Teatro Regio: la historia de su creación
La sala de Chacarita se inauguró en 1929.Quién lo construyó y por qué son datos que se perdieron en la «historia oficial».
El Regio tiene una fachada que remite al estilo barroco español
Hace unos meses, a la salida del Gran Rex, le pregunté a mi amiga Érica qué le había parecido Matilda. Me gustó pero no sé bien qué pensar, es la primera vez que vengo al teatro, me dijo. Me quedé helada. ¿A este teatro o al teatro en general? Al teatro, insistió. La había invitado en un impulso y quedé a cargo de su educación teatral.
Los periodistas culturales podemos ver dos, tres, incluso cuatro espectáculos por semana y “el acompañante” es un aspecto complejo de la cuestión porque no puede volverse un trabajo más. Si se pone quisquilloso pasa a la lista negra.
Con Érica ya fuimos a ver teatro off, comercial, unipersonales, estrenos, ensayos generales, grandes elencos, infantiles.Después de la función charlamos sobre la obra o la puesta, antes de la función observamos las características de la sala, del escenario. Son lugares que conozco bien. O eso creía.
El caso es que estamos en la platea del Regio a la espera de algo excepcional: La vida es sueño, un clásico de Calderón de la Barca, interpretado por la Compañía Nacional española, dirigida por el inglés Declan Donnellan. Nos ponemos a ver los detalles de la sala y yo, en plan de instructora, tomo conciencia de que no sé nada del edificio. Vamos a googlearlo, digo.
Teatro Regio, Córdoba 6056, inaugurado el 24 de mayo de 1929. Está por cumplir el centenario, comento. Construido por un empresario de la zona, el nombre fue elegido por los vecinos en un concurso. Ni un apellido. Esto me pasa por consultar Wikipedia.El Regio fue remodelado en 1938 y desde 1979 pertenece al Complejo Teatral Buenos Aires.
Paso a fuentes oficiales. Ubicado entre Chacarita y Colegiales, es una de las salas más características de la ciudad, típico escenario “a la italiana”, atrayente edificio con líneas arquitectónicas inspiradas en el estilo barroco español, platea baja de 439 butacas, platea alta de 150 localidades, 18 palcos.
Nada del vecino ni del concurso.
Se inauguró como cine y teatro cuando Córdoba todavía se llamaba Giribone. El techo corredizo funcionó hasta el verano de 2016.
Otro sitio oficial. La guía de monumentos. Nació como un cine-teatro “de barrio”, así con comillas, le aclaro a Érica, formando parte de un rosario de salas (Los Andes, Argos, Giribone, Álvarez Thomas) proyectado por los ingenieros Paladino y Marinetti, se inauguró en mayo de 1929, un año después fue adquirido por el célebre empresario Clemente Lococo, en 1938 remodelado por el arquitecto Alberto Bourdon, el mismo del Ópera, se destaca especialmente el techo corredizo. Miramos para arriba.
Busco teatros argentinos con techos corredizos y corroboro que, efectivamente, fue un recurso del período A.A.C. (antes del Aire Acondicionado). De hecho, el Teatro Municipal La Comedia, de Rosario, construido a principios del siglo XX, posee ese sistema que aún está activo.
El mecanismo del Regio funcionó hasta hace relativamente poco, se abrió por última vez para la obra Gigoló, estrenada en junio de 2015 y re-estrenada en febrero de 2016, época más razonable, pienso yo, para ventilar al público. Después se rompió el motor.
Para el octogésimo aniversario (el el teatro pasó a ser municipal en 1979 y hoy forma parte del Complejo Teatral Buenos Aires), se quitó la tradicional araña de hierro del hall de entrada para que el pintor Ariel Mlynarzewicz pusiera sus colores en la cúpula.
¿Y el vecino empresario? ¿Y el concurso? ¿Y Lococo?
Soy una maestra de método axiomático. Le digo a Érica: la clave no está en la información que se encuentra sino en las preguntas que uno se formula. Si hubo un concurso, ¿por qué ganó el nombre “Regio”? En 1929 esto explotaba de inmigrantes, posiblemente italianos. Vamos a buscar en Italia. ¡Pum! Teatro Regio, Turín, inaugurado en 1740, Patrimonio de la Humanidad, Unesco, 1977. ¿El empresario sería italiano?
