Marilyn Monroe: sensacionalismo artístico y confusión espiritual

Se cumplen 62 años de la muerte de Marilyn Monroe

Marilyn Monroe y Athur Miller, un matrimonio fugaz
Marilyn Monroe y Athur Miller, un matrimonio fugaz

La siguiente crónica fue publicada en la edición de LA NACION del lunes 6 de agosto de 1962.

HOLLYWOOD.- La hermosa y rubia Marilyn Monroe, símbolo de la vida alegre y excitante de Hollywood, murió trágicamente. Su cadáver fue hallado en el lecho. Probablemente se suicidó. Tenía 36 años. La actriz, que hacía tiempo luchaba con dificultades, tenía el teléfono en la mano. Un frasquito vacío de barbitúricos estaba a su lado.

Monroe, despedida antes de terminar su última película, hacía semanas que no se movía de su amplia residencia de estilo español, situada en Brentwood. A la medianoche, el ama de llaves, señora Eunice Murray, observó que había luz en el dormitorio de la estrella. La luz seguía brillando a las 3 de la madrugada, y la señora Murray no recibió respuesta alguna cuando llamó a la actriz y golpeó en la puerta. Alarmada, llamó al médico personal de Marilyn, el doctor Ralph Greenson. Este llegó a las 4 y tampoco pudo obtener respuesta a sus llamados. Pidió la colaboración de otro médico, el doctor Hyman Engleberg. Al no poder abrir la puerta, forzaron una ventana del dormitorio, entraron y hallaron a la actriz sin vida.

Marilyn Monroe, en su casa, en California
Marilyn Monroe, en su casa, en CaliforniaGene Lester – Archive Photos

Manifestaron al sargento de policía Joseph Clemens que Monroe estaba desnuda en el lecho, con las sábanas cubriéndola hasta el cuello. En una mano tenía el teléfono. En la mesita de al lado de su cama se veían varios frasquitos, uno de ellos vacíos, que contuvo barbitúricos.

El abogado de la actriz, Milton Ruden, se presentó en la residencia y manifestó que el viernes por la noche habían hablado para fijar una cita para el lunes. “Parecía estar de buen humor –dijo-. Naturalmente, le apenó que no pudiera terminar la película Somthing’s go to give. Estábamos todavía negociando la reanudación de la película y se sentía feliz ante esta perspectiva”.

Monroe estaba deprimida desde que fue despedida en junio por la 20th Century Fox, el estudio que la llevó a la fama. En un curioso retorno a su primer éxito como modelo de un calendario, había filmado una escena en que aparecía nadando desnuda en la película inconclusa.

Durante semanas nada dijo Monroe sobre su despido. Su única declaración a la prensa figura en un artículo de la revista Life, aparecido esta semana. No discutió el asunto de su despido, pero reveló algo acerca de su lucha interior. Al referirse a los inconvenientes que acompañan a la fama, expresó: “Todo el mundo está siempre tironeado de una. Todos parecen querer un pedazo. Es como si quisieran arrancar un trozo de mí. No creo que tengan conciencia de lo que hacen, pero es como si dijeran: ´Hacé esto, hacé aquello’. Pero una quiere seguir siendo lo que es y continuar parada sobre sus pies. La fama constituye una carga especial, que bien puedo señalar ahora. No me interesa la carga de ser actractiva y sexualmente incitante. Pero lo que aquello trae consigo es un yugo”.

Marilyn Monroe y Laerence Olivier, en El príncipe y la corista, en 1957
Marilyn Monroe y Laerence Olivier, en El príncipe y la corista, en 1957

Marilyn era hija natural de una empleada de un estudio cinematográfico, Gladys Baker, y de un apuesto inmigrante danés, Edward Mortensen. Nació en el hospital general del Condado de Los Angeles el 1° de junio de 1926.

En la historia de la niña Norma Jean Baker se encuentran los orígenes de los temores que la perseguirían hasta su trágico fin. Luego de ingresar en un orfelinato de Los Angeles, pasó de un hogar adoptivo a otro, castigada por algunos de sus padres y adorada por otros.

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La desaparición de la popular actriz norteamericana marca la culminación vital de una existencia nutrida por el sensacionalismo artístico y la confusión espiritual. Desde los comienzos en la carrera fílmica sus actitudes particulares y escénicas determinaron la conformación de una personalidad exuberante y carente de prejuicios, que fue abriéndose paso decididamente entre la compleja maraña del mundo cinematográfico.

