Un pueblo unido para cuidar el agua
Jacobacci: el pueblo rionegrino que se unió para cuidar el agua
(Télam-Confiar. Por Natalia Concina, desde Ingeniero Jacobacci) Cooperativas, comunidades mapuches, productores, vecinas y vecinos, organismos del Estado municipal, provincial y nacional, universidades e institutos científicos confluyeron en la localidad de Ingeniero Jacobacci (Río Negro) en la Unidad de Gestión Integrada de la Cuenca Huahuel Niyeo, un espacio en el que -desde una mirada transcultural e interdisciplinaria- piensan y llevan adelante proyectos para hacer un mejor uso del agua en un contexto de emergencia hídrica.
«Hay otras experiencias, pero no con este nivel de horizontalidad. Existen ‘gestiones integradas de recursos hídricos’ pero intervienen sólo organismos del Estado y representaciones de productores y más apuntado sólo al tema de la producción», reflexiona Federico Ivanissevich, integrante de la Cooperativa Surgente, impulsora de la Unidad de Gestión.
Federico realiza esa declaración durante la visita a una comunidad mapuche, uno de los tantos encuentros que Télam-Confiar acompañó durante tres días entre diferentes actores de la Unidad de Gestión, a la que la mayoría llama simplemente «la Cuenca».
Esa mirada integral la trajo Irene Mujica, también de Surgente: «Cuando comenzamos a debatir la idea de una gestión integrada pensamos un concepto que es el de cuenca-territorio, porque no vemos a la cuenca como un lecho sobre el cual pasa agua (ya sea superficial o profunda) sino como un territorio en el que se ensamblan todas las actividades», describe Irene.
Y continúa: «Es un concepto que, si bien no es lo mismo que la visión de los pueblos originarios, recupera e integra su mirada. Esto implica un cambio cultural y es un desafío porque en general se ve al agua como un recurso y no como un bien común».
Ubicada en el corazón de la estepa patagónica a 210 kilómetros al este de Bariloche (que se transitan la mitad por camino de ripio) y rodeada de mesetas, Ingeniero Jacobacci tiene 10 mil habitantes entre la zona urbana y rural.
Al igual que el resto de la provincia, que está en emergencia hídrica desde 2022, la subcuenca Huahuel Niyeo -que es la que abastece de agua al pueblo- comenzó a mermar su caudal hace algunas décadas, proceso que empeoró con la caída de cenizas del volcán Puyehue en 2011.
Las causas de esta situación son múltiples y van desde el cambio climático, con su consecuente disminución de nevadas y lluvias y aumento de la temperatura, a factores locales, como la utilización del agua para la construcción de la ruta o la canalización de los mallines (humedales) en algunas estancias ubicadas en las nacientes de las cuencas (aunque no es el caso de la Huahuel Niyeo).
«El caudal de las vertientes ha mermado significativamente, las lagunas y aguadas se secan, el agua de los pozos y perforaciones cada vez están a una mayor profundidad, los arroyos permanentes se vuelven temporarios y los temporarios ya no están», dice por su parte el ingeniero agrónomo Alejandro Fornasa, otro miembro de Surgente.
Si bien la Unidad de Gestión se conformó oficialmente el 25 de agosto de 2023, el trabajo entre cooperativas, productores, instituciones y organizaciones en Jacobacci y la zona tiene una larga historia en la búsqueda colectiva de soluciones.
Uno de esos antecedentes fue Climagua, un proyecto llevado adelante entre 2012 y 2015 por la Fundación Bariloche con fondos del International Development Research Centre de Canadá (IDRC), que en Jacobacci se articuló territorialmente con la Cooperativa Surgente, la Cooperativa Ganadera Indígena y la Cooperativa de Agua y otros Servicios Públicos de Jacobacci.
De las distintas acciones que realizaron en este proyecto, una fue la instalación de 50 bombas solares, que son bombas de agua que funcionan a partir de energía fotovoltaica obtenida de paneles solares.