Recorro el post de un periódico barrial. Se menciona de nuevo al vecino que ahora además de ser acaudalado “desea enriquecerse culturalmente”, se habla de nuevo del concurso. No cita fuentes. Comienza La vida es sueño, tenemos que apagar los celulares.
Su inauguración se ve opacada por la polémica en torno a la presentación de Josephine Baker en la calle Corrientes.Joséphine Baker: bailarina cantante y actriz, considerada por muchos la primera estrella del pop.
La pista calabresa
Me encanta trabajar en la Biblioteca Nacional, leer en los sillones del quinto piso, aislarme en el subsuelo de la hemeroteca y su hipnótica claraboya. Es una tarde lluviosa, crepuscular, oscura en todo sentido: no encuentro nada sobre el teatro Regio. La información está, lo sé, lo siento. Me detengo a pensar. Tres temas cruciales ocupan los diarios de los días 24, 25 y 26 de mayo de 1929: los festejos por el aniversario de la Revolución, el multitudinario sepelio del celebérrimo actor Roberto Casaux, las diatribas contra el debut en la calle Corrientes de Josephine Baker, la Venus de ébano. Mucha queja, ni una publicidad del show internacional. ¿Qué medio elegiría un empresario de gustos populares?
Estudio la lista de diarios disponibles de mayo de 1929. Es una época de oro, las ediciones, sea de La Calle, El Pueblo o Última Hora, son similares a La Nación en su esplendor. Me juego por La Fronda y ahí, en la cartelera de Cines, no de Teatros, está el anuncio:
“Regio Cine Teatro – Giribone 52. Empresa propietaria: Clemente Lococo. La sala más suntuosa, moderna y confortable de la Capital. 1500 localidades que permitirán ofrecer espectáculos extraordinarios a precios populares. Calefacción y ventilación central sistema único en Buenos Aires. Notables orquestas”.
El empresario calabrés Clemente Lococo no compró el teatro, lo construyó. Adiós vecino millonario ansioso por culturizarse. ¿Y por qué anunciar tamaño emprendimiento en un mínimo listado de cartelera cinematográfica? Pues porque Lococo está ocupado en enrostrarles a los detractores de la Baker las localidades agotadas noche tras noche. El show de la Venus es un batacazo de su producción.
Cine y teatro. Reoriento la búsqueda. Doy con la publicación de un apasionado. Alberto N. Manfredi (h) escribió dos trabajos disponibles online: La industria cinematográfica en la Argentina y Entidades gremiales cinematográficas de la Argentina en la primera mitad del siglo XX. Tiene la gentileza de intercambiar unos mails conmigo.Publicidad de las butacas que pusieron en el Teatro Regio.
Resulta que Lococo alquilaba una sala en la calle Giribone (hoy Córdoba) y el problema fue que le quisieron aumentar una barbaridad. Entonces compró un terreno enfrente y construyó su propia sala a todo trapo. Manfredi investigó en el archivo de la biblioteca de la ENERC (otro tesoro). Allí fui.
Me pongo los guantes descartables y hojeo revistas de 1929 como El Espectador, La Película, Imparcial. Me emociona un aviso a toda página con una ilustración del Regio: “$10.000 se ofrecen a la persona que pueda demostrar que existen butacas tan fuertes como las colocadas en este hermoso Cine-Teatro propiedad del Sr. C. Lococo, obra de los ingenieros Paladino y Marietti. Fabrica de Butacas: Juan Zaccheo, Patricios 118”.
Caso cerrado.
Por (de)formación profesional sigo mirando. El Exhibidor, 30 de mayo de 1929, un sueltito:
“El jueves 23 de este mes se inauguró privadamente, puesto que sólo se hizo ante personas invitadas, el cine teatro Regio, situado en la calle Giribone 66, zona de nuestra capital densamente poblada y en constante crecimiento edilicio. El acto resultó de lo más lucido ya que se cumplió un bien preparado programa de números variados”.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/teatro-regio-verdadera-curiosa-historia-creacion_0_kcowzFFNLz.html