Un tranvía llamado deseo, la película que cambió todo
El filme que cumple 70 años marcó un antes y un después por el estilo de actuación, la audacia de su guión y sus múltiples premios.
Pasaron 70 años desde el estreno de Un tranvía llamado deseo, la película con la que Marlon Brando comenzó a convertirse en ícono. Pero el filme, dirigido por Elia Kazan del que también formaron parte Vivien Leigh, Karl Malden y Kim Hunter, es mucho más que eso.
Clásico del cine universal, las imágenes en blanco y negro de sus protagonistas remiten directamente a un momento de la cultura popular estadounidense y a sus influencias posteriores.
La historia está basada en la obra de teatro homónima de Tennessee Williams. Por entonces, el mismo dramaturgo fue quien insistió para que se realizara la versión cinematográfica de su pieza, que ya había pasado con éxito por una sala de Broadway.
Con el elenco del teatro
Vivien Leigh y Marlon Brando en «Un tranvía llamado deseo», que cumple 70 años.
Una de las curiosidades del filme es precisamente que nueve actores y actrices del elenco teatral también participaron de la película, algo inusual entonces e incluso hoy en día. El director también fue el mismo en ambas versiones. Sólo quedó fuera de la producción cinematográfica la actriz protagónica, Jessica Tandy, porque en Hollywood querían una cara más conocida.
Fue así como el personaje de Blanche Dubois quedó en manos de Vivien Leigh, que ya era una estrella por Lo que el viento se llevó. Pero además, Leigh había hecho el mismo papel de Blanche en la versión teatral de Londres.
La película obtuvo doce candidaturas a los premios Oscar y fue la primera y una de las pocas, hasta la actualidad, en llevarse tres premios a las mejores actuaciones: Leigh y los actores de reparto: Malden y Hunter.
La consagración de Brando
A pesar de ser la segunda película en la que aparecía Brando y de ser el único del elenco en quedar afuera de los Oscar ese año, el personaje de Stanley Kowalski se convirtió en una de sus grandes interpretaciones. Con sólo 27 años, su presencia en el filme causó furor, marcó a una generación de actores con un estilo que aún hoy es referente. Y puso de moda las remeras ajustadas al cuerpo que usaba su personaje.
La trama de Un tranvía llamado deseo cuenta la historia de Blanche, una mujer madura y nostálgica de su pasado, que visita a su hermana Stella y a su marido Stanley, un machista y violento. La difícil convivencia entre ellos lleva la acción a picos de drama insostenibles. Y esa situación afectará de modo irreversible la salud mental de Blanche.
Marlon Brando. Con 27 años, el actor causó sensación con su actuación y sus remeras ajustadas en «Un tranvía llamado deseo, el filme dirigido por Elia Kazan.
La actuación de Marlon Brando hizo que el personaje de Kowalski quedara definitivamente ligado a él, casi como un alter ego. Por su parte, las características de fragilidad psíquica de Blanche, influyeron negativamente en el trastorno bipolar que Vivien Leigh padecía en la vida real. Por entonces se aseguraba que la actriz, por momentos, confundía su personaje con la realidad.
La película, en realidad la obra de Williams, ambientada en la ciudad de Nueva Orléans, refleja, entre otras cosas, un conflicto de clases con el enfrentamiento entre una mujer (Blanche) que proviene de una clase alta pero venida a menos y un hombre (Kowalski) que representa a un obrero inmigrante, con problemas de adaptación y conducta social.
Otro dato en el que Un tranvía llamado deseo fue vanguardista es la música del filme, escrita por Alex North, ya que fue la primera banda sonora de jazz realizada especialmente para una película dramática.
La censura metió las manos
La versión teatral de Broadway fue muy fiel a la obra original de Williams. Sin embargo, la censura de Hollywood obligó a hacer unos cuantos cambios en el guión, cortando varias referencias a una violación y a la homosexualidad, entre otros temas. A pesar de esos cambios, que fueron casi setenta, Tennessee Williams aseguró que, salvo por el final, los censores no habían logrado arruinar la historia.
Marlon Brando y Kim Hunter en una escena de «Un tranvía llamado deseo».
Filmada en un tiempo récord de 36 días, en 1999 la película fue destacada por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos por su aporte cultural, estético e histórico.
«Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños«, la frase que pronuncia Blanche Dubois en la voz de Vivien Leigh y la mirada fulminante de Brando, ya forman parte del patrimonio nacional de ese país, resguardado en el National Film Registry, como un auténtico tesoro cultural.
Fuente: https://www.clarin.com/espectaculos/cine/tranvia-llamado-deseo-marlon-brando-vivien-leigh-pelicula-cambio_0_UttVVfhy3.html