«La bomba me cambió mucho. Antes sacábamos agua del pozo con soga para baldear y darle a los animales. Era mucho sacrificio porque levantábamos baldes de 10, 20 y hasta 30 litros y dolía la espalda. Eso lo hice desde muy chica, y es algo que hay que hacer todo el tiempo porque los animales toman mucha agua», cuenta María Inés Caril, cuyo campo se encuentra a 5 kilómetros del pueblo y es parte de la comunidad Fentren Co.
Otra de las bombas solares de ese proyecto se instaló en las tierras de Daniel Calfunao -lonko (autoridad) de la comunidad Luis y Julián Santos ubicada en el Paraje Yuquiche, a 35 kilómetros de Jacobacci.
«Hay muchos campos que están desocupados, la idea es incentivar a las familias para que vuelvan; no queremos que las tierras se abandonen», dice Daniel y hace una pausa.
Quien la aprovecha para hablar es Carlos Irasola, también de Surgente: «Esto es una tarea de la Unidad de Gestión: cómo hacer para que las personas de la comunidad que están en el pueblo vuelvan al campo; para eso hay que pensar qué dificultades tienen, qué necesitan, y trabajar juntos para encontrar soluciones», afirma.
Otra experiencia vinculada al agua fue la creación de la Planta de Reuso de Efluentes Cloacales, un proyecto que involucra a la Cooperativa de Agua, el Departamento Provincial del Agua (DPA) de Río Negro, el INTA, el Programa Forestal del Ente Región Sur, la Universidad de Río Negro y el Municipio de Jacobacci.
Además del reuso para riego de los efluentes de los 234 usuarios de cloacas gracias al cual se logró plantar un pequeño bosque de olmos y olivillos, en la Planta se realizan tareas de investigación, dado que el suelo, árboles y cultivos regados por esta agua son estudiados regularmente; además, los árboles plantados se utilizan para abastecer de madera y leña a los pobladores.
También el Nodo de Alimentos Cooperativos Jacobacci (perteneciente a la Red de Alimentos Cooperativos Patagónicos) es un antecedente de trabajo común que nació en 2019 con el impulso de Cooperativa Surgente y trabajadores de INTA, Senasa y Agricultura Familiar; hoy el Nodo está conformado por 100 familias que compran entre 700 y mil kilos de verduras y frutas agroecológicas mensuales que traen desde Viedma.
Con estos antecedes, cuando María Méndez, la «Tía Mary», le contó a integrantes de Surgente que todavía sacaba agua del pozo con balde, como Unidad de Gestión se retomó la experiencia de Climagua y entre el 19 y 20 de octubre de 2023 se instaló en ese campo otra bomba solar, acción que, a la vez, funcionó como un taller de capacitación brindado sobre ésta y otras tecnologías para la extracción de agua de pozo.
Pero, más allá de lo técnico, en esa búsqueda de otra subjetividad, el diálogo, la comunicación y educación cumplen un rol clave.
«Nos ha venido pasando que se corta el agua en el pueblo y la gente dice ‘no hicieron los trabajos’ o ‘nos faltan pozos de agua’ y no nos damos cuenta de que lo que pasa es que nos está faltando el agua», dice José Morales -consejero de zona sur del Codeci (Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas), un organismo estatal que cuenta con representantes del Parlamento Indígena.
«Entonces -afirma- hay que empezar a preguntarse de dónde sale el agua. Esa es una tarea pendiente porque la gente acá en el pueblo piensa que el agua viene de la canilla nomás, de su tanque y esa es una tarea importante que tiene por delante la Cuenca».
Finalmente, Elsa Anaya -integrante de la Asamblea en Defensa del Agua y del Territorio de Jacobacci- ve en la Unidad de Gestión «un espacio de construcción colectiva, de pensar juntos otra posibilidad de desarrollo para la región, otras formas de producción y consumo; entonces ahí se genera el encuentro de los diferentes actores que vamos pensando alternativas y nos permite no quedar enfrentados».
*Extracto de nota realizada para Télam-Confiar gracias a la beca Proyecto Net Zero Argentina de Earth Journalism Network. (www.telam.com.ar/confiar).
Fuente: Télam