Precauciones para que el agua de red sea segura
Aunque el agua de red sea segura, puede volverse nociva si el tanque y los caños de la vivienda están descuidados. Precauciones clave.
Quienes pagan por tener agua de red suelen asumir que de las canillas del hogar brotará siempre un líquido potable y seguro. Sin embargo, para que eso sea real, no basta con que la empresa distribuidora preste bien el servicio. Los usuarios también deben hacer su parte.
¿Cómo? Tomando las precauciones básicas para que el tanque de agua se mantenga limpio. De lo contrario, aunque el agua llegue pura, al pasar por allí podría contaminarse y volverse peligrosa para la salud.
Desde AySA, la distribuidora de Capital y el GBA, recordaron que ellos «aseguran la calidad del agua» que entregan, pero sólo hasta la «línea municipal». Es decir, hasta el ingreso a cada propiedad.
A partir de allí, según advirtieron, «es responsabilidad de las personas usuarias mantener en condiciones adecuadas sus instalaciones internas, incluyendo los tanques de agua«, a los que recomiendan limpiar con regularidad.
Un error muy común, según los especialistas, es descuidar esta cuestión. Permitir que el tanque pase años sin una desinfección. Y a veces sin siquiera revisar algo básico: que esté bien tapado. Las consecuencias pueden ser graves.
Los peligros de descuidar el tanque de agua
«La principal función de la tapa del tanque es evitar el ingreso de elementos como insectos, animales, heces y otros materiales que puedan comprometer la calidad del agua y el correcto funcionamiento del sistema», indicaron en AySA. En tanques sin tapa pueden caer desde cucarachas hasta caca de paloma y de ratas.
En AySA añadieron que, incluso bien tapados, al no haber un cierre hermético, «puede ingresar suciedad, por lo que la limpieza y desinfección regular de los tanques resulta fundamental».
María Ángeles Sánchez Calvin, médica especialista en Nutrición, aseguró que en los tanques con falta de higiene pueden crecer y multiplicarse bacterias, virus y parásitos causantes de enfermedades. Cólera, hepatitis A, giardiasis, fiebre tifoidea, ascaridiasis y leptospirosis son algunas de las mencionadas.
«La mayoría de las personas sabe que los microbios transmitidos por el agua que son dañinos, si se tragan, pueden causar enfermedades estomacales como vómitos o diarrea. Pero también pueden provocar afecciones pulmonares, oculares y dermatitis«, planteó.
Y es que el agua de la canilla contaminada no sólo se bebe o se usa para cocinar. También puede enfermar si entra por la nariz al lavarse la cara, si se inhala como un rocío, si ingresa a una herida abierta o si llega a los ojos por salpicaduras o el lavado de lentes de contacto, por ejemplo.
«El consumo de agua contaminada puede dar origen a síntomas y algunas enfermedades, siendo más frecuentes en niños de 1 a 6 años, embarazadas y personas de la tercera edad, debido a alteraciones en el sistema inmune», dijo Sánchez Calvin.
La limpieza del tanque de agua: ¿cómo y cada cuánto se debería realizar?
Para alejar estos peligros, los expertos de AySA recomiendan hacer cada seis meses una limpieza del tanque de agua, que incluya una desinfección con lavandina o hipoclorito de sodio.
La tarea, que lleva varias horas y puede ser cansadora, se puede encargar a empresas especializadas. Lo importante es que se sigan todos los pasos y precauciones recomendadas:
Tanques de agua de edificios: ¿cada cuánto se deben limpiar?
Por su parte, en los inmuebles de propiedad horizontal, la responsabilidad de mantener desinfectado los tanques de agua comunes es de cada consorcio y de su administrador.
En la Ciudad de Buenos Aires, antes se exigía vaciarlos y limpiarlos cada seis meses, pero en 2018 una ley -la 6.040- levantó ese requisito como parte de un plan del gobierno porteño para bajar las expensas.
Desde entonces, a los edificios sólo se les pide que una vez por año sometan al agua a un análisis bacteriológico y físico-químico.
Si esa prueba revela que el agua no cumple los estándares de calidad del Ente Regulador de Agua y Saneamiento, el consorcio tiene 15 días corridos para limpiarlo y desinfectarlo. De lo contrario, rigen multas.
Los dispensers, ¿también se deben desinfectar?
Tanto en casas como en edificios, si el agua baja del tanque contaminada, no se puede confiar en que los gérmenes serán eliminados por los filtros de los purificadores ni de los dispensers que se alimentan de las canillas.
«Si bien los filtros de red tienen sistemas que permiten la depuración básica del agua, no están aptos para filtrar elementos contaminantes que se puedan generar en las napas o bien en el tanque de agua por falta de sanitización«, confirmaron desde Sparkling, una firma que provee dispensers y agua embotellada a empresas y hogares.
Por eso, allí recomiendan elegir los equipos que funcionan con botellones de 12 o 20 litros, ya que la calidad de esa agua está garantizada.
La clave, también en esos casos, será limpiar y desinfectar seguido el dispenser para que el agua de cada botellón no se contamine al pasar por él. En Sparkling recomiendan hacerlo cada tres meses, así:
- Retirar el botellón de agua, desprender el embudo y quitar el agua que haya quedado abriendo las canillas.
- Usando guantes descartables y una esponja nueva, limpiar cada parte del aparato con agua y detergente, y enjuagar.
- Sumergir las canillas y otras piezas removibles en agua con lavandina y volver a enjuagarlas bien con agua del botellón.
- Llenar el depósito con agua y 10 gotas de lavandina tradicional, dejar actuar entre 5 y 15 minutos, vaciar y enjuagar al menos tres veces.
- Rearmar el dispenser y volver a enchufarlo.
Fuente: https://www.clarin.com/servicios/peligro-canillas-error-comun-contamina-agua-hogar-evitarlo_0_CxPXIa5frb.html