Mercedes Miguel: “Lanzamos la Nueva Secundaria”
La Ciudad de Buenos Aires presentó ayer una ambiciosa reforma educativa del nivel secundario. En diálogo con Ticmas, Mercedes Miguel, ministra de Educación porteña, señaló que el cambio apunta a transformar la forma en que los estudiantes aprenden y avanzan en su trayectoria escolar
Mercedes Miguel, ministra de Educación porteña: «El daño más grave que les hacemos hoy a los estudiantes es que les estamos quitando el amor por aprender» (Foto: Leonardo Giménez)
El sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires está a punto de experimentar una transformación profunda con la implementación del programa “Secundaria Aprende”, que propone modernizar la educación a partir de cuatro pilares en vistas a una renovación y rediseño de la organización escolar:
– La organización de los contenidos: Si bien se mantiene el diseño curricular y el plan de estudios de 5 años (6 para las técnicas) no se modifica, se pasa de un sistema organizado por años a uno de progreso por nivel en cada materia, similar al formato del nivel universitario. Esto significa que no habrá más materias previas, pero que los estudiantes deberán aprobar el nivel de una disciplina para avanzar al siguiente.
– La evaluación de los aprendizajes: Examenes bimestrales donde los estudiantes demuestren comprender lo aprendido. Cada nivel tiene contenidos nodales y contenidos de profundización. Para la aprobación, los alumnos deben acreditar el 100% de los contenidos nodales.
– La organización de la escuela: Al abandonar el sistema gradual, la escuela va a tener que reacondicionar espacios con una nueva distribución para que los estudiantes puedan llevar adelante sus talleres y laboratorios. El Ministerio de Educación, además, brindará acompañamiento a las escuelas con capacitación a los docentes y directores en torno a la planificación y desarrollos de proyectos interdisciplinarios.
– La organización docente: El programa “Secundaria Aprende” promueve la presencia de profesores con mayor carga horaria en una misma escuela, evitando la figura del “docente taxi”, lo que implica un mayor nivel de acompañamiento y conocimiento sobre los estudiantes.
Estas cuatro dimensiones persiguen un tipo de educación más eficiente, con el estudiante como protagonista de su aprendizaje. Además, este modelo elimina la repitencia —cuando ha sido ampliamente demostrado que repetir un año completo no solo no mejora el aprendizaje, sino que, muy por el contrario, incrementa la deserción escolar especialmente entre los alumnos más vulnerables— y pone el peso en el aprendizaje de los conocimientos de cada disciplina. De esta manera, por ejemplo, si un estudiante no aprueba Matemática de 3° año, no podrá cursar Matemática de 4° hasta que supere la materia pendiente.
En diálogo con Ticmas, la ministra de Educación, Mercedes Miguel, explicó que esta reforma se logró luego de meses de debates con todos los actores del sistema educativo: “No es que amanecimos y dijimos ‘Vamos a cambiar la escuela’; este nuevo modelo lo trabajamos con supervisores, rectores, coordinadores de área, profesores, estudiantes que aportaron qué deberíamos modificar, sindicatos”, dice. Son cambios que buscan adaptar la secundaria a las necesidades actuales y garantizar que cada estudiante avance realmente cuando haya adquirido los conocimientos necesarios. El proyecto comenzará el año próximo con 30 escuelas piloto, a las que han nombrado “Pioneras”.Mercedes Miguel, ministra de Educación porteña: «si no nos metíamos en la organización del docente en el aula, todo lo demás terminaba siendo un maquillaje» (Foto: Leonardo Giménez)
—¿Se acaba la repitencia?
—No. Los estudiantes van a repetir aquellas materias y aquellos contenidos que no han logrado adquirir. ¿Hoy qué pasa? Hoy tenés estudiantes que se pueden quedar con hasta cuatro previas, entonces pasan al año siguiente y empiezan a cursar todas las materias. Todas: incluso las que se llevaron. Te llevaste Matemática, Física y Química en 3°, y en 4° te empiezan a dar clases de Matemática, Física y Química. Es hipócrita sentar a un estudiante en 4º año a rendir materias que no tiene adquiridas del año anterior. Realmente vamos a garantizar que aprendan. Si no comprendiste Matemática de 3°, yo me voy a ocupar de que la comprendas y vos vas a demostrar que aprendiste porque me la podés explicar, porque se la podés explicar a un compañero, porque aprobás la evaluación o el proyecto que te estamos dando. Una vez que la hayas aprendido vas a estar habilitado a continuar con tu aprendizaje.
