Títulos de autores noveles o con recorridos incipientes en el mercado editorial -con excepción de otros con trayectorias más consolidadas como Marina Yuszczuk, María Sonia Cristoff o Pablo Katchadjian- y puestos en circulación por sellos editoriales independientes, prevalecen en las diez novelas finalistas de la cuarta edición del Premio Fundación Medifé Filba, cuya primera selección fue difundida hoy por los organizadores del concurso, que recibió más de 200 postulaciones y dará a conocer su fallo en noviembre.

«Aquello» de Beatriz Isoldi (Paradiso ediciones), «Barro» de Natalia Rodríguez (Mardulce editora), «Derroche» de María Sonia Cristoff (Penguin Random House), «El ojo de Goliat» de Diego Muzzio (Editorial Entropía), «Falsa familia» de Carlos Ríos (EME editorial), «La segunda lengua materna» de Flor Canosa (Indómita Luz editorial), «Las series infinitas» de Pablo Farrés (Editorial Nudista), «Los brasileros» de Rodolfo Omar Serio (Omnívora Editora), «Para que sepan que vinimos» de Marina Yuszczuk (Blatt&Ríos) y «Una oportunidad» de Pablo Katchadjian (también de Blatt&Ríos) son las 10 novelas finalistas del Premio Fundación Medifé Filba 2023.

La llamada lista larga anunciada conforma la primera escala del proceso deliberativo que en octubre próximo tendrá una segunda instancia con el anuncio de los cinco títulos que llegarán a la fase final en la que trabajará un jurado compuesto por las escritoras María Moreno y Betina González y el escritor Federico Falco, quienes en noviembre darán a conocer su veredicto para saber quién se suma a los ganadores de pasadas ediciones: Juan Ignacio Pisano con «El último Falcon sobre la tierra», Federico Falco con «Los llanos» y Juan Mattio con «Materiales para una pesadilla».

En este caso, a diferencia de las anteriores ediciones donde la lista de finalistas estaba balanceada entre los emergentes y los nombres ya consolidados en el ecosistema editorial, ahora llevan la delantera las voces emergentes o menos difundidas, con excepción de Yuszczuk y Katchadjian -que curiosamente ya habían competido para este galardón en la edición de 2021, ella con «La sed» y él con «Amado señor»- y de Cristoff.

Según señalan los organizadores del certamen, entre los títulos seleccionados en esta ocasión hay algunos que «tensionan la estructura de la novela para transformarla en un dispositivo de superposición de textos y materiales como lo hace María Sonia Cristoff en ‘Derroche’ o Carlos Ríos en ‘Falsa familia'».

En «Barro», Natalia Rodríguez Simón narra a tres voces la vida en una comunidad que es salvaje, tierna a ratos, violenta a otros y profundamente humana, mientras que con un protagonista embrujado, Pablo Katchadjian escribe en «Una oportunidad» una historia delirante y divertida, en la que entrecruza reflexiones metaliterarias, apelando al lector. Por su parte, en «Los brasileros» de Rodolfo Omar Serio se corren las fronteras de lo políticamente correcto y se complejizan, atravesando temas como la política, la diversidad sexual, la religión y el amor. Y Beatriz Isoldi, autora de «Aquello», narra la historia de un hombre a partir de fragmentos, planteando que no hay forma de contar una historia si no es a través de la memoria, los silencios, los sueños y los olvidos.

En la lista conviven también novelas que exploran la frontera entre la fantasía y el terror como «El ojo de Goliat» de Diego Muzzio, que narra a través del encuentro entre un psiquiatra y un paciente, el inestable equilibrio entre la cordura y la locura y el bien y el mal. En esta misma línea, se encuentra «Para que sepan que vinimos», de Marina Yuszczuk, donde utilizando el terror psicológico, se pone en el centro de la trama el duelo y la maternidad. Otra novela inquietante es «Las series infinitas» de Pablo Farrés quien bajo una épica anárquica, narra el modo en que un virus pone en jaque a la sociedad. Y, en una misma zona distópica está «La segunda lengua materna» de Flor Canosa, quien cuenta una historia familiar en un futuro en ruinas.

Con un aumento en su dotación que llega ahora a 1.200.000 pesos, la cuarta edición del Premio Fundación Medifé Filba reconoce títulos publicados entre enero y diciembre de 2022 en una doble operación que permite visibilizar autores y a los sellos que apostaron a su publicación.

En su intención de cartografiar la producción literaria argentina, el Premio Fundación Medifé Filba exhibió hasta ahora un criterio versátil para reflejar las modulaciones de la producción literaria actual: mientras que en la primera entrega consagró como ganador a un escritor debutante en el mercado editorial -Juan Ignacio Pisano con «El último Falcon sobre la tierra»- en la siguiente edición la elección recayó sobre Federico Falco con su obra «Los llanos», que había resultado finalista del Premio Herralde de Novela. Por su parte, en la última edición consagró a Juan Mattio, un autor que cuenta con varios títulos publicados surgidos mayoritariamente de apuesta de sellos independientes. En este caso, ganó la pasada edición con «Materiales para una pesadilla».

El Premio Fundación Medifé Filba busca estimular la lectura, que la literatura circule y darle una segunda oportunidad a esos libros que salieron durante el año anterior y que ya no están en la mesa de novedades de las librerías.

Fuente: Télam