Un documental se sumerge en la obra del creador de la ciudad de Piriápolis
El realizador Sebastián Martínez estrena hoy «El mundo entero», un documental en el que recorre la vida y obra del empresario, escritor y alquimista uruguayo Francisco Piria, conocido por ser el creador de la ciudad de Piriápolis, que se verá a través de Cine.ar TV y desde el viernes 9 en Cine.ar Play.
«Es una película que descubre un personaje fascinante y para muchos desconocido. Atraviesa el espacio de la leyenda y a la vez se sumerge en la obra tangible del personaje: una ciudad, una serie de construcciones grandilocuentes en las que conviven el esplendor y la ruina», explicó Martínez en entrevista con Télam.
Para narrar esta historia, el director tuvo como premisa «la idea de descubrir al hombre que decide crear un mundo propio y la gran cantidad de obstáculos que debió superar para lograrlo. En ese derrotero se va perfilando la figura del personaje y de la ciudad sofisticada que lleva su nombre», reveló el también hacedor de títulos como «París Marsella» (2005) y «Centro» (2010).
«Además de sus construcciones, de sus monumentos traídos de Europa, de su red ferroviaria y de sus mitos, esta ciudad es la idea de un mundo propio hecho realidad.»SEBASTIÁN MARTÍNEZ
En cuanto a la ciudad uruguaya de Piriápolis, añadió que hay en ella «un aire de esplendor perdido. Una idea de milagro que no terminó de suceder. O que sucedió pero no se pudo sostener en el tiempo. Es el esqueleto lo que permanece visible y es eso lo que me interesó filmar», una intención lograda y que quedó plasmada en el documental.
Télam: ¿Qué lo sedujo de Piriápolis y de Piria para hacer este filme?
Sebastián Martínez: Piriápolis es la obra cumbre de Francisco Piria. Sin embargo, cuando conocí la ciudad en 2010, no tenía la menor idea de quién era ese hombre. El interés surgió al conocer el origen de la fundación, por tratar de interpretar la simbología que aparecía en todas partes o indagar en sus edificios y eso me fue llevando de a poco a descubrir al personaje que la construyó. La historia de Piria es de alguna manera la historia de Piriápolis y viceversa. No se puede contar una sin la otra. Además de sus construcciones, de sus monumentos traídos de Europa, de su red ferroviaria y de sus mitos, esta ciudad es la idea de un mundo propio hecho realidad. Un escenario sobre el que se refleja, en cada metro cuadrado, la figura enigmática de su fundador.
T: Piria fue un empresario con una veta espiritual que la plasmó en sus obras, ¿Cómo define esa particularidad?
SM: Piria fue ante todo un hombre de acción. Se dedicó a hacer. Lo espiritual aparece de forma velada, pero termina convirtiéndose en una de las tantas caras del personaje. Disfruté mucho explorando esa veta. Desde lo cinematográfico abre un universo visual y sensorial que me resultó muy atractivo.
El mundo enteroT: En la película se refleja la simbología de su obra, ¿Cómo la describe?
SM: La simbología es un tema de discusión. Para muchos es contundente y pueden reconocer en ella un cierto lenguaje, para otros son ideas trasnochadas. El trazado mismo de la ciudad, como su diagrama y su forma, tiene algunas figuras de la Kabbalah, hay signos templarios en algunas veredas y una cantidad de estatuas y fuentes abiertas a miles de interpretaciones. Es imposible saber si quiso dejar algún tipo de mensaje. Pero es indudable que fue él quien decidió ponerlas ahí, porque Piria decidía absolutamente todo en Piriápolis. En lo personal nunca me importó demasiado que tan cierto pudiera resultar, pero me interesó desde lo visual, ya que me abrió la puerta para jugar con lo sensorial y el misterio.
T: El documental muestra que tuvo un proyecto en Argentina y que se canceló por mala prensa, ¿A qué lo atribuye?
SM: No sé mucho más del tema de lo que se cuenta en la película. Cuando Piria desembarca en la Argentina es visto como un rival por los potentados porteños, y también como una especie de rara avis. Era un empresario que no iba en sintonía con la forma tradicional de hacer negocios. Proponía un modelo diferente de acumulación de capital. Apostaba a la tierra en vez de a la bolsa y no dependía de los bancos, porque él era su propio banco. Al parecer eso encendió las alarmas y derivó en una operación de prensa.
T: Plantea que un punto de partida para hacer esta cinta fue cuestionarse cómo se hace una ciudad de la nada, ¿Encontró una respuesta que lo satisfaga?
SM: El proyecto de Piriápolis representa la puesta en marcha de la utopía. Es la visión de un hombre que planifica un mundo perfecto sobre una geografía absolutamente virgen. Me atraía mucho poder contar el nacimiento de una ciudad, quizás por ese aire legendario que lleva implícita toda fundación, pero a la vez mucho más próximo en el tiempo. Esa pregunta inicial de la película es en definitiva una excusa para meterse de lleno en el mundo Piria.
T: ¿Cómo fue pensada la banda de sonido de la película que también tiene su lanzamiento hoy?
SM: En palabras de Hernán Kerlleñevich, el músico de la película, el universo conceptual que guió la composición de «El mundo entero» fue proveniente de la alquimia, práctica que combina elementos de la química, la metalurgia, la física, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte. Con ese imaginario en mente, Hernán puso en marcha un universo sonoro en el que trabajó una idea de transformación o transmutación de los diversos materiales de sonido que utilizó.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202010/522309-en-el-mundo-entero-martinez-atraviesa-la-leyenda-y-se-sumerge-en-la-obra-tangible-de-piria.html