Una persona sin síntomas puede ser tan contagiosa como un paciente grave
Después de casi un año y medio de la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que origina la enfermedad COVID-19, los estudios científicos para desentrañar el mecanismo viral del patógeno se siguen acumulando, con el fin de derrotar al responsable de más de 167 millones de infectados en el mundo.
Médicos y científicos realizaron el mayor estudio de la carga viral en pacientes COVID positivo jamás hecho, con más de 25.000 participantes. El mismo confirma el papel decisivo que tienen las personas llamadas “supercontagiadores invisibles”, que desparraman el virus a granel sin tener ni un solo síntoma o padeciendo síntomas leves asociados al cansancio, resfrío o gripe.
La investigación fue realizada por 20 expertos en el Hospital Charité de Berlín, en Alemania y muestra que las personas infectadas por el coronavirus alcanzan su pico de carga viral en la garganta entre uno y tres días antes de la aparición de los síntomas.El SARS-COV-2 visto bajo un microscopio electrónico – (Ohio State University’s Molecular and Cellular Imaging Center via The New York Times) —
“Dos parámetros elementales para cuantificar la infección viral y la diseminación son la carga viral y si las muestras producen un aislado de virus replicante en cultivo celular. Para llevar a cabo el estudio, examinamos 25.381 casos de SARS-CoV-2 en Alemania, incluidos 6110 de centros de prueba atendidos por sujetos presintomáticos, asintomáticos y levemente sintomáticos (PAMS). Del total de personas estudiadas, 9519 que fueron hospitalizadas”, explicaron los autores en el paper publicadoen la revista Science.
Los especialistas destacan que una persona sin síntomas puede ser tan contagiosa como un enfermo de covid hospitalizado. Y que una muestra normal tomada de la garganta contiene 2,5 millones de copias del genoma del virus, pero casi el 9% de los infectados presentó 1.000 millones de copias o más. El trabajo constata un escenario explosivo: más de un tercio de los pacientes con altísima carga viral son asintomáticos o solo tienen síntomas leves. Y, con un promedio de 37 años, son una población muy móvil. El autor principal de la investigación, el virólogo Christian Drosten, ha afirmado en un comunicado que estos datos respaldan “la idea de que una minoría de la gente infectada causa la mayoría de los contagios”.
Estos resultados finales concuerdan con otros estudios recientes sobre infección por COVID-19, como el trabajo publicado el 10 de mayo último que sugiere que el 2% de los infectados porta el 90% de los virus circulantes. La investigación incluye 1.400 casos positivos sin síntomas, identificados en la Universidad de Colorado en Boulder (EE UU). Los autores, encabezados por la viróloga Sara Sawyer, hablan de “superportadores virales y, posiblemente, supercontagiadores”. Otro estudio publicado en noviembre observó en India que el 71% de unas 85.000 personas infectadas no transmitió el virus a nadie más. Y un análisis de 1.200 casos en China detectó en enero que el 15% provocó el 80% de los contagios.La carga viral de un asintomático se asemeja a la de un paciente internado en forma grave – REUTERS/Athit Perawongmetha
El estudio de Alemania también explica otro de los aspectos más confusos de la pandemia: el papel de los niños. Los investigadores no han observado grandes diferencias en la carga viral de las personas de entre 20 y 65 años. La cantidad de virus sí era inferior en los niños menores de cinco años, con niveles de 800.000 copias del genoma del coronavirus como mínimo.
La carga viral, sin embargo, aumenta con la edad y se aproxima a las cifras de los adultos en los niños mayores y en los adolescentes. Era una vieja batalla de Drosten en Alemania. “Mi suposición inicial —que todos los grupos de edad tienen aproximadamente el mismo nivel de infectividad— se ha confirmado, tanto por este como por otros estudios”, ha afirmado el investigador, director del Instituto de Virología del Hospital Charité. El científico alemán recuerda la solución ya conocida: mascarillas y distancia física.Los chicos son menos contagiadores, pero a medida que crecen se asemejan a los adultos en su capacidad de infectar – REUTERS/Navesh Chitrakar
El estudio del Hospital Charité también confirma que la variante británica B.1.1.7 del coronavirus, registrada por primera vez en septiembre de 2020 en Reino Unido y ya dominante en muchos países, es más contagiosa. El análisis de 1.500 infectados con este subtipo sugiere que su carga viral es 10 veces mayor en promedio, con una infectividad 2,6 veces superior, según apuntan las pruebas con cultivos de células humanas en el laboratorio.
“Nuestros resultados indican que se puede esperar que los sujetos con PAMS en grupos aparentemente sanos sean tan infecciosos como los pacientes hospitalizados en el momento de la detección. Los niveles relativos de diseminación de virus infecciosos esperados de los sujetos con PAMS (incluidos los niños) son de gran importancia porque estas personas están circulando en la comunidad y está claro que pueden desencadenar y alimentar brotes. Los resultados de nuestro análisis de series de tiempo, y su buena concordancia en general con los resultados de estudios basados en otras métricas (a menudo epidemiológicas), muestran que se pueden obtener estimaciones precisas directamente a partir de dos parámetros virológicos de fácil medición, la carga viral y la infectividad del cultivo celular de muestra. Dichos resultados se pueden utilizar para muchos usos: para estimar el riesgo de transmisión de diferentes grupos (por edad, sexo, estado clínico, etc.), cuantificar la varianza, mostrar diferencias en las variantes del virus, resaltar y cuantificar la dispersión excesiva y para informar cuarentena, contención y estrategias de eliminación”, explican en las conclusiones los expertos.
Y agregan: “Nuestra comprensión del momento y la magnitud del cambio en la carga viral y la infecciosidad, incluido el impacto de los factores influyentes, continuará mejorando a medida que se acumulen y analicen datos de grandes estudios. Un desafío importante en curso es conectar lo que aprendemos sobre la infecciosidad estimada de estos parámetros clínicos con la transmisión in vivo altamente dependiente del contexto. Con base en nuestras estimaciones de la infecciosidad de los sujetos con PAMS y la carga viral más alta encontrada en los sujetos infectados con la variante B.1.1.7, podemos asumir con seguridad que las intervenciones no farmacéuticas como el distanciamiento social y el uso de máscaras han sido clave para prevenir muchas infecciones adicionales. brotes. Estas medidas deben emplearse en todos los entornos sociales y en todos los grupos de edad, dondequiera que esté presente el virus. Podemos asumir con seguridad que las intervenciones no farmacéuticas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas han sido clave para prevenir muchos brotes adicionales. Estas medidas deben emplearse en todos los entornos sociales y en todos los grupos de edad, dondequiera que esté presente el virus. Podemos asumir con seguridad que las intervenciones no farmacéuticas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas han sido clave para prevenir muchos brotes adicionales. Estas medidas deben emplearse en todos los entornos sociales y en todos los grupos de edad, dondequiera que esté presente el virus”.
Fuente: https://www.infobae.com/america/tendencias-america/2021/05/27/una-persona-sin-sintomas-de-covid-19-puede-ser-tan-contagiosa-como-un-paciente-grave-hospitalizado/