Por la vacuna y más testeos, la tasa de letalidad por Covid bajó a la mitad

Son datos oficiales. Descendió del 2,8 % al 1,4% sobre el total de casos. Los mayores de 60 años pasaron de ser el 83 por ciento del total de las muertes en 2020 al actual 78 por ciento.

Con un promedio diario de 26.236 casos por Covid, la cifra de infectados sigue tensionando al sistema de salud. Pero la noticia es que la tasa de letalidad, es decir el número de fallecidos sobre el total de casos, bajó de forma significativa en comparación con el 2020.

Mientras que la mortalidad fue de 2,8 % en el primer año de pandemia, en lo que va de 2021 es de 1,4 %, según informó el Ministerio de Salud de Nación. Otro dato relevante es que en los mayores de 60 disminuyó un 5 puntos porcentuales. El 83 % de los fallecidos en 2020 tenía más de 60, mientras que el mismo grupo etario representa el 78 % en el año vigente.

La misma tendencia decreciente también se observa al contrastar la letalidad en menores de 60 que en 2020 fue de 0,6 %, mientras que este año la cifra marcó 0,4% y en la mortalidad de mayores de 60 que fue de 15,9 % contra un 8,4% en 2021.

Incluso, en el personal de salud la incidencia de la infección por Covid-19 descendió significativamente de un 4.5% en el segundo semestre 2020 a menos de un 1% en el momento actual.

¿Cómo pueden analizarse estas estadísticas? Clarín consultó a expertos, que coinciden en que, si bien las medidas restrictivas pueden ayudar a bajar la curva de transmisión de la enfermedad, es la vacunación la causa principal por la que descendió la tasa de letalidad. Por eso, insisten en la importancia de ampliar y acelerar el ritmo de inoculación.

“Los mayores de 60 se enferman poco, alrededor del 14 %, pero la mortalidad está direccionada por este grupo de edad que representa el 78 %. El elevado índice revela que aún falta completar la vacunación de adultos mayores con las dos dosis”, observa Eduardo López, médico infectólogo y asesor presidencial e insiste en la importancia de que los vacunatorios permanezcan abiertos los sábados, domingos y feriados.

“Al haber más vacunados, aumenta el número de personas que, probablemente, antes hubiera enfermado de forma grave y fallecido. Hoy, pueden infectarse, pero en su mayor parte (los vacunados con dos dosis) se recuperan más rápidamente”, describe Arnaldo Casiró, Jefe del Servicio de Infectología en Hospital Álvarez, y destaca que la cobertura depende de qué inyección se trate y de cuánto tiempo pasó entre la aplicación y la aparición de la enfermedad.

Leda Guzzi, médica infectóloga, advierte que al aumentar el número de casos y la capacidad de testeo, el índice de letalidad se ve descendido. “Las vacunas están teniendo un impacto positivo en la población mayor de 60 años con una reducción en el número de infectados, especialmente en el número de hospitalizaciones en terapia intensiva y en mortalidad”, señala y hace hincapié en que la circulación de las nuevas variantes pueden influir de forma negativa en la mortalidad de pacientes jóvenes.

Personas se realizan un testeo de la Covid-19 en una plaza de la ciudad de Buenos Aires. Foto: EFE

La misma línea entiende Luis Camera, médico infectólogo y asesor presidencial. “Se está notando un efecto protector en todas las personas vacunadas mayores de 60 que están requiriendo menor cantidad de camas en terapia y fallecen menos por efecto de la vacunación. En cambio, en la población joven las variantes nuevas tienen predilección (principalmente, manaos y andina)”, explica.

Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica , distingue dos pandemias diferentes. La del año pasado y la del corriente que se caracteriza por una velocidad de transmisión más alta, mayor número de contagios y cantidad de variantes circulantes (la de Manaos y Reino Unido son de preocupación y la andina está en observación).

El rango de edad en los pacientes internados en terapia intensiva se ha reducido significativamente a un promedio de 55 a 57 años. La capacidad de supervivencia y recuperación de este grupo etario es mayor que la de los pacientes que se internaban durante la primera ola.

«Antes de las vacunas, la cantidad detectada por el sistema de los mayores de 60 era parecida a la cantidad de contagiados. Porque en ese rango etario casi todos los infectados presentaban síntomas. En cambio, varios menores de esa edad eran asintomáticos. Al tener muchos no detectados, el índice de letalidad real siempre es más bajo que el que se mide. Es lo que debe estar pasando ahora: el índice de letalidad real es más bajo que el que se está midiendo gracias al efecto de la vacuna”, desarrolla Mario Lozano, virólogo e investigador de Conicet.

¿Qué puede pasar en los próximos meses?

Debbag plantea que el control de la pandemia en Argentina se espera para el 2022, probablemente cerca del segundo trimestre. Y lo diferencia del control de la transmisión de la enfermedad que pronostica para fin de año, según la cantidad de vacunas aplicadas. “La primera luz verde está dada por la reducción de mortalidad en mayores de 60 años”, indica.

López entiende que las próximas tres semanas van a ser duras porque estamos con un número de casos amesetados, con tendencia a la baja, y con más de 30 mil diarios. Considera que la clave va a ser cómo la gente cumpla con el autocuidado, destensar las camas de terapia (evitar contagios) y aumentar el ritmo de vacunación.

“A lo largo de este mes los contagiados van a empezar a disminuir de forma significativa, no así la ocupación de las camas de terapia intensiva en número de fallecidos que en junio se van a seguir sosteniendo en un número alto. La mortalidad va a descender a partir del mes de julio y de agosto”, analiza Camera.

Para Lozano, a mediados de julio la letalidad debería caer fuertemente porque dentro de 15 días podría estar vacunado todo el grupo de riesgo. Guzzi plantea que si en los próximos dos meses se sostiene un ritmo intenso de vacunación, en el segundo semestre del año se pueda llegar a alcanzar la inmunización del 60% al 70%.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/vacuna-testeos-tasa-letalidad-covid-mitad-segunda-ola_0_ASA4zer8j.html