Marilyn Monroe había nacido en Los Angeles hace 36 años, y su infancia fue signada por una infelicidad de carácter excepcional. A los 15 años contrajo matrimonio con James Dougherty, unión que duró muy poco tiempo. Joven aún –pues sólo contaba 17 años- se produjo el acontecimiento fundamental de su vida artística, al posar desnuda para un calendario de publicidad. Ello fue el primer mojón de una carrera de ribetes sensacionales, surgida de los influjos de una belleza singular acompañada por determinacione personales de una audaz concepción.

Marilyn Monroe había sido despedida y pasaba por un estado de depresión; la encontraron desnuda en su cama, con un frasco de barbitúricos vacío
Marilyn Monroe había sido despedida y pasaba por un estado de depresión; la encontraron desnuda en su cama, con un frasco de barbitúricos vacíoARCHIVE PHOTOS

El revuelo provocado por las fotografías naturales tuvo amplia repercusión, y el productor A. Hornblow reparó inmediatamente en ella para uno de los personajes del film “La selva de cemento”, dirigido por John Huston. A partir de allí el público comenzó a fijarse con mucho interés en esa figura hermosa, llena de picardía y sensualidad, que asomaba a la escena del mundo cinematográfico con ambiciones ilimitadas.

Su frenética carrera artística proyectó a la vida privada el influjo de neurosis e inquietud que caracterizó a la mayoría de sus actos. Los constantes éxitos fílmicos hallaban repercusión opuesta en sus fracasos matrimoniales, pues en varias ocasiones buscó la felicidad en unión con hombres de disímil estructura espiritual, y también famosos en sus especialidades. El deportista Joe Di Maggio, as del béisbol, fue escogido por Marilyn para llenar sus horas de malaventuras, pero la incomprensión mutua determinó la ruptura afectiva.

Después del episodio marital con Di Maggio, no conforme con sus condiciones escénicas, resuelve trasladarse a Nueva York, donde funciona el famoso centro formativo Actor’s Studio. En el riguroso ámbito artístico esperaba hallar los elementos necesarios y la dirección adecuada para desarrollar sus cualidades naturales, frecuentando al mismo tiempo el trato con las personalidades relevantes del medio. Del nuevo contacto social surgió una comunicación íntima –considerada poco feliz- entre ella y el famoso dramaturgo Arthur Miller. Comunicación que se plasmó en un matrimonio que fracasó a poco de andar, como los anteriores. Mientras tanto, entre estos episodios privados que conmovieron su integridad psíquica de manera convulsionante, continuó trabajando con cierta intensidad.

Una adorable pecadora, el film de la 20th Century Fox con Marilyn Monroe e Ives Montand
Una adorable pecadora, el film de la 20th Century Fox con Marilyn Monroe e Ives Montand

El público –que siempre acogió sus películas con entusiamos- tuvo oportunidad de verla actuar en realizaciones como “La Princesa y la corista” con Laurence Olivier, “Almas desesperadas” con Richard Widmar, “Los inadaptados” con Clark Gable, cuyo argumento fue escrito por Miller especialmente, y otras, mostraron el arraigo popular de su figura. Pero su organismo ya comenzaba a dar pruebas declinantes y debió internarse en varias oportunidades para someterse a diversos tratamientos psicosomáticos. Los resultados parecían positivos, pues el realizador George Cuko la fue a buscar para interpretar el papel principal de la obra “Something got to give” (Algo hay que dar), que quedó inconclusa por culpa de su informalidad esencial.

De esta manera se apagó otra estrella en el firmamento cinematográfico, que brilló con características singulares durante varios años. Su personalidad quedará grabada en la historia de esta forma de espectáculo como la de una actriz intuitiva, cuyas condiciones escénicas se adecuaban correctamente a los papeles del tipo especial que le asignaban. Por otra parte, y ello es lo fundamental, demostró ser la actriz más sensual de esta etapa del cine contemporáneo.

La noticia en LA NACION

La crónica por la muerte de Marilyn Monroe, publicada en LA NACION en 1962
La crónica por la muerte de Marilyn Monroe, publicada en LA NACION en 1962

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