Se adoptó un 200% más de perros en pandemia
De acuerdo a distintas ONGs, durante el aislamiento social aumentaron los pedidos de adopción «porque la gente está mucho más tiempo en sus casas y quiere estar acompañada». Una encuesta de la consultora Millward Brown Argentina señala que el 78% de los argentinos tiene una mascota.
Por Milagros Alonso
Candelaria y Mauricio, orgullosos con sus mascotas en su casa de Canning. (Fotos: Daniel Dabove/Télam).
La adopción de perros durante la pandemia aumentó 200 por ciento, según organizaciones proteccionistas y refugios que se dedican a luchar contra el abandono, el maltrato y el sufrimiento animal y, al conmemorarse el Día Nacional del Perro, remarcan la importancia de concientizar sobre la tenencia responsable.
Para Clara Rigou, miembro de Pichichos al Rescate, una ONG que se dedica a la coordinación de hogares de tránsito y adopción de perros, afirma que durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio «subieron tanto los pedidos de adopción como las ofertas de hogares de tránsito» y subraya que «creció muchísimo el equipo porque la gente estaba con mucho más tiempo en su casa para poder dedicarse a transitar como así también animarse a adoptar, ya que tenían más tiempo para hacer la adaptación con el perro recién llegado».
En la misma línea, Patricia Mura, fundadora de Refugio en Alerta, ubicado en la localidad de Domselaar, en el municipio bonaerense de San Vicente, cuenta que el número de adopciones anuales «subió un 200 por ciento porque la gente pasa más tiempo en su casa y tiene que enfrentarse a la soledad».
En el refugio viven 150 perros y 14 gatos, entre otros animales, y ya entregaron 51 perros en adopción en lo que va del año. «La mayoría son adultos jóvenes o cachorros, no nos han adoptado perritos viejos», indica Mura.
Con respecto al proceso de adopción, Mura explica se les hace un cuestionario a las personas interesadas y se les pide que envíen fotos del lugar donde vivirían los perros. «Se procura una tenencia responsable del animal y no que se lo quiera adoptar como un regalo de cumpleaños», precisa Mura y remarca que en su refugio todo es «una tarea solidaria, acá no hay lucro de ningún tipo, es todo por y para ellos».
En nuestro país alrededor del 78 por ciento de los argentinos tiene mascotas en su casa, según una encuesta nacional de mascotas elaborada por Millward Brown Argentina. Esto ubica a Argentina como el país de la región con más mascotas por habitante, seguido por Chile (74 por ciento), México (56 por ciento) y Brasil (43 por ciento). Se estima que hay 15 millones de perros y 6 millones de gatos, según datos oficiales de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena).
A través de Pichichos al Rescate, durante la pandemia Candelaria y Mauricio adoptaron a Tinta y Frijol, quienes se sumaron a sus dos perros.
Candelaria Ayala es una de las tantas personas que decidió adoptar perros durante la pandemia junto a su marido Mauricio. Si bien ellos ya contaban con dos perros que habían adoptado desde que eran cachorros, esta fue la primera vez que decidieron adoptar animales con una historia previa a través de la ONG Pichichos al Rescate.
«Primero adoptamos a Tinta, a fines del año pasado, que es una es una Border Collie que rescataron en un campo en Navarro, la encontraron con la pata colgando y tuvieron que amputársela», cuenta Ayala, fotógrafa de Canning, y asegura que «le cambió la cabeza en cuanto al vínculo con los animales».
«Es distinto cuando vos tenés un cachorrito de toda la vida que cuando tenés un animal que sabes que pasó por un montón de cosas», detalla Ayala.
Luego, decidieron adoptar a Frijol a principios de este año, que había sido encontrado en un basural desnutrido y con dificultades para caminar.Si bien Frijol y Tinta requieren de cuidados especiales para Candelaria y Mauricio «vale la pena todo» porque «son incondicionales y lo que te devuelven es muy lindo».
«Ellos son siempre una compañía que no tiene precio. Ningún humano te va a recibir con el amor que te reciben los animales. Ellos lo único que quieren es estar con vos», afirman y subrayan que una vez que se toma la decisión de adoptar después «se te despierta algo y ya no podés naturalizar que haya perros en la calle o maltratados».
Como contracara del aumento de las adopciones también se incrementan los casos de devoluciones. «Hubo gente que no estaba preparada para tenerlos», indica Alejandra Condoleo, integrante de Todo por Ellos, una agrupación proteccionista que opera en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
Alejandra Condoleo es integrante de la ONG Todo por Ellos. En su casa de Boulogne vive con sus cinco perros rescatados.
Alejandra vive en su casa de Boulogne con sus cinco perros rescatados de la calle, pero ha acogido en tránsito a muchos otros animales. «Es una satisfacción muy grande, cuando tomas conciencia que está en tus manos cambiarles el destino ya no podes dejar de hacerlo», se emociona.
Por otro lado, desde Pichichos al Rescate y Todo por Ellos advierten sobre la importancia de continuar con las castraciones masivas, tal como estipula la Ley 13.879 de la Provincia de Buenos Aires que obliga a castrar perros y gatos de forma gratuita y masiva y prohíbe la matanza en los municipios, como así también todos los actos que impliquen malos tratos o crueldad, de acuerdo con lo establecido en la Ley Nacional Nº 14.346.
Por las restricciones para contener la pandemia «zoonosis dejó de funcionar como corresponde y se dio un crecimiento de cachorros en la calle», alerta Alejandra Condoleo.»Se están dando muy pocos turnos y las proteccionistas trabajamos a pulmón, entonces es un esfuerzo tremendo recurrir a castraciones privadas», agrega Condoleo.
En este sentido, desde Pichichos al Rescate advierten que los turnos que se otorgan son a largo plazo y «es insostenible tener tres o cuatro meses un perro en tránsito esperando a que zonoosis dé un turno para castrar y recién ahí poder darlo en adopción».
En el marco del Día Nacional del Perro, las organizaciones proteccionistas y refugios coinciden en la importancia de concientizar sobre el cuidado de los animales y afirman que «merecen respeto y una vida digna, no vivir atados, no vivir a la intemperie, no buscar comida en los tachos de basura».
Por último, remarcan que todas las personas deben actuar «con responsabilidad sobre el perrito que incorporan a la familia».
Fuente: Télam