guiar a otro ciego?´. Le contesté que iba a ser mejor psicólogo que él y me fui. Todavía estoy en proceso de sanación. Recién a los 30 años pude volver a bailar”, cuenta. “Por más que prediquen que hay que amar al pecador, pero no al pecado, o que no hablen de enfermedad cuando se refieren a la homosexualidad, suponemos con criterio y testimonios que se presiona a las personas LGBTQ+ para que modifiquen sus prácticas y su deseo”, advierte Ricardo Vallarino, presidente de 100% Diversidad y Derechos, organización que ayuda a canalizar en la Justicia denuncias de este tipo de acciones. Andrea Rivas, directora de Familias Diversas, una organización que estudia el avance de estas prácticas en el país, enumera sus métodos: prohíben un estilo de vida basados en discursos pseudocientíficos, y aplican el hostigamiento y la amenaza de la exclusión dentro de las comunidades. Vallarino expone un caso extremo: el de Federico Gómez, un joven gay que en 2021 fue encontrado muerto en su departamento, en Puerto Rico, Misiones. La familia dijo que se había suicidado después de “ser hostigado y discriminado por miembros de su grupo religioso, referenciado con los Testigos de Jehová” y que lo habían citado a una “audiencia judicial” para tratar su “conducta descarada”. La organización 100% Diversidad y Derechos intervino en la causa luego de que la Justicia determinara que murió por un ACV y pidió que se “contemple como hipótesis el prejuicio hacia su orientación sexual como elemento central del posible sometimiento a una terapia de conversión y la consecuente instigación al suicidio”. La causa aún sigue abierta. Matías Ostropolsky, psicólogo de la organización Comunidad Homosexual Argentina (CHA), coincide con el resto de los profesionales consultados al explicar que “negar la verdadera identidad es anularla”. Y suma: “Está perfecto que todos tengan su fe, el problema es cuando esa fe atenta contra los derechos de las personas”.

Flyer del ministerio de restauración
LA CONVOCATORIA ES PARA QUIENES “LUCHAN PARA PODER AMAR BIEN”

foto AML

Alarmas encendidasUn chico trans dice que sus padres lo quieren enviar al psicólogo para que lo reoriente en su identidad de género. Una chica lesbiana consulta si está bien que su piscólogo le diga que está insatisfecha porque no tiene relaciones con un hombre. Esas preocupaciones suele escuchar Adrián Helien, psiquiatra y coordinador del Grupo de Atención a Personas Transgénero del Hospital Durand. “Son cuestionamientos que, por más que la persona esté segura de su orientación sexual, ocasionan estrés, ansiedad y depresión”, explica el especialista. Helien también habla del estrés de las minorías, que se da cuando una sociedad estigmatiza y agrede a un colectivo. Y advierte que si los cuestionamientos provienen de espacios legitimados de poder, como un consultorio psicológico, la palabra de funcionarios públicos o medios de comunicación, se instala un discurso de odio que debe encender alarmas. Como una caja de resonancia de lo que plantea Heilen, hace unas semanas el director de Fundación Sí, Manuel Lozano, leyó una carta angustiante en radio Urbana Play. Relató el sufrimiento que pasó cuando sus padres lo mandaron al psicólogo para “curarle” la homosexualidad. Así eligió responder a Nicolás Márquez, biógrafo y amigo del presidente Javier Milei. En una entrevista radial, Márquez había dicho que los homosexuales tienen una “sexualidad desordenada y autodestructiva”, que son “insanos” y de “tendencias suicidas”.

Nicolás Márquez, biógrafo de Milei, trató a los homosexuales de “insanos” y autodestructivos; Manuel Lozano, de la Fundación Sí, le respondió con una carta en la que relató su calvario

Denunciar estas prácticas es clave para poder saber qué organizaciones las ofrecen. Pero es complejo. “Las víctimas llegaron a ellas por vergüenza de sí mismas, denunciar no les resulta fácil”, cuenta Gabriel Serra, de la comisión de género y diversidad de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. Si bien se estima que tras una experiencia traumática una persona puede tardar 20 años en promedio en contarla, Serra dice que a veces no es cuestión de tiempo, sino de encontrar quien quiera escuchar. Desde la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, que depende del Ministerio de Capital Humano, no especificaron a LA NACION qué departamento tomaría este tipo de denuncias. Las organizaciones coinciden en que debe sancionarse una ley que prohíba expresamente estas prácticas y que origine canales de denuncia, como lo hicieron México, Canadá, España, Islandia, Portugal, Grecia, Alemania, Bélgica y Noruega, entre otros países, según explicó a la Asociación Internacional de personas LGTBQ+. En la Argentina, existen tres proyectos de ley, pero sin un horizonte cierto para ser tratados en el corto plazo. “No era Dios quien esperaba que cambiara”El psicólogo le preguntó a Bugnot si habían abusado de él. Le contestó que no. El profesional le explicó que debido a que su madre murió cuando era niño y a que su padre siempre fue distante, se originó una herida interna que tapó con la homosexualidad. El “tratamiento” al que se sometió duraba dos años. Incluía retiros con cientos de homosexuales en Córdoba. Los más jóvenes tenían 14. Estaba prohibido intercambiar teléfonos y eran identificados por un número: él era el 17. Rezaban, caminaban mucho, debatían artículos que patologizaban la homosexualidad y se los instaba a citarse con mujeres. Bugnot repitió el “tratamiento” otros dos años. Sentía que nada cambiaba en él. Solo aumentaba su angustia. Hasta que lo supo: “Mi lucha no tenía que ver con asuntos divinos, sino humanos. No era Dios quien esperaba que cambiara, era mi comunidad y yo mismo”. El 90% de las personas de su entorno se alejó de él, pero así comenzó su verdadero proceso de sanación, su propia visión de Dios, de él mismo y de la vida.

DÓNDE HACER UNA DENUNCIA:
Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres. Atiende temas vinculados al colectivo LGBTI+. Se puede llamar al 7092- 6987/88 o escribir a ufem@mpf.gov.ar. Colegios profesionales de psicólogos. En las sedes de cada ciudad se puede reportar a terapeutas. ● Asociación Familias Diversas de Argentina. Ofrecen asesoramiento y se los puede contactar por Instagram o por equipo@afda.org.ar.Asociación internacional de personas LGTBQ+. Tiene una base de datos con la legislación sobre estas prácticas en todo el mundo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/me-decian-que-estaba-fallado-los-graves-efectos-de-las-terapias-de-conversion-que-buscan-curar-a-nid28052024/#/