Pasión del público por el cine de terror
La eterna pasión del público argentino por el cine de terror. En pocas semanas y en silencio, la película «El teléfono negro» está a punto de llegar al medio millón de espectadores en las salas. Una confirmación de que el terror como género cinematográfico siempre tiene adeptos.
POR DIEGO BATLLE
En plenas vacaciones de invierno, con las películas de animación para los más chicos acaparando casi todas las salas, un film de terror como “El teléfono negro” resiste y ya está muy cerca de llegar a los 500.000 espectadores. Esta producción de la factoría Blumhouse dirigida por Scott Derrickson y con Ethan Hawke sorprendiendo como villano es el último eslabón de una cadena de éxitos del género en los cines de Argentina, consolidando así una tendencia que se ha cimentado durante años (décadas).
«El teléfono negro»
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De hecho, si analizamos la taquilla de estos primeros siete meses de 2022 vemos que “Scream” vendió 300.000 entradas o que “El exorcismo de Dios” convocó a más 160.000 personas. Y el fenómeno (que no se limita a películas estadounidenses) está lejos de detenerse, ni siquiera de frenarse un poco: esta semana llegó a las salas locales la propuesta coreana “La habitación del horror” y para agosto se anuncian desde la historia vampírica “Sangre Vurdalak”, del argentino Santiago Fernández Calvete; hasta “Men: Terror en las sombras”, del inglés Alex Garland; pasando por “¡Nop!”, de Jordan Peele; y “El misterio de Salem’s Lot”, de Gary Dauberman, sobre novela del prolífico y muy seguido Stephen King.
«Nop!»
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Con un público cautivo conformado en su mayoría por adolescentes y jóvenes, el cine de terror se maneja con costos de producción bastante más bajos que los de otros géneros porque sus historias suelen transcurrir en pocas locaciones y prescindir de grandes estrellas. Por supuesto, ha construido con el tiempo sagas populares como las de “Martes 13”, “Pesadilla en lo profundo de la noche”, “Scream”, “Insidious”, “El exorcista”, “Halloween”, “La noche de la expiación”, “Hostel”, “Destino final”, “Actividad paranormal” o “El juego del miedo” que a veces pueden agotar en la repetición de fórmulas, pero en varios casos siguen vigentes.
«Actividad paaranormal: vínculos familiares»
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Si bien la respuesta de un público fiel y leal se mantuvo casi inalterable durante mucho tiempo, el gran salto comercial y artístico se produjo a partir de 2013 con “El conjuro”, ya que varias entregas de la franquicia superaron el millón de espectadores en los cines argentinos: “El conjuro” (1.085.000 entradas), “El conjuro 2” (1.785.000) y “El conjuro 3” (330.000 en plena pandemia y con muy pocas salas abiertas), más los 740.000 de “Annabelle”, los 1.200.000 en “Annabelle 2” y los 860.000 de “Annabelle 3”, sin contar spinoffs como “La monja” o “La maldición de La Llorona” que también fueron muy exitosas.
«El Conjuro 3» (HBO Max)
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La grieta del terror
Por otro lado, existe también una “grieta” más del orden de lo estético entre quienes defienden al terror puro, clásico, con mucho slasher y buenas dosis de gore (léase historias con cabezas cortadas, baños de sangre y vísceras por doquier), que cuenta con hallazgos como “La cabaña del terror”, de Andrew Goddard; y los “intelectuales” que desprecian por reiterativo a los exponentes más convencionales y ensalzan en cambio la veta autoral dentro del género que encarnan realizadores como Ari Aster (“El legado del Diablo”, “Midsommar: El terror no espera a la noche”), Robert Eggers (“La Bruja”, “El faro”), Jordan Peele (“¡Huye!”, “Nosotros”, “¡Nop!”) o David Robert Mitchell (“Te sigue”).
Más allá de las diferencias de gustos, de criterios y de búsquedas artísticas, lo cierto es que con ambos “bandos” el género goza de muy buena salud en su bienvenida diversidad.
«La cabaña del terror»
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El fenómeno Blumhouse
“El teléfono negro” no es el primer (ni será el último) éxito de crítica y público de la factoría Blumhouse. Con más de 120 producciones desde su creación hace ya algo más de dos décadas, la compañía fundada y liderada por Jason Blum se ha consagrado dentro del cine de género con títulos como “Actividad paranormal”, “El hombre invisible”, “Feliz día de tu muerte”, “Insidious” / “La noche del demonio”, “La purga” / “La noche de la expiación” y “Halloween”, junto a cotizados directores como James Wan, Mike Flanagan, James DeMonaco, M. Night Shyamalan, David Gordon Green y los apuntados Jordan Peele y Scott Derrickson, entre otros. Blumhouse también ha participado de manera minoritaria en películas de otra índole, como por ejemplo la multipremiada “Whiplash: Música y obsesión”.
«Welcome to the Blumhouse»
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En los últimos tiempos también esa productora incursionó de lleno en el streaming con, por ejemplo, la serie de telefilms “Welcome to the Blumhouse” para la plataforma Amazon Prime Video, pero salvo algunas honrosas excepciones el resultado artístico no fue demasiado estimulante.
Su forma de trabajo es sencilla: contratar guionistas y directores de relieve dentro del género, manejar producciones no demasiado costosas y apostar a la sociedad con el estudio Universal, con el que mantiene un contrato de distribución por 10 años. La persistencia y la coherencia como dos claves para sostener el éxito en el tiempo.
Fuente: Télam