Síntomas que se confunden con el coronavirus en la escuela
Transcurrido más de un mes del regreso a las clases presenciales en las escuelas de la Ciudad, comenzaron a surgir dudas respecto a la aplicación del protocolo frente a los casos sospechosos de coronavirus. A lo que se suma la confusión que pueden generar otras enfermedades que comienzan a circular entre los más chicos. ¿Cuándo caen las burbujas? ¿Con cuántos síntomas se activan las alarmas? ¿Los hisopados son obligatorios? ¿Y si los chicos y las chicas se ven durante el fin de semana, qué incidencia tiene esto sobre la burbuja de la que forman parte? ¿Los mocos y el dolor de panza son síntoma de coronavirus?
El disparador es que los chicos se vuelven a ver todos los días, durante varias horas seguidas y regresan las enfermedades que estuvieron dormidas durante todo 2020: mayormente resfríos, gripes, virus gastrointestinales, conjuntivitis, bronquiolitis y otros. Algunos síntomas pueden confundirse con coronavirus, entonces se disparan los protocolos, se aíslan las burbujas y surgen las incertidumbres.
Un papá de una escuela de Caballito le contó a Clarín la situación que vivieron en estos días. «Una compañera de mi hija hizo una fiesta de cumpleaños el sábado, sólo para las nenas. El domingo una de ellas empezó con síntomas, pero la mamá dio aviso el lunes a la mañana. Es decir, que las nenas fueron a la escuela y compartieron el aula con el resto de los varones y la maestra. ¿No deberían haber estado aisladas hasta conocer el resultado del hisopado? Creo que la escuela dudó y la familia no pudo mensurar la situación. Y muchas veces el resto de las familias no queremos hacer comentarios para no estigmatizar. Por suerte, fue falsa alarma, el hisopado dio negativo. Me queda como dato positivo que todos pudimos hablar del tema y reflexionar para actuar de otra manera si esto se repite», concluyó este papá.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) explicaron que «más allá de los protocolos, debe primar el sentido común. Es una etapa en la que el conocimiento y las habilidades de los pediatras va a ser fundamental. Pero además, las familias tienen que aportar su compromiso. Por ejemplo, cuando los grados tienen muchos chicos y se dividen en burbujas, entonces a los cumpleaños tienen que ir sólo los chicos que pertenecen a la burbuja. Y fuera de la escuela, es necesario replicar todos los cuidados que se mantienen en las aulas. Los docentes tienen una enorme capacidad de imponer buenas conductas de cuidado», analizó el médico pediatra Omar Tabacco, presidente de esta organización.
Controles en el acceso a una escuela de la Ciudad de Buenos Aires. Crecen las dudas sobre cuándo hay que aislar una burbuja escolar. Foto: Luciano Thieberger
De hecho, en el primer mes de regreso a las aulas, y según las cifras oficiales, los casos positivos entre alumnos, docentes y no docentes no tuvieron incidencia en la curva de contagios de la Ciudad, que se mantuvo estable. Entre el 17 de febrero y el 17 de marzo hubo 1.215 infectados, que representan al 0,17% de las 700.518 personas (docentes, no docentes y alumnos) que asisten a las escuelas.
Por otra parte, hubo que aislar en forma preventiva, por casos sospechosos, a 494 burbujas, el 1,09% del total (se estima que son 45.056 burbujas en territorio porteño). Y luego se positivizó el 0,017%. El 60% de los casos positivos detectados fueron personal docente y no docente.
Estas cifras podrían dar la pauta de que, con los cuidados indicados -distanciamiento social, ventilación en las aulas, barbijos e higiene adecuada- la escuela puede ser incluso un lugar más seguro que otros en los que se pierde un poco el control sobre los cuidados de los chicos y las chicas, como plazas, reuniones familiares y cumpleaños. Sin embargo, atravesando una pandemia y en vistas de una inminente «segunda ola de contagios» (como anticipan las autoridades médicas), está claro que la caída de las burbujas será una constante; agravada por el comienzo del otoño.
Aún así, ante la consulta de Clarín, el Ministerio de Salud porteño consideró que por el momento no está previsto que se realicen hisopados a los alumnos y alumnas: «El índice de contagios es muy bajo», explican. Mientras tanto, continúa la campaña de testeos entre los docentes y personal no docente: en La Rural, la Usina del Arte y Centro Comunal 7. Para los tres sitios, se necesita pedir turno. Hasta ahora se hicieron 42.303 testeos y 143 dieron positivo.
A más de un mes de la vuelta a clases, en las escuelas porteñas crecen las dudas sobre cuándo hay que aislar a una burbuja. Foto: Luciano Thieberger
Hasta el viernes habían sido vacunados 15.736 docentes (de un total de 16.000 vacunas disponible) y personal no docente.
Los pasos a seguir
Según la normativa actualizada al 20 de enero, se deben detectar dos o más síntomas compatibles con coronavirus para dar inicio al protocolo de aislamiento de las burbujas. Esto es: fiebre (37,5°C o más), tos, odinofagia (que es el dolor de garganta al tragar alimentos), dificultad respiratoria, pérdida repentina del gusto o del olfato, cefalea, mialgias, diarrea y vómitos.
«El «síntoma cardinal» va a ser la fiebre. Es lo que debería poner en alerta a las familias y a los pediatras, porque es el síntoma que más vamos a asociar con el coronavirus. Sin embargo, los mocos están más vinculados a los resfríos y las gripes. De la misma manera que cuando aparecen molestias en la panza o diarrea. Hay que avisar al médico y a la escuela, y como primera medida, no mandar a los chicos al colegio», advirtió Tabacco. «Pensemos que se logró la presencialidad y hay que cuidarla, para eso necesitamos el compromiso de toda la comunidad», concluyó el presidente de SAP.
Respecto a los protocolos, siguen vigentes los mismos con los que se arrancó el ciclo lectivo el 17 de febrero. Establece que cuando un alumno, docente o no docente manifiesta síntomas en la escuela, debe ser aislado en la misma institución, en algún lugar preparado para ese fin. Si los síntomas aparecen antes de llegar a la escuela, las familias de los chicos deben enviar una declaración jurada manifestando la situación y una constancia médica. Y el personal docente y no docente tiene que solicitar licencia y adjuntar también su constancia médica.
Mientras se espera el resultado de los testeos, todos deben estar aislados. Eso incluye a la burbuja y a otras donde esté destinado ese maestro o maestra (porque en general no trabajan sólo con una burbuja). Cuando se confirma el caso, la burbuja debe quedar aislada durante 10 días corridos. En el caso de las personas con síntomas, se cuentan a partir del día en que aparecieron. Pero si la persona es asintomática, el plazo corre a partir de la fecha del testeo.
Fuente: https://www.clarin.com/ciudades/mocos-tos-sintomas-confunden-coronavirus-escuela-crecen-dudas-aislar-burbuja_0_WzRQZdB6W.html