—¿Entonces pasa de año, pero sigue cursando la materia anterior?
—Va a empezar a cursar todas las materias aprobadas, porque hay una correlatividad y puede hacerlo, pero, si se llevó Matemática y Física en 3°, no va a cruzar Matemática y Física de 4.º. Las escuela brinda instancias para que aprenda, comprenda y apruebe las materias que adeude. Una vez que la haya aprobado, está habilitado para seguir con las del año siguiente. ¿Eso cómo va a ser posible? Porque estamos modificando la estructura de cómo están los profes en la escuela: van a tener tiempo completo, van a estar más horas en la escuela, van a poder trabajar con sus colegas, van a trabajar por proyectos, van a tener pagadas las horas de planificación y van a tener tiempo para ocuparse personalmente de ese estudiante que necesita rendir las previas del año pasado para comprender las de este año.
—¿Cómo se lleva a la práctica esta transformación?
—Supongamos que tu hijo es estudiante en una escuela pionera. El año que viene, si tiene previas, lo primero que vamos a hacer es ayudarlo a aprobar todas esas materias. Pero, ya para cuando pase al otro año, en 2026, no va a tener ninguna previa porque no van a existir las previas. No va a haber una instancia en la que lo dejemos aprobar con un saber no aprendido. Lo que estamos haciendo es que cada uno vaya a su propio ritmo. El plan de estudios es el mismo. El contenido es el mismo. Con una planificación muy concreta, muy rigurosa, con una evaluación cada dos meses para ver cómo venís y dónde estás. No vamos a permitir que los estudiantes promuevan el año y sigan metiendo en su mochila un montón de materias que adeudan y no aprenden. El daño más grave que les hacemos hoy a los estudiantes es que les estamos quitando el amor por aprender.
—¿Cómo va a ser el sistema de evaluación y calificación? ¿Con qué asiduidad se califica a los chicos en este nuevo proyecto?
—La calificación es numérica, eso no se cambia. Pero quiero contar que los profesores de las 30 escuelas pioneras empiezan en octubre una capacitación para cambiar la práctica de cómo enseñan. ¿Por qué? Porque hoy las clases en la escuela secundaria es expositiva en un 90%, sigue siendo totalmente enciclopedista. Tenemos que empezar por cambiar la práctica docente para que el profe pueda planificar un proyecto de aprendizaje con los profesores de otras materias. Cada escuela tiene que hacer su plan institucional, y todos los profes tienen que planificar un plan de aprendizaje que seguramente va a ser bimestral, pero que puede ser mensual también. Sí o sí, va a haber una evaluación cada dos meses. Empezando por una evaluación diagnóstica al inicio para saber de dónde parte cada uno. Cada estudiante va a recibir el plan y puede que uno vaya súper rápido y lo cumpla en un mes, que a otro le tome dos meses y que otro necesite un poquito más. Cuando entrega el plan, el profesor lo va a calificar y, si está aprobado, va a poder continuar con el tramo siguiente del plan. Y si no, va a permanecer en este nivel hasta que logre comprenderlo y explicarlo.Mercedes Miguel junto al Jorge Macri, jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires
—Algo que define la posibilidad real de la reforma es la docencia full time. ¿Cómo van a abordar eso? ¿Cómo se conecta con el salario?
—El salario no tiene ningún impacto. Acá hacemos todo en términos de la dimensión de cómo vamos a organizar a los docentes al interior de la escuela según el estatuto laboral docente y según nuestra Ley de Profesor por Cargo, de la Ciudad de Buenos Aires.
—Entonces, si un profesor tiene ocho horas en una escuela y ocho horas en otra, ¿van a hacer que las escuelas piloto absorban las ocho horas de la otra para que se quede en una sola?
—Exactamente. Tenemos analizado que, en la Ciudad de Buenos Aires, hay un promedio de entre 150 y 160 profesores por escuela secundaria y que, a su vez, cada uno tiene por lo menos tres escuelas más. Depende de la materia, porque Matemática tiene una carga horaria altísima. Pero Filosofía y otras asignaturas tienen menos carga horaria. Por eso es importante tener en cuenta los cuatro pilares fundamentales en los que trabaja “Secundaria aprende”. Entendimos que, si no nos metíamos en la organización del docente en el aula, todo lo demás terminaba siendo un maquillaje. Esto lo conversamos con los sindicatos, con los supervisores, con los rectores. ¿Qué les vamos a pedir a los profes? Que tomen la mayor cantidad de horas posibles en una sola escuela. La secundaria va a tener un modelo como el de la escuela primaria. Hacia ahí apuntamos.